Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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martes, 12 de diciembre de 2023

ORACION: ADVIENTO LUNES

Señor, yo quiero acogerte en este adviento, en esta navidad, quiero abrirte las puertas de mi corazón de par en par.

Sabes que mi mayor deseo es trabajar en tu viña, para que la esperanza y el amor de la Navidad lleguen a todos.

Señor, quiero acogerte, pero pocas veces encuentro tiempo. Deseo trabajar en tu viña, pero me dedico a otras cosas.

Ayúdame, Señor, a no dejarme llevar por el orgullo, la pereza, el miedo, la prisa, el qué dirán, los compromisos que me fabrico para sentirme importante.

Líbrame de todo lo que me aleja de lo que más quiero y deseo: vivir contigo, acoger tu amor, trabajar a tu lado, en favor de los más débiles, para construir juntos tu Reino.

Señor, que no sea de los primeros en querer y desear y de los últimos en ponerme manos a la obra. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

viernes, 8 de diciembre de 2023

MEDITACION ADVIENTO

"El Adviento me habla de alguien que ha de venir y tengo que esperar. De alguien que puede cambiar mi vida para siempre. El Adviento me invita a desear lo que aún no tengo. Un amor que abrace mi vida. Una resurrección desde la muerte en la que a veces me encuentro. El Adviento es una oportunidad que se me brinda para experimentar un cambio que todavía no llega.

Me gusta pensar en ese Dios oculto en los cielos que desciende a mi vida para cambiar los corazones. Él baja a mí en medio de mis cruces y dolores. Viene a mí cuando me siento perdido en mi noche. Cuando no invoco su nombre. Cuando no salgo de mi sueño. Cuando parece no haber esperanza. Entonces viene para abrazar mi cuerpo herido. Viene a mí."

(sermonje.eu)

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

jueves, 7 de diciembre de 2023

ORACIÓN ADVIENTO.

Prepara mi corazón, Señor, para que te reciba en Navidad. Ayúdame a mejorar, a cambiar mis actitudes, a pedir perdón por las cosas que no hago bien. Quiero prepararme con alegría para encontrarte. Quiero ofrecerte un corazón sencillo, bueno, generoso para que Tú vivas siempre en él. Quiero que crezcas en mi interior y me enseñes cada día a amar más a Dios y a los demás. Querido Jesús, acepta lo que te ofrezco, mi persona y mi corazón para que siempre estés a mi lado. ¡Que así sea, Señor!

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juna Carlos Medina Medina.

miércoles, 6 de diciembre de 2023

ORACIÓN ADVIENTO.

Mi espíritu y mi corazón están alerta como los ojos del centinela. Estoy esperando. Te busco, Señor. Estoy en vela. ¡Es adviento! Te busco en la oración y Tú me abres, Señor, como un amigo siempre presente, cuando se llama a la puerta. Te busco en el Evangelio y Tú te acercas, Señor, como un amigo siempre presente, cuando se le pide luz para atravesar la noche.

Te busco en la Eucaristía, con los otros cristianos, y por tu Palabra y tu Pan vienes a mí, Señor, como un amigo siempre dispuesto a ofrecer lo mejor que tiene. Te buscamos cada día y te vemos, Señor, donde se siembra la alegría, donde se elimina la mentira, donde se suprime la injusticia. Para encontrarte, Señor, ¡hay que estar en vela! Tú estás a la puerta y llamas. Llamas al espíritu y al corazón. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

martes, 5 de diciembre de 2023

ORACIÓN ADVIENTO

¿Qué me dices, Dios mío, en Adviento? Me dices que me visitas. Tú viniste a habitar entre nosotros y vendrás de nuevo al final de los tiempos. Pero ahora, ahora mismo, estás viniendo. El Adviento es para que aprenda a captar tu presencia en todo, a contemplarte cerca en cualquier situación, a celebrar un Amor que me ama sin medida, a recordar que no puedo salvarme por mí mismo. En Adviento me pides posada, mendigas acogidas. Aquí tienes tu casa, Señor; en este tiempo quiero escuchar y meditar a diario tu Palabra, recibir con más frecuencia la Eucaristía, abrazarte en el hermano más necesitado. Y así aprender lo que debe ser toda la vida. ¡Ven, Señor; ven Salvador!

