Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 11 de agosto de 2019

DESPIERTO Y PREPARADO EN TODAS LAS VIGILIAS


Resultado de imagen de Lc 12,32-48
El día, en aquella época, estaba dividido en cuatro vigilias y en las cuatro debes estar preparado para no ser sorprendido. Si embargo, hay unas, entrada ya la noche y plena oscuridad, en las que estás más predispuestos a relajarte y dormirte que otras, y esas te exigen más vigilancia y sostener una actitud tensa y de permanecer atento y vigilante. De la misma forma, la vida tiene etapas que nos exigirán más preparación, más vigilancia y más fortaleza para sostenernos despiertos y preparados.

Hoy, desde está página y consciente de que unos momentos son más delicados que otros, te pedimos, Señor, que nos des fortaleza y una actitud vigilante para superar esas horas de tedio, de apatía, de debilidad y tentaciones que pueden relajarnos bajando nuestra guardia y vigilancia ante tu llegada. Danos, Señor, esa sabiduría y voluntad para mantenernos erguidos, fieles y con nuestra lámpara encendida para que cuando llegues podamos estar preparados a tu llamada.

El mundo nos amenaza con dormirnos, pues, tiene poder de seducción en nosotros. Nuestra naturaleza humana sometida al pecado es seducida por el mundo y, por nuestra debilidad, caemos adormilados en sus manos. Y quedamos fuera de juego y en peligro de ser sorprendidos con nuestra lámpara apagada. Por eso, Señor, recurrimos a Ti para que nos levantes y nos sostengas. Somos tus hijos y queremos permanecer a tu lado. Por eso, insistimos tu ayuda, tu fortaleza para rechazar todas esas seducciones con las que el mundo nos tienta.

Queremos, Señor, estar vigilantes y ser sorprendidos en el cumplimiento de tus mandatos. No queremos ser sorprendidos incumpliendo tu Palabra, sino todo lo contrario, viviendo en ella por amor y dando nuestra vida por los demás. Pero, Señor, somos débiles y necesitamos fortaleza y luz para discernir y ver lo que a cada hora tenemos que hacer. En tus Manos, Señor, tratamos de abandonarnos pacientemente y en la confianza de poder ir respondiendo a tu Amor y Misericordia. Amén.

sábado, 10 de agosto de 2019

MORIR PARA VIVIR

Resultado de imagen de Jn 12,24-26
En alguna ocasión he pensado que el morir no tiene sentido. Es decir, nacer para luego sufrir con la muerte parece algo fatalista y sin mucho sentido. Pensar que eso viene de la Mano de un Dios que definimos como Amor y Misericordia menos se puede comprender. De modo que ante esa realidad de la muerte te quedas algo perplejo y confuso.

Sin embargo, por la Gracia de Dios, el Espíritu Santo te va iluminando y aclarando su significado. Poco a poco empieza a comprender que la muerte es la semilla de la verdadera vida. Porque, primero tendrás que demostrar tu amor, para luego ganarte la confianza y el amor de los demás. Sabido es que el primer contacto es de puro tanteo en un clima de conservación y desconfianza. 

Primero tendrás que pasar la prueba o examen para luego alcanzar el premio prometido. San Juan de la Cruz habla de que al atardecer de la vida nos examinaran del amor. Porque, esa es la consecuencia fundamental de tu esencia de libertad. Eres libre y en consecuencia responsable de tu elección de vivir para ti o de vivir para los demás. Dependiendo de lo escogido tu vida sera salvada o condenada. 

Las palabras sobran y necesitarás demostrarlo, pues las palabras se las lleva el viento y son las obras las que garantizan tu palabra. Por lo tanto, tienes dos camino:, o te entregas a ti mismo de manera egoísta, o te das, por amor, al servicio de los demás. Esa es la elección. Seguir a Xto. Jesús nos lleva a decir el camino elegido, el de la vida o la muerte. El de morir para dar frutos o el de vivir para perder la verdadera vida. 

Esa fue la opción que Jesús planteó al joven rico y a tantos otros. Y también la que te plantea a ti y a mí. Jesús no quiere medias tintas no componendas. O estás con Él o contra Él. No se puede servir a dos señores nos dice, porque al final sucederá que dejas a uno para servir al otro. Está claro, seguirte, Señor, me exigirá morir a mis egoísmos y entregarme, por amor, a servir a los demás injertado en Ti. Gracias, Señor, en tus Manos me abandono. Amén.

viernes, 9 de agosto de 2019

ORANDO CON LOS SALMOS

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 



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Salmo 62,2-9: El alma sedienta de Dios
Ant: Te alabarán mis labios, Señor, porque tu gracia vale más que la vida.
Madruga por Dios todo el que rechaza las obras de las tinieblas
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.

En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Te alabarán mis labios, Señor, porque tu gracia vale más que la vida.