Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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martes, 26 de diciembre de 2023

ORACION NAVIDAD

Jesús, al nacer te hiciste pequeño y humilde, para que no te tengamos miedo y te acojamos, para curar nuestros aires de grandeza.

Jesús, fuiste un bebé para mostrarnos tu ternura, para que podamos sentir y gozar con tu cariño, para que nuestro corazón sepa recibir y regalar amor.

Jesús, te has acercado a nosotros, a todas las personas, para encontrarte con nosotros y darnos tu alegría, para que nos acerquemos a cuantos nos necesitan.

Jesús, viniste hace 2000 años y hoy sigues a nuestro lado, en el corazón de cada persona, en el pan que comulgamos. Gracias por tu cercanía, por tu alegría, por tu paz. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

martes, 12 de diciembre de 2023

ORACION: ADVIENTO LUNES

Señor, yo quiero acogerte en este adviento, en esta navidad, quiero abrirte las puertas de mi corazón de par en par.

Sabes que mi mayor deseo es trabajar en tu viña, para que la esperanza y el amor de la Navidad lleguen a todos.

Señor, quiero acogerte, pero pocas veces encuentro tiempo. Deseo trabajar en tu viña, pero me dedico a otras cosas.

Ayúdame, Señor, a no dejarme llevar por el orgullo, la pereza, el miedo, la prisa, el qué dirán, los compromisos que me fabrico para sentirme importante.

Líbrame de todo lo que me aleja de lo que más quiero y deseo: vivir contigo, acoger tu amor, trabajar a tu lado, en favor de los más débiles, para construir juntos tu Reino.

Señor, que no sea de los primeros en querer y desear y de los últimos en ponerme manos a la obra. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

sábado, 24 de diciembre de 2016

EL NIÑO DIOS NACE CADA DÍA

A veces me preocupa estar preocupado, valga la redundancia. Y con esto quiero significar y descubrir que el estar preocupado en hacer y responder a la Voluntad de Dios no es mal síntoma, salvo que eso te lleve a la desesperación y angustia. Dios es brisa suave y gozosa, que colma y llena de paz. Y lo que no sea eso, incluso, a pesar de estar inquieto hasta llegar a Él, no es camino ni permanecer en el Señor. Ya lo dijo san Agustín:  "Nos hiciste, Señor, para Ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti".

Expreso ese sentimiento, que hace minutos se me ha colado en mi corazón, porque a veces y con mucha frecuencia podemos experimentarnos satisfechos con dar una limosna, rezar un rosario, asistir a la misa del gallo o cumplir con los preceptos que sugiere la santa Madre Iglesia.

El Niño Dios no podrá nacer en un pesebre cómodo, instalado, acondicionado y acomodado a gustos personales. El Niño Dios no podrá nacer en un corazón descomprometido, de aparente solidaridad y mirando más al mundo y sus intereses que a los problemas de los pobres, excluidos y marginados.

El Niño Dios sólo nacerá en aquellos pesebres preocupados por calentar a todos los que padecen frío; en aquellos que tratan de satisfacer y saciar a los que padecen hambre, material y espiritual; en todos aquellos que buscan aliviar el sufrimiento de los que sufren, y, sobre todo, en aquellos comprometidos en amar a su estilo y compromiso.

Por eso, tal y como empezaba esta reflexión, es bueno estar preocupado, inquieto y comprometido con la realidad que nos rodea y, sobre todo, en estar disponible para servir a los demás, porque haciéndolo nace el Señor dentro de nuestros corazones. Preocupados, pero en paz, sabiendo que en el Señor estamos seguros y salvados. Pues, Él tomó naturaleza humana y se hizo Hombre para salvar a todos los hombres.

Pidamos que esa Gracia permanezca encendida cada día de nuestra vida. Y, hoy, celebremos ese hermoso acontecimiento con la esperanza y la alegría que el Señor nace cada noche si le abrimos nuestro corazón. Amén.

FELIZ NAVIDAD

martes, 23 de diciembre de 2014

PREGUNTARME QUÉ CAMINO TENGO QUE TOMAR ES PREPARARME PARA VIVIR LA NAVIDAD

Navidad es comparti no consumir


No es prepararme para la Navidad engalanar la casa, preparar una suculenta y apetitosa cena y sabrosos dulces. Ni tampoco intercambiar regalos o cantar villancicos. Claro que la Navidad es todo eso, ¡faltaría más!, es alegría, entusiasmo, fiesta, comidas, gozo y cánticos. Celebramos la venida del Señor, el Salvador del mundo, y no podemos esconder nuestra alegría.

Pero la Navidad, aparte de todo eso, que es consecuencia la venida del Señor, la Navidad es acoger esa venida de Jesús y darle cobijo y lugar en nuestro corazón. Y le hacemos sitio en la medida que nos esforzamos en ser pacientes, comprensivos, humildes, suaves y buenos. Es decir, en la medida que tratamos de vivir el amor.

No por mucho cantar, comer, regalarnos, felicitarnos, cumplir con visitarnos esos días y hasta portarnos bien un ratito, todo está hecho o hemos vivido la Navidad. No, la Navidad es un camino que empieza y que Jesús, que viene a este mundo, quiere recorrer contigo. Navidad es pues, dar el pistoletazo de salida a ese camino y empezar a dejarlo salir de nuestro corazón.

Navidad es mecer la cuna del Niño Dios y crecer con Él. Crecer en allanar los caminos, enderezar lo escabroso, igualar las colinas... Navidad es hacer del jardín de mi corazón un huerto florido de amor.