Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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viernes, 13 de marzo de 2020

RENDIDOS AL DESAMOR

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

Es más fácil dejarse llevar por la corriente, pues no necesitas esfuerzo y, simplemente, dejarte llevar cómodamente instalado. Eso te permite satisfacer tus apetitos y satisfacciones priorizándolas como lo políticamente correcto ante la realidad de lo que realmente es lo que debes hacer, lo verdadero, justo y para el bien de todos. Es lo que hacían los escribas y fariseos del tiempo de Jesús, dictaban leyes que luego ellos se las aplicaban según sus apetencias y satisfacciones.

Y hoy no estamos lejos de esa realidad. Se dicen muchas cosas, pero se aplican otras. La realidad política, por ejemplo, de nuestra propia nación, nos descubre eso que compartimos en estos momentos. Todos decimos lo que decimos y conviene decir, pero, luego, hacemos lo que nos conviene. Priorizamos nuestros intereses ante que los intereses de los demás y hasta los del bien general. Así descubrimos muchas injusticias y un mundo donde el desamor, las mentiras e injusticias están por encima de la verdad, la justicia y el amor.

Hacen falta hombres y mujeres, comprometidos y creyentes en la Buena Noticia que Jesús nos propone y dispuestos, injertados en el Espíritu Santo, a vivir en el amor y en la verdad aplicando la justicia. Creyentes que entiendan que, a pesar de las dificultades de cada día, nuestra victoria es segura porque vamos auxiliados y asistidos por el Espíritu Santo que nos dará todo lo necesario para superar y fortalecer nuestra voluntad ante los obstáculos y tentaciones que el mundo nos presenta.

Jesús nos lo explica en esta clara y reveladora parábola de la viña lo que realmente ocurre en nuestro mundo de hoy. La ambición, el afán de poder, las riquezas y el entender la vida como nos parece y siguiendo nuestros apetitos y satisfacciones nos lleva a enfrentarnos, al desamor, la injusticia, la mentira y la muerte. Pidamos que nuestros corazones, endurecidos por nuestros egoísmos, sean transformados por la acción del Espíritu Santo, y, para ello, pongamos nuestro esfuerzo, nuestros talentos, nuestras oraciones y todo lo que hemos recibido del Señor en sus Manos, para que, por su Gracia, nuestros corazones endurecidos se suavicen y se abran a amar en verdad y justicia. Amén.