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

lunes, 29 de noviembre de 2021

EN EL CAMINO DEL ADVIENTO

Estamos en el camino del Adviento – venida del Señor – y nos disponemos ya en este lunes a seguir ese camino de esperanza y de alegría que significa que el Señor viene a este mundo para liberarnos de la esclavitud del pecado.

Un pecado que nos somete y nos hace esclavos de nuestras propias pasiones, afanes y apetitos, que nacen desde nuestra propia naturaleza manchada y contagiada por ese pecado original que mata nuestro amor. Y, unidos a esa feliz maternidad de nuestra Madre, la Virgen María, morada y santuario de ese Niño Dios que, encarnado en su vientre, nos trae la liberación y salvación.

Pidamos, con confianza, con alegría y con amor que esa venida del Señor – misterio de encarnación – sea la esperanza de nuestra liberación. Amén.

 

 

Himno

De luz nueva se viste la tierra,
porque el Sol que del cielo ha venido
en el seno feliz de la Virgen
de su carne se ha revestido.

El amor hizo nuevas las cosas,
el Espíritu ha descendido
y la sombra del que todo puede
en la Virgen su luz ha encendido.

Ya la tierra reclama su fruto
y de bodas se anuncia alegría,
el Señor que en los cielos habita
se hizo carne en la Virgen María.

Gloria a Dios, el Señor poderoso,
a su Hijo y Espíritu Santo,
que en su gracia y su amor nos bendijo
y a su reino nos ha destinado. Amén.

Lunes, I semana de Adviento

 

miércoles, 23 de diciembre de 2020

¿BUSCAS TÚ RESPONDER A ESA MISIÓN QUE DIOS ESPERA DE TI?

 

Juan es contemporáneo de Jesús, y también pariente. Sus madres eran primas. Juan se adelanta unos meses a Jesús y, también, le precede en iniciar ese Plan de Salvación que Dios tiene pensado. Y del que Juan es el elegido para ser el Precursor, el que lo proclame y anuncie preparando el camino para el Señor.

Previamente, Juan se retira al desierto a prepararse y a proclamar un bautismo - con agua - de conversión y de arrepentimiento. Está cerca el Reino de Dios - proclama Juan -  e invita al arrepentimiento de los pecados y a la disponibilidad de tu corazón para recibir la Palabra del que viene enviado por el Padre.

La pregunta es clara: ¿Vivimos nosotros este tiempo de Adviento en esa humilde y sencilla actitud de espera y arrepentimiento? ¿Son nuestras Navidades fiel reflejo de esa preparación a la que Juan el bautista nos invita y nos anima a preparar? ¿Realmente, sabemos lo que celebramos y el por qué lo celebramos?

El ambiente que se va, como si se tratara de una ola formando y agigantando parece decirnos que no. El ambiente que se crea es un ambiente comercial, de consumo, de buscar pasarlo bien, comer de una manera especial y, probablemente, beber y festejarlo de una forma pagana o indiferente a lo que realmente se celebra. No parecen unas navidades de espera, de expectación y de arrepentimiento para acoger a Aquel que viene a dar verdadero sentido a nuestras vidas y a proponernos el camino que nos conduce al Reino de Dios.

Posiblemente, estábamos más pendientes de la lotería, como ahora de las fiestas y regalos que de que el Señor viniera a nuestros corazones para vivir más pendientes unos de otros y verdaderamente amarnos como nos ama nuestro Padre Dios. Pidamos que, realmente, nazca el Señor en nuestro corazones y que vivamos el verdadero sentido de la Navidad. Amén.

viernes, 20 de diciembre de 2019

MARÍA, MADRE DE DIOS Y MADRE NUESTRA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

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I M N O

Cielos, lloved vuestra justicia!
¡Ábrete, tierra!
¡Haz germinar al Salvador!

