Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
Mostrando entradas con la etiqueta al pie de la Cruz. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta al pie de la Cruz. Mostrar todas las entradas

miércoles, 15 de septiembre de 2021

DAME LAS FUERZAS, SEÑOR, PARA CARGAR MI CRUZ SOBRE MIS HOMBROS

 

Es obvio que mi cruz pesa, pero si es la que me toca, seguro, Señor, que, contigo, tendré las fuerzas necesarias para soportarla y llevarlas sobre mis hombros. Sé que, a lo largo del camino su peso puede ser insoportable, pero, también sé que, contigo, Señor, la carga se hace liguera y más suave. Por eso, te ruego, mi Señor, que me acompañes en mi camino de cruz, porque, yo quiero cargarla contando contigo.

Experimento que mis fuerzas fallan, se desgastan y siento deseos de abandonar la lucha. Mis hombros se desgastan y quedan maltrechos. Pero, ¡Señor, a Ti te pasó lo mismo! ¡Y no protestaste, no te rebelaste ni salió de tu boca ninguna queja!  ¿Por qué, Señor, no soy capaz de mirarte y tomar fuerzas y ejemplo de Ti?

Tú, Señor, lo lograste y venciste a la muerte, ¡Resucitaste! ¿Por qué me fe se desvanece y se debilita? ¿Acaso no creo en Ti? Dame, Señor, esa fuerza que necesito y aumenta mi fe para cargar sobre mis hombros esa cruz que me pertenece soportar. Y, sobre todo, aceptarla y añadirla a tu Cruz para que, por tu Gracia, sea fuente de purificación para todos nuestros pecados.

Gracias, Señor, porque, a pesar del dolor, que Tú me alivias, experimento que mi carga - aunque su peso permanezca - se hace más llevadera y ligera. Encuentro, aún con el dolor, sentido a mi vida y a mis sufrimientos, porque, Tú, mi Señor, has venido a aliviarnos, a salvarnos y a darnos las fuerzas para vencerlos permaneciendo a tu lado en gozo de plenitud eterna. Y, gracias también por tu Madre, que me la das como Madre y, junto a ella encuentro cobijo, fuerza, testimonio y ánimo para permanecer fiel a la Cruz donde está nuestra salvación. Amén.

viernes, 15 de septiembre de 2017

H I M N O

 HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.




La Madre piadosa estaba
junto a la cruz y lloraba
mientras el Hijo pendía;
cuya alma, triste y llorosa,
traspasada y dolorosa,
fiero cuchillo tenía.

¡Oh cuán triste y cuán aflicta
se vio la Madre bendita,
de tantos tormentos llena!
Cuando triste contemplaba
y dolorosa miraba
del Hijo amado la pena.

Y, ¿cuál hombre no llorara,
si a la Madre contemplara
de Cristo, en tanto dolor?
¿Y quién no se entristeciera,
Madre piadosa, si os viera
sujeta a tanto rigor?

Por los pecados del mundo,
vio a Jesús en tan profundo
tormento la dulce Madre.
Vio morir al Hijo amado,
que rindió desamparado
el espíritu a su Padre.

¡Oh dulce fuente de amor!
hazme sentir tu dolor
para que llore contigo.
Y que, por mi Cristo amado,
mi corazón abrasado
más viva en él que conmigo.

Y, porque a amarle me anime,
en mi corazón imprime
las llagas que tuvo en sí.
Y de tu Hijo, Señora,
divide conmigo ahora
las que padeció por mí.

Hazme contigo llorar
y de veras lastimar
de sus penas mientras vivo;
porque acompañar deseo
en la cruz, donde le veo,
tu corazón compasivo.

¡Virgen de vírgenes santas!
Llore yo con ansias tantas
que el llanto dulce me sea;
porque su pasión y muerte
tenga en mi alma, de suerte
que siempre sus penas vea.

Haz que su cruz me enamore
y que en ella viva y more
de mi fe y amor indicio;
porque me inflame y encienda,
y contigo me defienda
en el día del juicio.

Haz que me ampare la muerte
de Cristo, cuando en tan fuerte
trance vida y alma estén;
porque, cuando quede en calma
el cuerpo, vaya mi alma 
a su eterna gloria. Amén.


Nuestra Señora, la Virgen de los Dolores, memoria obligatoria
                                                                                                                   Común de Santa María Virgen
                                                                                                     Salterio: viernes de la tercera semana

sábado, 15 de abril de 2017

JUNTO A LA SOLEDAD DE MARÍA





Himno

La Madre piadosa estaba
junto a la cruz y lloraba
mientras el Hijo pendía;
cuya alma, triste y llorosa,
traspasada y dolorosa,
fiero cuchillo tenía.

¡Oh cuán triste y cuán aflicta
se vio la Madre bendita,
de tantos tormentos llena!
Cuando triste contemplaba
y dolorosa miraba
del Hijo amado la pena.

Y, ¿cuál hombre no llorara,
si a la Madre contemplara
de Cristo, en tanto dolor?
¿Y quién no se entristeciera,
Madre piadosa, si os viera
sujeta a tanto rigor?

Por los pecados del mundo,
vio a Jesús en tan profundo
tormento la dulce Madre.
Vio morir al Hijo amado,
que rindió desamparado
el espíritu a su Padre.

¡Oh dulce fuente de amor!
hazme sentir tu dolor
para que llore contigo.
Y que, por mi Cristo amado,
mi corazón abrasado
más viva en él que conmigo.

Y, porque a amarle me anime,
en mi corazón imprime
las llagas que tuvo en sí.
Y de tu Hijo, Señora,
divide conmigo ahora
las que padeció por mí.

Hazme contigo llorar
y de veras lastimar
de sus penas mientras vivo;
porque acompañar deseo
en la cruz, donde le veo,
tu corazón compasivo.

¡Virgen de vírgenes santas!
Llore yo con ansias tantas
que el llanto dulce me sea;
porque su pasión y muerte
tenga en mi alma, de suerte
que siempre sus penas vea.

Haz que su cruz me enamore
y que en ella viva y more
de mi fe y amor indicio;
porque me inflame y encienda,
y contigo me defienda
en el día del juicio.

Haz que me ampare la muerte
de Cristo, cuando en tan fuerte
trance vida y alma estén;
porque, cuando quede en calma
el cuerpo, vaya mi alma 
a su eterna gloria. Amén.