Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 27 de noviembre de 2017

EL VALOR DE LO POCO

El valor de las cosas no está en su cantidad, ni tampoco en su importancia, ni siquiera en su valor. No por tanto llover es bueno, ni tampoco por mucha agua. A veces la abundancia estropea, no sólo las cosas sino también las personas. Y sucede que en la escasez todo se estima y se aprovecha mejor. La experiencia nos dice que cuando los tiempos son difíciles, se advierte y descubren los valores, la solidaridad y la fraternidad.

En el fondo, el valor de todo acto se esconde en la intención. No por su valor, cantidad, ni tampoco escasez una acción o donación es buena. Su bondad se mide por su intención y desprendimiento. Es eso lo que valoró Jesús en la actitud de aquella viuda pobre. Mientras los acaudalados ricos mostraban su poder y su generosidad, escondiendo bajo su vestido de apariencia su hipocresía y su mentira, la viuda pobre daba de lo que necesitaba para su subsistencia.

Porque, mientras unos daban de lo que les sobraba sin echarlo en falta, otra, daba de lo que necesitaba y echaría en falta. Compartir no consiste en dar de lo que te sobra, sino en dar de lo que necesitas. Se trata de partir el pan y compartir la mitad con otro. En todo caso, la ayuda se hace amor cuando compartes de lo que tienes y necesitas, o, al menos no te sobra.

Supongo que ha sido eso lo que Jesús quiso destacar en aquella viuda pobre, y lo que quieres advertirnos a todos nosotros. Y eso te pedimos, Señor. Danos la voluntad y la buena intención de hacernos comida compartida para aliviar el hambre y la sed de otros. Danos la fortaleza para sentirnos capaces de saciar nuestra sed y hambre, no satisfaciéndonos, sino compartiendo.

Transforma nuestro corazón, Señor, y conviértelo en un corazón generoso, disponible, servicial, atento y entregado a compartir y a darse. Amén.

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