Oh Señor, Pastor de la casa de Israel,
que conduces a tu pueblo,
ven a rescatarnos por el poder de tu brazo.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

Oh Sabiduría, salida de la boca del Padre,
anunciada por profetas,
ven a enseñarnos el camino de la salvación.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

Oh Hijo de David, estandarte de los pueblos y los reyes,
a quien clama el mundo entero,
ven a libertarnos, Señor, no tardes ya.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel,
tú que reinas sobre el mundo,
ven a libertar a los que en tinieblas te esperan.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

Oh Sol naciente, esplendor de la luz eterna
y sol de justicia,
ven a iluminar a los que yacen en sombras de muerte.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

Oh Rey de las naciones y Piedra angular de la Iglesia,
tú que unes a los pueblos,
ven a libertar a los hombres que has creado.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

Oh Emmanuel, nuestro rey, salvador de las naciones,
esperanza de los pueblos,
ven a libertarnos, Señor, no tardes ya.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre
y por los siglos de los siglos. Amén.

lunes, 17 de diciembre de 2018

PREPARÁNDONOS PARA EL ADVIENTO

Resultado de imagen de Mt 1,1-17


H I M N O
Ya muy cercano, Emmanuel,
hoy te presiente Israel, 
que en triste exilio vive ahora
y redención de ti implora.

Ven ya, del cielo resplandor,
Sabiduría del Señor,
pues con tu luz, que el mundo ansía,
nos llegará nueva alegría.

Llegando estás, Dios y Señor,
del Sinaí legislador,
que la ley santa promulgaste
y tu poder allí mostraste.

Ven, Vara santa de Jesé,
contigo el pueblo a lo que fue
volver espera, pues aún gime
bajo el cruel yugo que lo oprime.

Ven, Llave de David, que al fin
el cielo abriste al hombre ruin
que hoy puede andar libre su vía,
con la esperanza del gran día.

Aurora tú eres que, al nacer,
nos trae nuevo amanecer,
y, con tu luz, viva esperanza
el corazón del hombre alcanza.

Rey de la gloria, tu poder
al enemigo ha de vencer,
y, al ayudar nuestra flaqueza,
se manifiesta tu grandeza. Amén.
De Laudes, 17 de diciembre,
 3ª semana de Adviento

domingo, 2 de diciembre de 2018

ADVIENTO

Resultado de imagen de Lc 21,25-28.34-36


Himno
De luz nueva se viste la tierra,
porque el Sol que del cielo ha venido
en el seno feliz de la Virgen
de su carne se ha revestido.

El amor hizo nuevas las cosas,
el Espíritu ha descendido
y la sombra del que todo puede
en la Virgen su luz ha encendido.

Ya la tierra reclama su fruto
y de bodas se anuncia alegría,
el Señor que en los cielos habita
se hizo carne en la Virgen María.

Gloria a Dios, el Señor poderoso,
a su Hijo y Espíritu Santo,
que en su gracia y su amor nos bendijo
y a su reino nos ha destinado. Amén.

I Domingo de Adviento (Laudes), solemnidad
                                                                                                                          

domingo, 27 de noviembre de 2016

TIEMPO DE ESPERA Y PREPARACIÓN

Estamos en espera, Señor, de tu próxima venida. Es tu Palabra la que nos ha revelado esa promesa y tu Palabra es Palabra de Vida Eterna. Pero no es una espera pasiva ni indiferente, sino una espera activa, vigilante y en constante preparación. ¿Y qué significa prepararnos? 

