Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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sábado, 11 de diciembre de 2021

EN TI, SEÑOR, ESTÁ PUESTA TODA NUESTRA ESPERANZA

 

Estamos inmerso en un mundo cambiante, una mundo donde tu Palabra, Señor, se arrincona, no se le escucha y se le persigue. Hay muchos lugares de este mundo donde tu Palabra y tus seguidores están en peligro y muchos hasta el extremo de dar sus vidas por defender la Buena Noticia que Tú, mi Señor, anunciaste.

Hoy sigue sucediendo lo mismo que sucedió en el tiempo de Juan el bautista, nadie escucha tu Palabra y hay una fuerte tendencia a expulsarte de los colegios y de la sociedad. Quieren recluirte, si no que desaparezca, en la sacristía. Todos quieren ignorarte y borrarte de la historia. Y, todos nosotros – creyentes y seguidores de tu Palabra – seguimos en pie y firmes gracias a la fuerza y asistencia del Espíritu Santo.

Hoy, ante esta dura travesía que se nos presenta, queremos, Señor, pedirte que nos des esa fortaleza y sabiduría para sostenernos firmes en tu Palabra. No desfallecer y arriar la bandera de la fe sabiéndote cerca de cada uno de nosotros y que nos defiende y sostiene firmes. Danos fortaleza, Señor, y aumenta nuestra fe para que podamos y sepamos con entereza, gozo y alegría proclamar tu Palabra a pesar de la tempestad y amenazas. Amén.

martes, 27 de abril de 2021

¡HAZ, SEÑOR, QUE RESPONDA A TU PALABRA!

 

No basta, Señor, decir que escucho tu voz, que voy a la Eucaristía todos los días, que, incluso, participo en la parroquia y muchas cosas más. Sabemos, o debemos saber, que lo importante es tener un corazón como el Tuyo y amar a tu estilo y de la misma forma que Tú nos ama a cada uno de nosotros. Pero, también sabemos que somos limitados y míseros y sin Ti nada podemos hacer.

Necesitamos, no solo escuchar tu Palabra, sino también interiorizarla, meditarla y, dócilmente llevarla a nuestra vida. Me pregunto si obedezco tu Palabra ante que la de los hombres, sobre todo la que me ofrece el mundo con sus seducciones, placeres y comodidades.

Quiero seguirte, Señor, y escuchar tu Palabra con el serio compromiso de comprometerme y obedecerte. Quiero seguir tus pasos, escuchar tu Voz y vivir en tu Palabra poniendo mi vida en tu servicio. Pero, en esos momentos experimento mis flaquezas y debilidades, y me siento pobre, frágil y muy propenso al desaliento, desfallecimiento y abandono. Necesito tu fuerza, Señor, y la Gracia de tu Espíritu para poder vencer mi desidia y mis pecados.

Dame, Señor, la Gracia de tu Espíritu y la fuerza de tu Amor para, injertado en Ti, ser capaz de vencerme y ponerme en tus Manos. Porque, Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. No hay vida, ni camino ni verdad sin Ti. Abre y fortalece mi corazón, Señor, para que tu Palabra sea el centro de mi corazón. Amén.

sábado, 6 de enero de 2018

TÚ, SEÑOR, ERES CAMINO, VERDAD Y VIDA


Es importante, muy importante escucharte, Señor. Quizá la estrella de este día es el descubrir la gran importancia de la escucha. Porque, cada día amanece una estrella que nos indica el camino para seguirte. Porque, tu seguimiento nunca tiene fin en este mundo en el que vivimos.

Siempre es Navidad, porque siempre es día de Buena Noticia de Salvación, y porque cada día nace una nueva estrella que te señala el camino hacia el Señor. Tenemos necesidad luz, pero de una Luz que verdaderamente alumbre con sabiduría divina. Esa sabiduría que viene de arriba y no es de este mundo. Esa Luz que es capaz de alumbrar nuestro camino y que nos indique donde vives y donde moras. Porque, queremos, Señor, estar y permanecer en Ti. Ayúdanos a descubrir la estrella de cada día de nuestra historia, y a, fortalecido por tu Espíritu, encontrar la voluntad de seguirte como aquellos magos de oriente.

Gracias por tantas estrellas que me has regalado hasta este momento. Estrellas que ha cumplido con su misión de alumbrar. La Madre Iglesia, los grupos parroquiales, las pequeñas comunidades; la familia y por tantos testimonios que, como fogonazos de  luces, han alumbrado mi camino. Gracias, Señor, por la vida: también por Internet, donde nos fortalecemos compartiendo nuestra fe y anunciando la Buena Noticia de Salvación.

