Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 28 de enero de 2019

SALMO 119 - del 9-16 (continuación)

Resultado de imagen de Salmo 119- del 9-16


¿Cómo puede un joven mantenerse puro?
    Obedeciendo tu palabra.
10 Me esforcé tanto por encontrarte;
    no permitas que me aleje de tus mandatos.
11 He guardado tu palabra en mi corazón,
    para no pecar contra ti.
12 Te alabo, oh Señor;
    enséñame tus decretos.
13 Recité en voz alta
    todas las ordenanzas que nos has dado.
14 Me alegré en tus leyes
    tanto como en las riquezas.
15 Estudiaré tus mandamientos
    y reflexionaré sobre tus caminos.
16 Me deleitaré en tus decretos
    y no olvidaré tu palabra.

domingo, 27 de enero de 2019

SALMO 119 - DEL 1 AL 8

Resultado de imagen de Salmo 119, 2


Dichosos los que van por caminos perfectos,
    los que andan conforme a la ley del Señor.
Dichosos los que guardan sus estatutos
    y de todo corazón lo buscan.
Jamás hacen nada malo,
    sino que siguen los caminos de Dios.
Tú has establecido tus preceptos,
    para que se cumplan fielmente.
¡Cuánto deseo afirmar mis caminos
    para cumplir tus decretos!
No tendré que pasar vergüenzas
    cuando considere todos tus mandamientos.
Te alabaré con integridad de corazón,
    cuando aprenda tus justos juicios.
Tus decretos cumpliré;
    no me abandones del todo.

sábado, 26 de enero de 2019

AMOR Y MISERICORDIA

Resultado de imagen de Mc 3,20-2, por Fano
Tu mensaje, Señor, desconcierta. Nos ataca directamente al corazón endurecido que vive y late en nuestro interior. Y nos duele y afecta. Nuestra naturaleza humana, herida por el pecado, es egoísta y, encerrada en sí mismo, cierra sus ojos para no ver lo que hay a su derredor. Nada quiere saber del que sufre por sus circunstancias, por sus injusticias,  por sus situaciones o debilidades. Sólo vive para sí y, en su interior, hay una conciencia que le dice que, como yo estoy bien, que cada palo aguante su vela.

El mundo no les importa sino cuando entra dentro de su propio terreno personal y sus intereses se ven afectados. Sostienen sus ojos bien cerrados y distraídos para que no sufran. Hay muchas ofertas de ocio y de relajar la mente en otros pensamientos más agradables y confortables. Sin embargo, a pesar de cerrar los ojos, el dolor y el sufrimiento no se borra ni se esconde. Está ahí, delante de nosotros hasta que abramos los ojos para verlo.

¿Qué hacer, Señor ante tanta impotencia y debilidad? ¿No sé cómo actuar y tratar a los pobres que sufren, ni como reaccionar ante tanto dolor? Me da miedo que se aprovechen de mí. ¿Estoy pensando en mí, Señor? Creo y entiendo, ¿dime, Señor?, que la solución o el trato no puede ser paternalista, pues eso atraería a todos los que pretende vivir del cuento sin salir de sus vicios y esclavitudes.

Ante tantas dudas y desorientación, te pido, Señor, que ilumines mi camino y enciendas mi corazón con un fuego misericordioso y comprometido para saber encontrar la manera de ayudar y servir siguiendo tu Voluntad y no la mía. Dame, Señor, sabiduría y fortaleza para vencer mis miedos, mis comodidades, mis debilidades y, animado y fortalecido en tu Espíritu, encontrar la forma de servir a los más pobres y a los verdaderamente necesitados que abren sus corazones al amor fraterno.

No sé, Señor, si digo y hago bien, pero, me pongo en tus Manos para que Tú dirijas mi vida y actives mi voluntad a fin de vivir en tu Palabra y hacer tu Voluntad. Amén.