Prepararnos, entiendo humildemente, que es estar abiertos al amor y a dejarnos amar. Prepararnos es estar en íntima relación con el Señor de tal manera que sea Él quien dirija mi vida. Prepararnos es perseverar en un diálogo abierto con el Señor que filtre todos los actos de mi vida por su Voluntad. Prepararnos es dejarnos modelar por su Voluntad. 

Y eso exige tener al Señor dentro de nuestro corazón en todo momento. Pero esa preparación como espera, Señor, descubrimos que sin Ti, nos es imposible sostener y realizar. Por eso, en este nuevo tiempo de adviento que hoy empieza, te pedimos paz, sabiduría y fortaleza para poder guardarnos de todas aquellas tentaciones que nos impiden cumplir tu Voluntad.

Hay momentos que la espera se nos hace larga, y también nos cuesta mantenernos en actitud vigilante. El camino se empina en muchas circunstancia de la vida y se nos hace difícil subirlo. Danos, Señor, la sabiduría y perseverancia para saber esperar y mantenernos fieles a tu Palabra. Danos, Señor, la paz y fortaleza para sostenernos firmes y fieles a tu Palabra y perseverar en la espera de tu segunda venida.

En tus Manos, Señor, nos abandonamos y expectantes y alegres aguardamos tu segunda venida esperanzados de, por tu Misericordia Infinita, estar entre tus elegidos y a tu derecha. Amén.

domingo, 6 de diciembre de 2015

PREPARANDO EL CAMINO



Preparemos los caminos
ya se acerca el Salvador
y salgamos, peregrinos,
al encuentro del Señor.

Ven, Señor, a libertarnos,
ven tu pueblo a redimir;
purifica nuestras vidas
y no tardes en venir.

El rocío de los cielos
sobre el mundo va a caer,
el Mesías prometido,
hecho niño, va a nacer.

Te esperamos anhelantes
y sabemos que vendrás;
deseamos ver tu rostro
y que vengas a reinar.

Consolaos y alegraos,
desterrados de Sión,
que ya viene, ya está cerca,
él es nuestra salvación.


6 de diciembre de 2015, 
II domingo de Adviento. Ciclo C.
Oración de la mañana (laudes) 

lunes, 30 de noviembre de 2015

DESPIERTA E INQUIETA MI CORAZÓN PARA QUE PUEDA SEGUIRTE, SEÑOR



Uno de los peores y grandes errores, si no es el mayor, es pensar y creer que tú sólo te bastas para seguir al Señor. Y, más todavía, que puedes, por tus propias fuerzas, tener fe. Nada más imposible y disparatado, y propenso al fracaso que pensar así. La fe es un don de Dios, y será ella la que despertará la inquietud en tu corazón acomodado y endurecido por las cosas de este mundo.

Y se necesita, ineludiblemente, estar inquieto para buscar, pues quien no lo está no busca, ya que no necesita buscar. Sólo busca quien necesita. Así, la cierva busca agua para saciar su fe aun a riesgo de su vida. Por eso, Señor, hoy quiero, a comienzo del Adviento, pedirte esa Gracia: Dame fe e inquietud de buscarte todos los instantes de mi vida.

Despierta e inquieta mi corazón, Señor, para que pueda seguirte. Tal como hizo Andrés, Pedro, Santiago y su hermano Juan. Yo también, a pesar de mi pobreza, mis limitaciones, mis pecados y mis fracasos, quiero responder a tu llamada con un Sí que llene todo mi corazón y lo disponga a servirte como cuna para que nazcas dentro de mi y llenes toda mi vida.

Gracias, Señor, por todo lo recibido, pero quiero pedirte que me des la Gracia y la sabiduría de poner todo lo que me has regalado, gratuitamente, al servicio de todos los hombres y mujeres. Porque ese es tu Mensaje y para eso naces de nuevo cada día dentro de mí. Y porque eso será la consecuencia de seguirte, Señor. De tal forma que de no hacerlo mentiría si dijera que te sigo.

