Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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lunes, 24 de marzo de 2014

ME CUESTA ESCUCHAR A LA GENTE QUE CONOZCO



Siempre nos es más grato disponer mejor nuestra actitud  de atenta escucha a la voz y mensaje de un extraño o forastero que a la de nuestros propios conocidos y gente de nuestro mismo pueblo. Parece algo contradictorio, pero es la triste realidad. Somos más propensos a escuchar a otros por su novedad y desconocimiento que a los nuestros propios.

Se producen más conflictos dentro de la comunidad que con otras comunidades. Jesús nos lo revela hoy y se cumple en su mismo tiempo con la viuda de Sarepta y el libio Naamán. Posiblemente sea porque nuestro corazón esté endurecido y presto más a lo nuevo y novedoso que a lo conocido. Sea lo que sea, la verdad es que eso se repite hoy también.

Por eso, Señor, te pedimos que suavices nuestros oídos y ablandes nuestros corazones para que seamos capaces de escuchar tu Voz en las voces de los hermanos y de la propia comunidad. Danos la humildad y la sabiduría de abajarnos y de abrir nuestro entendimiento a la verdad del Evangelio, y de escucharla en el Espíritu Santo según donde Él quiera soplar.

Porque el Señor se vale de lo más débil y pobre para revelar la Verdad de su Mensaje. Amén.