Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
Mostrando entradas con la etiqueta defensa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta defensa. Mostrar todas las entradas

sábado, 4 de abril de 2020

¿Y TÚ, LO ACEPTAS, LO DEFIENDES O LO EXCLUYES?

Para reunir a los hijos de Dios dispersos (Juan 11,45-57)
La pregunta que flota en el ambiente es: ¿lo aceptas, lo defiendes o lo excluyes? Porque, también ha venido a salvarte a ti y la resurrección de Lázaro, que fue la que desató la decisión de matar a Jesús, es el fundamento de nuestra fe. Dice el Evangelio que muchos creyeron y nos importa en esta reflexión saber lo que piensas tú. Porque, también dice el Evangelio que otros no creyeron y fueron a avisar a los fariseos contándoles lo que había hecho Jesús.

Esa resurrección marca también la nuestra. Si Jesús ha resucitado a Lázaro, también lo podrá hacer con otros. Y eso significa que en Él resucitaremos todos los que le creamos y vivamos conforme a su Palabra. Los judíos vieron que su tinglado de mando y dominio sobre el pueblo se venía abajo y decidieron darle muerte. Y sigue, a través de la historia sucediendo lo mismo con sus seguidores. Quieren excluir a Jesús de la sociedad, porque la Verdad siempre molesta a los que deciden vivir en la mentira y la injusticia.

Hoy, Señor, nosotros queremos pedirte luz y sabiduría para perseverar en tu Palabra. Queremos pedirte fortaleza para sostenernos firmes en tu seguimiento, a pesar de saber que, como Tú, tendremos que cargar con nuestras propias cruces hasta el extremo de dar la vida por Ti. Sabemos que con nuestras propias fuerzas no podemos soportarlo, pero, abiertos y entregados al Espíritu Santo que nos acompaña desde el día de nuestro bautismo, lo conseguimos.

Porque, Tú, Señor, nos lo has prometido, y tu Palabra siempre se cumple. Así sucedió con Lázaro, con el hijo del funcionario real y otros. Y, lo más importante, tu propia Resurrección, Señor, por la que creemos que sigues y caminas entre nosotros dándonos esa fortaleza y valor que necesitamos ante los que quieren quitarte del medio. Porque, Tú, Señor, estás en cada uno de nosotros. Gracias Señor. Amén.

sábado, 9 de agosto de 2014

LA PROMESA DE TU DEFENSA



Me da mucha confianza tu Palabra Señor, y tengo puesta toda mi esperanza en la promesa de tu defensa. Sé que estando de tu parte, Tú me defenderás delante de tu Padre. Pero, también me siento débil y temo que el peligro que me tiende el Maligno pueda arrastrarme y vencerme, y perder mi alma.

Por eso, Señor, levanto mis ojos y busco en tu mirada la sabiduría, el valor y la fuerza para resistirme a las tentaciones que el Maligno me tienden.Sé que si voy solo estoy perdido, pero yendo en tu compañía me siento fuerte y seguro, y el miedo es vencido.

 Y eso es lo que te pido, Señor. No quiero riquezas, ni poder, ni privilegios y honores. Sólo quiero tener la sabiduría y la fuerza de alejarme del peligro que el camino me tiende para distanciarme de ti y perder mi alma.

Dame la Gracia de no perderme ni separarme de Ti, mi Señor. Amén.