Gracias, Señor, una vez más por todo lo recibido. Te pido que yo también sepa darlo de forma gratuita según lo he recibido. Sin escatimar esfuerzos y dándome plenamente hasta el último momento de mi vida, y según tu Voluntad, porque si es la mía lo estropeo todo.

Gracias, Señor, por ser Tú mi estrella y guiarme, en el Espíritu Santo, hasta donde Tú has tomado nuestra naturaleza humana, Belén, y te has hecho Hombre, naciendo del vientre inmaculado de nuestra Madre María, para entregando tu Vida pagar por nuestros pecados y merecer para nosotros la salvación.

jueves, 28 de diciembre de 2017

SE TRATA DE CONFIAR MÁS QUE HACER

A veces dejamos todo a nuestra capacidad de reacción y a nuestro poder de solucionar los problemas que se nos plantean. Y a veces nos damos cuenta que nada podemos hacer. Siempre podemos hacer algo, al menos rezar. Rezar siempre, porque aunque sintamos que podemos salir con nuestras propias fuerzas, no perdamos nunca la humildad de ponernos en Manos del que lo puede todo.

Y ese es nuestro problema, confiar en nosotros o en otros que, como nosotros, poco pueden solucionar. Es verdad que necesitamos actuar y poner todo lo que podamos de nuestra parte, pero siempre la última palabra la tiene el Señor. Sobre todo si se la pedimos. Recordemos que Él nos ha pedido que insistamos, que pidamos y que llamemos. Y si nos lo dice es porque quiere que lo hagamos, porque cuando lo hacemos es que confiamos en Él.

Y el problema que se nos plantea hoy en el Evangelio es el de la escucha y la confianza. Y eso no está en nuestras manos. José, el bueno esposo de María, necesitó la insinuación del Ángel para entender tanto lo del nacimiento del Niño Dios, como lo de la huida a Egipto. Pero, también es verdad que él puso mucho de su parte. Estaba abierto y a la escucha de la voz de Dios, y, a la menos señal, obedecía confiando en el Señor. 

También nosotros escuchamos muchas veces la voz que nos señala el camino. Al menos sabemos por donde no debemos ir. Distinguimos lo que está bien de lo que no lo está. Pero, ¿hacemos caso a esa voz de nuestra conciencia que nos habla y nos indica el camino? ¿Escuchamos la Palabra de Dios en el Evangelio y tratamos de obedecerla? ¿De hacerla vida en mi vida?

Tratemos de hacer lo que podamos, pero, pongamos más esfuerzo en escuchar la voz de Dios y de esforzarnos en seguirla. Y, para eso, necesitamos pedírselo e insistir como Él nos sugiere. No nos cansemos y continuemos siempre pidiéndole que nos dé esa sabiduría divina que nos ilumine para seguir el camino que Él nos señala y dejar el que nos lleva a la perdición. Amén.

martes, 14 de noviembre de 2017

RECONOCER NUESTRA PEQUEÑEZ

A pesar de escucharlo, como otras tantas cosas, se nos hace difícil darnos gratuitamente. Y se nos hace difícil porque nos cuesta reconocer nuestra inutilidad y nuestra total dependencia de Padre Dios. No somos nada. Todo le pertenece, incluso nuestra vida. De Él venimos y a Él iremos. Sin embargo, el pecado está permanente ahí. La arrogancia con la que el hombre se hace dueño del árbol de la Ciencia del bien y del mal rechazando a Dios.

Incluso, experimentamos la sensación de agradecimiento por parte de Dios cuando hacemos alguna obra buena. Nos creemos, aunque inconscientemente, que Dios nos agradece todos nuestros buenos actos y que le hacemos un favor cuando obramos bien. ¡Qué necio somos! Cuando todo nos ha sido dado gratuitamente para nuestro bien y salvación.

Realmente, debemos ponernos en oración y pedirle al Señor que nos dé esa sabiduría divina de sabernos sus hijos, y sin ningún mérito para recibir recompensa. Todo lo que tenemos le pertenece y ya es mucho, pues nos ha sido dada la vida y el gozo de vivir con alegría y paz en su presencia. Toda recompensa sobra, pues somos nosotros mismos, por decirlo de alguna manera, nuestra propia recompensa.

Por lo tanto, perdona, Señor, todos nuestros pecados y nuestras suficiencias y danos la necesaria humildad para, no sólo reconocer, sino creérnoslo de verdad y experimentarlo en lo más profundo de nuestros corazones, que somos simples criaturas tuyas, y que ya, por el hecho de existir, ser y vivir en tu presencia y conocimiento, debemos estar agradecidos.

