Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 15 de febrero de 2016

LA ÚNICA RECETA ES AMAR MISERICORDIOSAMENTE



 Resultado de imagen de Misericordiosos como el Padre



No hay ambigüedades, ni confusiones o dudas. La receta es clara: Amar de forma misericordiosa. Para eso, la Iglesia nos habla y descubre las obras de misericordia. Y este año, el Papa Francisco nos ha invitado a vivir la Misericordia como Jesús, de parte del Padre, nos ha enseñado. Y el Espíritu Santo nos enseña cada día si nos abrimos a su acción.


Misericordiosos como el Padre

No hay que darle vuelta a la tortilla. Todo está claro, y Jesús nos lo ha, no sólo enseñado, sino demostrado viviéndolo en y con su Vida, hasta la última gota de su Sangre en una Muerte de Cruz. Su Resurrección lo demuestra y aclara todo.

domingo, 14 de febrero de 2016

CERREMOS LAS PUERTAS DE LA TENTACIÓN Y PONGÁMONOS EN MANOS DEL ESPÍRITU



El desierto está siempre presente en nuestra vida. La tentación acecha en cada momento, y se mantenemos las puertas abiertas de nuestros corazones, el peligro puede entrar a través de las tentaciones que el demonio nos ofrece. Mundo, demonio y carne son los peligros de nuestro particular desierto que en el devenir de nuestra vida tendremos que atravesar, sufrir y con el que luchar.

Es bueno y necesario mantener una constante guardia, no sólo en estos momentos del camino cuaresmal, sino durante todo el año. Quizás, el ejercitarnos con mayor cuidado ahora, nos ayude a estar preparado luego, en los momentos más distraídos y relajados, cuando y donde el demonio aprovecha para tentarnos.

Jesús, en el Evangelio de hoy, nos previene y nos enseña cómo podemos hacernos fuertes ante los peligros de las tentaciones. No vayamos solos al peligro, sino injertados y auxiliados por el Espíritu Santo, tal y como lo hizo Él. Mantengámonos en perseverantes oración, ayuno y desprendimiento, para que nuestro espíritu no quede debilitado por las comodidades y placeres egoístas que nos ofrece el mundo.


Cierra la puerta

""Cierra la puerta y reza a tu Padre que está en lo secreto".
Este consejo de Jesús, dado a los que rezan y ayunan con ostentación,
ya no es actual. Pero entonces, ¿que puertas debemos cerrar durante
esta Cuaresma? ¿Ocupaciones que nos dejan sin tiempo?
¿Obsesiones, preocupaciones y emociones turbias?
A cada cual su respuesta para que Dios pueda manifestarse.

Jesús, nuestro Señor, en este inicio de Cuaresma, te encomiendo
mi resolución de cerrar la puerta que me impide estar a la escucha
atenta de tu Palabra. Te encomiendo mi deseo de dejar, día
tras día, que te encarnes en mí. Contigo, con confianza, 
retomo esta oración que Tú nos ensenaste:

Padre nuestro que estás en el cielo...


del miércoles de ceniza, 10 de febrero de 2016
Parroquia de San Ginés de Arrecife - Lanzarote.



La vida, tarde o temprano nos pone a prueba. Porque es en la prueba donde podemos manifestar nuestra firme voluntad de creer en Jesús y renunciar a todo aquello que nos propone para rechazarlo. La renuncia constituye nuestro propio desierto, y casi todos los días renunciamos a dejarnos conducir por el mundo y seguir, abandonados en los brazos del Espíritu, los pasos de Jesús. Y eso exige desierto, que combatimos con oración, ayuno y desprendimiento.


Guiados por el Espíritu

"Él fue guiado por el Espíritu en el desierto". Por aquel entonces,
según decían, el desierto era el lugar donde se desencadenaban las fuerzas
de las tinieblas. El demonio espera que Jesús tenga hambre para
aparecérsele. Jesús, que no está encarnado "en broma"
también va a sufrir la tentación.
Por el contrario, si nos dejamos guiar por el Espíritu, el desierto se
convierte en un espacio de purificación y permite el encuentro
con Dios.

Espíritu Santo,
guíame en el desierto de la Cuaresma para que crezca dentro de mí
 la gracia de no ejercer mis ansias de poder y para que, tras Jesús,
sienta ganas de cumplir la voluntad del Padre y no la mía.

Del primer domingo de Cuaresma, 14 de febrero de 2016
Parroquia de San Ginés de Arrecife - Lanzarote

sábado, 13 de febrero de 2016

TÚ, SEÑOR, ERES MI MÉDICO



Resulta extraño que el Señor elija lo peor a los ojos de la sociedad. Jesús se vale de los más enfermos de pecados, de los malvados, de los que no se creen justos. Precisamente, para confundir a los fuertes, ha escogido a los débiles a los ojos del mundo. De esa forma, su poder y misión divina queda probada.

No es fácil elegir y encontrar a un buen médico. Para muchos está prohibido por el alto precio que hay que pagar, o, también, por la imposibilidad de conocerlo. Por eso, lo primero es informarse bien, y, luego tomar el camino para buscarlo. Se hace necesario también elegir al médico que sea capaz de curarlo todo. No solamente las enfermedades del cuerpo, sino también las del alma. Y, repito, no es fácil encontrarlo, aunque no se esconde. Y es más, es Él quién nos busca primero, y nos invita, como sucedió con Leví y otros.

Tampoco es cuestión de dinero, porque se ofrece gratuitamente, pero, aun así, cuesta mucho llegar a Él. Necesitamos mucha humildad. Ese es el primer pago que aparece en nuestra factura. Humildad de sabernos y reconocernos enfermos, y luego, fe y esperanza de que Él, Jesús, nos pueda curar. Quién cree en Mí tendrá vida eterna.

Sencillo, pero muy difícil. Porque se trata de humillarnos y reconocernos pecadores. Y, por su Gracia, humillarnos también ante los demás por amor a Jesús. Pues Él se ha abajado y humillado en una Muerte de Cruz por amor a cada uno de nosotros. ¿Cómo no lo vamos a hacer nosotros?

Por eso, te pedimos Señor la Gracia de, cómo Leví y otros, responder a tu llamada, por tu Amor y Misericordia. Queremos poner a tus pies todas nuestras miserias, nuestras pobrezas y nuestros pecados, para que en tus Manos, Tú los purifiques, y, limpios, sean luz para los demás. Amén.