“Ven, Espíritu Santo, y ayúdame a mirarme a mí mismo con cariño y paciencia.” Enséñame a descubrir todo lo bueno que sembraste en mí, y ayúdame a reconocer que en mí también hay belleza, porque soy obra de un Padre divino que me ama y me ha dado su Espíritu.
Sabes que a veces me duelen los recuerdos de errores que he cometido.
Ayúdame a mirarme cómo Jesús me mira, para que pueda comprenderme y perdonarme a mí mismo.
Ven, Espíritu Santo, derrama en mí toda tu fuerza, para que pueda comenzar de nuevo y no me desprecie a mí mismo. No permitas que me dominen los remordimientos, porque tu amor siempre me permite comenzar de nuevo.
Ven, Espíritu Santo.
Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina
No hay comentarios:
Publicar un comentario