Danos la paciencia y la perseverancia de ser prudentes y de saber cumplir con nuestro deber y compromiso de Bautismo. Sin esperar nada a cambio, te pedimos, Señor, fortaleza para llevar a cabo nuestra misión evangelizadora y responder así con nuestro compromiso cristiano. Iluminanos para comprender que nada merecemos, pues nada tenemos y en ello gozamos y todo nos viene de Ti como don gratuito. Amén.

domingo, 3 de septiembre de 2017

¡SEÑOR, AYÚDAME A OBEDECERTE!

María es modelo de obediencia, y debe, su testimonio, servirnos para también nosotros obedecer. Ella guardaba silenciosamente muchas cosas en su corazón. Cosas que quizás no llegaba a entender, pero que no rechazaba, sino que las tenías presente obedeciendo humildemente. ¿Obedecemos también nosotros cuando no entendemos al Señor? 

Hoy vemos que Pedro cayó en el mismo pecado. Se atrevió a increpara a Señor. Conocemos la respuesta de Jesús, y la misma respuesta debemos escuchar cuando nosotros también le increpamos y tratamos de que se hagan nuestros proyectos en lugar de los que el Señor nos propone. Nuestra camino es un camino de cruz, y no tratemos de esquivarlo y tomar atajos que puedan privarnos de ese encuentro con nuestra propia cruz. Porque, ganar la Vida Eterna exige perder esta, la de este mundo caduco.

Claro, eso nos va a costar esfuerzos y sacrificios. Se hace duro el camino y la puerta se estrecha, pero eso ya nos lo ha dicho Jesús. Creamos en su Palabra como hizo su Madre, y dejemos que Él nos indique el Camino, la Verdad y la Vida. Porque, Él sabe. Es el Salvador que nos dará la Vida Eterna.

Pidamos con todas nuestras fuerzas esa Gracia y, sin perder las esperanzas, creamos que nos la concederá. Porque es Él quien quiere, más que nosotros, salvarnos. Y sabe lo que nos conviene y lo que es bueno para nosotros, a fin de no caer en la trampa del hedonismo, de la comodidad, de la holgazanería y muchas cosas más que nos conducen a vivir en el egoísmo y el placer olvidándonos de los demás.

Escuchemos el plan de Dios para cada uno de nosotros y tengamos confianza y paciencia. Él no nos envía nada superior a los talentos y cualidades que hemos recibido. Si fuera así, también nos lo haría saber. Él quiere que demos todo, y lo que nos envía exige toda nuestra fuerza. Confiemos en su Palabra y en su Poder Misericordioso. Amén.

viernes, 15 de julio de 2016

SIN DARNOS CUENTA, TRATAMOS DE CREAR UN DIOS A NUESTRA MEDIDA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS


Nos sentimos fuertes y seguros. No pensamos, ni por asombra, que el Demonio pueda o se atreva a tentarnos. Estamos seguros de nuestras fuerzas y, quizás, sin darnos cuenta pensamos que no nos hace mucha falta Dios. O, dicho de otra forma, pensamos que el tratamiento y estrategia para estar con Dios la ideo yo y la planeo yo. Incuso llegamos a pensar que no me hace falta lo que la Iglesia me diga, porque yo me las entiendo con el Señor.

Esas formas de pensar señalan y descubren una cercanía muy próxima al Maligno. Porque no pensarás que él, el Maligno, se te va a presentar de frente. Dará un rodeo y verá la mejor manera de brindarte su amistad hasta ganarte y convencerte con tus mismas armas y deseos de saber y entender las cosas de Dios. Jesús ha dejado la Iglesia para que continúe su labor. Sí, es cierto, es una Iglesia pecador, que falla, porque está compuesta por hombres como tú y como yo que fallamos. Pero no la ha dejado sola, sino que le ha enviado al Espíritu Santo, que la santifica, la hace santa y la guía protegiéndola del Maligno.

Por eso, a pesar de sus errores y fallos, continúa de pie y, a través de los siglos, sigue su camino firme proclamando el Mensaje del Señor. Conviene tener memoria y ver todo lo bueno que hay en la Iglesia, que puesto en la balanza deja a lo malo muy desdibujado y casi anulado. La labor de la Iglesia es ingente y no para de estar presente donde el clamor del hombre pide ayuda y auxilio.