Y, Señor, me descubro pobre, limitado e incapaz de ser digno de tu amor y de ser discípulo Tuyo. Necesito tu Gracia para, en y por Ella, ser capaz de seguir tus pasos y vivir en tu Palabra cumpliendo tu Voluntad. Para eso, Señor, sin Ti no soy ni puedo nada. Amén.

domingo, 29 de noviembre de 2015

SEÑOR, QUE MI CORAZÓN SEA CUNA DE TU NACIMIENTO



Cada Navidad experimento deseos de vaciar mi corazón de tantas cosas superfluas que desplazan tu lugar y me dejan vacío. Quiero, Señor, apartar todas aquellas cosas que me alejan de Ti, para que Tú puedas nacer cómodamente en mi pobre corazón. Quiero y deseo hacerlo pobre, porque sé que a Ti sólo te gusta nacer en un lugar pobre y humilde.

Rehúyes toda grandiosidad y majestuosidad de poder y de fuerza. Naces sin hacer ruido y sin anunciar tu Gloria. Anuncias tu nacimiento a los pastores, excluidos de la sociedad de aquella época, y proclamas la Buena noticia de salvación en la humildad de un sencillo y humilde pesebre.

Así quiero yo, Señor, nacer de nuevo en Ti, dejándote todo mi corazón para que lo llenes de tu humildad y sencillez y lo transformes en un corazón limpio de todas las preocupaciones, libertinaje y embriaguez que lo puedan contaminar y destruir. Dame, Señor, la capacidad y la Gracia de perseverar y sostenerme en el camino de seguirte hasta que Tú decidas volver de nuevo.

Líbranos, Señor, de todas las apetencias humanas que nos acomodan y nos distancia de tu amor, y del amor a todos los hombres. Mantennos despiertos para saber discernir e interpretar todos aquellos signos que nos descubren tu Gloria y tu segunda venida. Y danos la Gracia de estar preparados para recibir al Señor firme y viviendo en su Palabra.

Señor, que mi corazón sea la cuna que te acoja y te caliente para que, dentro de mí, crezca  en humildad, sabiduría y amor, y, con mi vida, dé testimonio de tu presencia entre los hombres. Amén.

lunes, 8 de diciembre de 2014

TAMBIÉN YO SOY VISITADO



No pensemos que nuestro Padre Dios visitó sólo a María. María fue la puerta para que el Señor se encarnara, y, y de esa manera, hecho carne como nosotros, visitarnos también a cada uno de nosotros. El Señor te invita a que le dejes nacer cada día en tu corazón. Te anuncia, como a María, que eres lleno de Gracia y espera tu sí como se lo dio María, su Madre.

No hay diferencias, sino que María dijo sí y tú y yo nos lo pensamos y todavía no hemos respondido de forma clara y firme. Hoy, y cada día, es tiempo favorable para decir "Sí". Un sí firme como el que dio María y abrirle las puertas de nuestros corazones al Espíritu de Dios, y someternos a su Voluntad despojándonos de la nuestra. 

Te pedimos Espíritu Santo que tomes nuestro corazón y hagas de nosotros esclavos del Señor, como María, su Madre, y se haga su Voluntad en nuestros corazones. Haz que cada día de este adviento sepamos decir que sí al anuncio de salvación que Juan el Bautista nos propone, y de preparar nuestro corazón arrepentido para entregarlo al Espíritu que nos purifica y nos fortalece.

No estamos en el desierto, Señor, pero queremos hacer de nuestro interior un desierto que nos ayude a meditar, a despojarnos y a apartarnos de todos aquellos ruidos que nos impiden oírte y escucharte. Sabemos que para nosotros es imposible lograrlo, pero contigo y en tu Espíritu podemos conseguirlo.

Sé, Señor, que en Ti puedo confiar y abandonarme, en y con la esperanza, de ir transformando las apegos y pasiones de mi corazón en desprendimientos y generosidad de actos de amor. Amén.