Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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lunes, 19 de agosto de 2019

NUESTRAS CONDICIONES A LA LLAMADA DEL SEÑOR

Resultado de imagen de Mt 19,16-22
Uno de nuestro primeros pasos es reflexionar a ver que condiciones ponemos a la llamada del Señor. Podemos preguntarnos si realmente tengo mi corazón abierto y disponible para lo que Dios me va poniendo delante o le pongo condiciones a lo que me invita a realizar. Porque, me puedo engañar con mucha facilidad. Mientras yo creo que el servicio que tengo que hacer es el que yo descubro, y que realmente es bueno, quizás Dios haya pensado otra cosa de mí.

¿Quién me ha dado las cualidades que tengo? ¿Y quién mejor que Dios sabe para qué y en dónde tengo que emplearlas? Por lo tanto, no soy yo, tal como pensó el joven rico, quien tiene que decidir sobre la herencia, la riqueza o las cualidades que yo tengo donde las debo poner al servicio de los demás, sino que será el Señor quien me irá indicándome el camino, el lugar y la forma de aplicarlas.

Quizás, por eso, no vemos los frutos que desearíamos ver, porque cultivas donde a ti te parece, pero no donde Dios quieres que cultives y la tierra especifica que quieres que cultives. A ese respecto conozco a muchas personas que, dentro de la Iglesia, darían un gran testimonio que realmente hace falta, pero ellas no lo ven así y ni lo hacen fuera ni en otro lugar. Y, donde se empeñan darlo no fructifica. Creo que no lo hacen mal, no soy nadie para juzgar, pero me pregunto si realmente dan su amor donde Dios quiere que lo haga.

Es la pregunta del millón y la que posiblemente quería preguntarle aquel joven rico al Señor. También yo y todos los que quieran podemos preguntársela al Señor. ¿Estoy realmente, Señor, dándome y entregándome donde realmente Tú, Dios mío, me llamas? ¿Estoy dando servicio a todo lo que Tú, Dios mío, me has dado donde realmente Tú quieres? ¿O lo hago según a mí me parece que debo hacerlo.

Y la más difícil e importante, ¿estoy dispuesto a dejarlo todo para ponerme en el lugar y la actitud que Tú, Señor, me has señalado y destinado como mi misión? Ayúdame, Señor, a través de tu Espíritu a discernir y encontrar respuesta a ese interrogante que angustia mi corazón, y dame la capacidad, la fortaleza y la sabiduría para responderla. Amén.