También nosotros ponemos nuestros sábados, y creamos nuestras propias leyes que levantan barreras y verdaderas fronteras que nos impiden oír y escuchar al Señor. Cerramos las puertas de nuestro corazón cuando no queremos abrirlos a las exigencias del amor. Somos inflexibles ante los pecados de los demás, pero no vemos con la misma inflexibidad nuestros propios pecados. Queremos la Misericordia de Dios, pero no actuamos con esa misericordia para los demás. Exigimos nuestras propias ideas y leyes, adaptando a ese Dios que nos habla, a las nuestras y poniendo en duda las suyas.

La pregunta: ¿Qué Dios escuchamos nosotros? ¿El que nos gustaría oír según nuestras propias leyes, o el que nos propone vivir según su Voluntad? María, los apóstoles y muchos discípulos más, pasaron por esa experiencia, y hoy los conocemos porque supieron dejar sus ideas y preguntas, para seguir, escuchar e ir viviendo las que el Espíritu de Dios les iba proponiendo. Tratemos de aprender de sus ejemplos y de escuchar seriamente y dócilmente al Señor. Amén.

martes, 14 de julio de 2015

MI PADRE ESTÁ ATENTO A MIS PETICIONES



Igual que llevo años reflexionando a diario sobre el Evangelio de cada día, llevo haciendo lo mismo respecto a la oración en este rincón de oración. Cada día trato de elevar mi alma al Señor y darle gracias por darme la vida y sostenerme en su presencia. Y, aunque todas mis peticiones y gratitudes, tiene de fondo el tema de la salvación, siempre hay una esperanza nueva que llena de gozo tu alma.

Pero, lo sorprendente, es caer en la cuenta que tu Padre Dios te escucha. Te escucha porque eso fue lo que nos enseño y no dijo su Hijo Jesús. La parábola del hijo prodigo nos lo dejó muy claro. Pensando en ella me digo: ¿Es posible que mi Padre esté pendiente cada día de mi regreso? Es posible que al verme de regreso salga corriendo a mi encuentro y me llene de besos? ¿Es posible que haga una fiesta?

Si todo eso es posible, más cierto es que, mi Padre del Cielo, me escuche cada día y atienda mis peticiones. ¡Qué alegría! Porque llevo mucho tiempo pidiéndole a diario, y casi no me acuerdo de tantas cosas que le pido y por quienes le pido. Pero Él si se acordará y me habrá escuchado con gran atención todo lo que le he dicho. Y, lo más grande y esperanzador es que me hará caso. Porque Jesús nos dijo también que todo lo que pidiéramos al Padre en su Nombre nos lo daría.

Me emociono escribiendo esto, porque aunque parezca que nos cueste creerlo, yo me fío de la Palabra del Señor y creo que así es. Mi Padre del Cielo toma nota de todas mis oraciones, y me dará lo que necesito y conviene. Porque, entre otras cosas, si todo saliera al pedir de boca, ya me hubiese endiosado y engreído. Supongo que eso sería malo, porque terminaría creyéndome alguien y hasta con derechos. Supongo que el Señor sabe que camino debo llevar, y que cosas me hacen falta. Y yo confío en Él.

Pero es una alegría descubrir que nuestro Padre Dios nos escucha y nos atiende. Tengamos cuidado de no serles indiferentes como Corozaín o Betsaida, ni como Carfanaún, sino, estemos atento y presto a responderle humildemente según su Voluntad. Porque Él no nos falla. Amén.

viernes, 20 de marzo de 2015

¿ME OCURRE A MÍ LO MISMO HOY?



HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




Igual pensamos que eso ocurrió allá cuando, pero que hoy no ocurre. Tendríamos que decir que, caso que no ocurriera, se debería a que fue Jesús la primera voz que defendió la igualdad y libertad del hombre, y que hoy el hombre tiene hoy unos derechos porque Jesús los enseñó, defendió y proclamó.

Pero desafortunadamente ocurre. Ocurre porque el hombre se ha entregado al pecado, y, a pesar de su naturaleza caída, no ha luchado, asistido por el Espíritu Santo, confiando en su poder. Se ha sometido al poder de las tinieblas y se ha dejado llevar por ella. Por eso, desconoce la voz del Señor y no la escucha.

Y es más, lucha para borrarla del mundo y alejarlo de la salvación, que trae Jesús, el Hijo de Dios hecho Hombre. Por eso le buscan para matarlo, y Jesús ante tal amenaza trata de pasar inadvertido, pero llegado el momento proclama el Mensaje de salvación, pues ha sido enviado para eso.

