Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 28 de diciembre de 2016

LIMPIOS POR EL PERDÓN

No cabe ninguna duda que aquellos niños inocentes, día que se celebra hoy, están todos en el cielo. Fueron víctima de la codicia y ambición de un rey, Herodes, que temía por su reino. Un rey que no supo interpretar el Reino que traía Jesús, el Señor. Un rey que, quizás, nos representa a todos nosotros, pecadores que ambicionamos las riquezas de este mundo y matamos por ellas.

Eso explica las muertes y esclavitud de muchos niños que en la actualidad, hoy mismo, sufren la ambición de los mayores. Alepo (Siria), bombardeada es un ejemplo, que por su actualidad puede representar lo que queremos significar. No estamos nosotros limpios como esos niños que murieron por la persecución al Niño Jesús, pero nos sostiene la esperanza de la Misericordia de Dios. En Él confiamos y a Él nos abandonamos.

Danos, Señor, la fuerza, sabiduría y voluntad de no quedarnos pasivos y de saber migrar. Migrar desde nuestras comodidades a darnos en servicio a los demás; migrar de nuestro estar instalado a ofrecernos en disponibilidad por construir un mundo mejor. Salir de nuestro letargo y caminar hacia la perfección. Y eso nos descubre la necesidad de hacer el viaje contigo Señor. Como lo hizo María y José.

Nos reconocemos pecadores, imperfectos y culpables, pero esperamos tu Perdón y tu Misericordia. En ella estamos confiados y en ella caminamos seguros y esperanzados. Aprovechamos para mirar también para muchos niños que hoy sufren explotación, torturas, malos tratos y abandono. Y son víctimas de las guerras. Para muchos niños tratados como objetos y despojados de sus derechos, sobre todo a la vida. Son condenados a muerte, como fueron aquellos primeros mártires inocentes por Herodes, pero que estos son por sus mismos padres.

Y te pedimos, Señor, para que recibamos luz y fuerza para gritar y defenderlos. Danos capacidad de lucha y de entusiasmo para no desfallecer y proclamar que la vida es un regalo que Tú, Señor nuestro, nos regala y sólo a Ti te pertenece. Amén.

martes, 27 de diciembre de 2016

EXPECTANTE E INCRÉDULOS

Quizás no sea la palabra correcta que mejor define esos momentos expectantes de espera, de desconcierto y confusión. Supongo que la expectación sería fuerte. Son momentos tensos y de espera confusa. Es de sentido común que nuestra humanidad pecadora se sienta débil y asaltada por las dudas. No entendía casi nada y aquellos acontecimientos no esperados les dejaban desesperanzados y confusos.

Los de Emaús iban descorazonados, derrotados. Habían pasado los tres días y no sabían mucho o nada. Al parecer unas mujeres decían que el sepulcro estaba vacío. Pero, ¿qué atrevimiento y credibilidad tienen esas mujeres para decir tal cosa? ¿Acaso sus palabras tienen crédito? 

Supongo que muchos de nosotros nos podemos identificar con ellos, y sobre todo con los de Emaús. Nos cuesta creer en la Resurrección. Pero ocurre que Jesús si se ha empeñado en que nosotros le creamos. Esa es la oferta y promesa de salvación: Creer en Él (Jn 11, 25). Y para eso nos ha creado libres, y sin presión ni condiciones. Eres libres de creer como de no hacerlo. Desde esas perspectivas, tú eres el protagonista y de ti depende tu propia salvación.

Sería lógico pensar que no eres muy listo cuando pasas desapercibido por delante de lo que quieres, deseas y persigues con ansiedad e intensidad toda tu vida. Porque, no podrás negar que buscas la felicidad. Pero una felicidad eterna. Y es eso precisamente lo que te ofrece Jesús. Nadie te lo ha ofrecido antes, ni ahora ni mañana. ¡¡Ni nunca!! Sólo Jesús, el Hijo de Dios Vivo es capaz, por la Misericordia de Dios, de proponerte tal proyecto de salvación. Lo tomas o lo dejas.

No podemos dejar pasar esta oportunidad y, unidos todos, pedirle al Señor que nos aumente la fe. Que nos ilumine nuestra alma para que se encienda nuestro corazón y, como Pedro y Juan, creamos en Él. Porque queremos seguirte, Señor, y proclamar que Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

lunes, 26 de diciembre de 2016

NECESITAMOS LA FUERZA DEL ESPÍRITU

No podremos nosotros solos. Hoy nos lo dice el Evangelio: Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros.

No hay duda, ninguna duda, porque nos lo dice el Señor. Y lo que dice el Señor se cumple. Si es posible que nosotros dudemos en algún momento, porque no comprendemos el Poder del Espíritu de Dios. Dudó Pedro al caminar sobre las aguas; dudó Zacarías porque no entendía como era posible que su mujer Isabel diera a luz un niño, y también dudaron otros muchos. Dudamos nosotros también, pero, a pesar de esa duda que no podemos evitar, sabemos, confiamos y nos abandonamos en la Palabra del Señor. Y todo lo que Él dice tiene verdadero cumplimiento.

Pidamos que la Gracia de experimentarnos fortalecidos, iluminados por el Espíritu Santo, nos dé la voluntad y la sabiduría de, cómo Esteban, seguir el camino con valentía y confianza. Que sintamos el impulso como el impulso irresistible nos anima a continuar firmes y adelante, y que nuestras dudas humanas, como pecadores que somos, desaparezcan y nos afirmen en la fe.

Aprovechamos, Señor, este espacio de oración y reflexión, para, unidos a todos los que por aquí pasan y se detienen a reflexionar unos segundos, unamos nuestras manos espiritualmente y pidamos sostenernos en la fe y defenderla hasta el último aliento de nuestra vida. Amén.