Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 8 de enero de 2015

¡CUANTOS PANES Y PECES SE NECESITAN SEÑOR!



El problema continúa, Señor. Sigue habiendo multitudes de personas hambrientas, pero también con frío, sin techo donde cobijarse; perseguidas porque te confiesan como su Dios y necesitadas de ayuda. Y se nos escapa de nuestras manos el poder darle panes y peces porque no sabemos cómo hacerlo.

También, lo confesamos, porque nuestras debilidades y comodidades nos alejan de esa realidad. Cuando no sufrimos no somos sensibles a esas miserias que pasan nuestros hermanos. Conocemos lo que sufren y padecen nuestros hermanos de Irak, y se hacen colectas y proyectos para ayudarles, pero creemos que eso es poco, o al menos no soluciona el problema. 

La irresponsabilidad, el odio, la venganza, el rechazo a tu Palabra y el querer quitarte del medio provocan que vayan contra nosotros y corramos la misma suerte. Pero, a pesar de todo, recordamos tus palabras de consuelo y tu promesa de ser dichosos al padecer por Ti. Es eso lo que les mantiene y nos mantiene en pie de guerra, en paciente perseverancia y en seguir tus pasos.

No importa la amenaza de muerte, y aunque el sufrimiento nos martiriza, buscamos fuerza y alivio en Ti, Señor. Danos la capacidad para superar el sufrimiento, los miedos, el hambre y las incomodidades que nos martirizan y nos hacen padecer. Danos la luz de soportar lo que desde nuestra humanidad no podemos soportar.

Y sostennos en tu Paciencia, Señor, para, apoyados en ti, ser capaces de comprometernos en compartir, aliviar en la medida que podamos, y sufrir con nuestros hermanos. Amén.

1 comentario:

Salvador Pérez Alayón dijo...
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