Danos, Señor, la sabiduría y la paciencia para escucharte y superar todas las dificultades y temores que nos acechan. No permitas que el mundo nos desvíe y nos silencie tu Palabra, y que te rechacemos alegando conocerte y saber de dónde vienes. Danos, Señor, la humildad y la fortaleza de perseverar, a pesar de las dudas y tropiezos que el mundo nos pone para que no te sigamos.

Quizás no notamos tu presencia; quizás observamos que el mundo se desmorona; quizás experimentamos fracasos e incapacidad de enderezar el camino; quizás notamos desfallecer y que nuestra esperanza se disipa, pero, a pesar de todo, Tú, Señor estás ahí. Sostén nuestra fe.


sábado, 15 de noviembre de 2014

QUIERO ESCUCHARTE SEÑOR



Sé, Señor, que Tú me escuchas, Sé, Señor, que Tú tienes en cuenta todas mis peticiones, pero sé también Señor que a mí se me hace difícil escucharte. Y eso es lo que hoy Señor quiero pedirte. Quiero callarme, Dios mío, y, permaneciendo en silencio, sereno, paciente y activo, despertar mis cansados y torpes oídos y abrirlos plenamente para oír tus Palabras. Dame esa Gracia, Señor, para que pueda oírte y seguir tus sabios consejos de amor y misericordia. 

Voy a empezar por callarme Señor. Aunque piense que estoy perdiendo el tiempo y que tus Palabras no lleguen a mis viejos y sordos oídos. Yo sé que Tú me hablas, aunque yo no te escuche o sienta. Mi pobre humanidad pecadora se resiste a no oírte. Sé también que me darás esa Gracia de escucharte porque la necesito para llegar a Ti, y porque hoy en el Evangelio me lo prometes.

Sé que no soy merecedora de ella, y temo fallar y no aprovechar ese Mano amorosa que me tiendes. Depende de mí, pues me has dejado libre, pero sin Ti no podré lograrlo. Necesito tu Gracia Señor y sé que Tú lo sabes. Por eso confío en tu Amor y Misericordia, y espero pacientemente y esperanzado que recibiré esa Gracia de escucharte y esa fortaleza y voluntad para obedecerte.

Yo por mi parte me esforzaré en no dejar de insistir como esa pobre viuda a la que aludes en tu Palabra de hoy para indicarnos la necesidad de perseverar e insistir en la oración. Gracias Señor.

martes, 28 de octubre de 2014

MI VIDA IRÁ MEJOR SI LA COMPARTO CONTIGO SEÑOR



Se dice que las decisiones compartidas y consensuadas son más seguras y mejor tomadas. Es posible que escuchando a otros tengas más posibilidades de que tus decisiones sean más enriquecidas y, por consiguiente mejor tomadas.

Pero aquí no hablamos de un buen consejero, ni de los mejores asesores. Aquí hablamos del Espíritu Santo, la tercera Persona de la Santísima Trinidad, que ha sido enviada para recorrer con cada uno de nosotros nuestro propio camino. Y en Él asesorarnos, aconsejarnos e iluminarnos para tomar la decisión más oportuna y que mejor nos conviene para vivir y realizar la Voluntad del Padre.

Nunca habrá mejor consultor. Jesús nos lo testimonia en muchos momentos de su vida, y nos enseña la necesidad de una relación estrecha y orante con su Padre Dios. Nuestras decisiones las debemos llevar siempre y en cada momento a la presencia de Dios. Y en diálogo sereno, paciente y atento, entregarnos a la escucha de su Palabra y Sabiduría para, aplicada a nuestra vida, vivirla en actitud de palabra y vida en la diaria relación con nuestro prójimo.

Pidamos al Señor esa capacidad de oración silenciosa, concentrada, escuchante y atenta para, despojados y liberados de toda soberbia, ideologías y egoísmos, sepamos abrirnos a la acción del Espíritu Santo y dejarnos alumbrar por su Palabra y Acción. Amén.

viernes, 4 de julio de 2014

CON LA ESPERANZA DESPIERTA E ILUSIONADA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DONDE PUEDAS 




¿Quién sabe? Igual has recibido una llamada y no lo has advertido. No debes preocuparte, porque muchos necesitamos, no una, sino varias llamadas para despertar. Somos enfermos, el Señor lo sabe y nos cuida con mucha paciencia y misericordia. De otra forma estaríamos perdidos y sin ninguna esperanza.

He cometido muchas imprudencias en mi vida, y ahora, después de mucho tiempo, empiezo a pensar que pudieron ser toques, avisos o llamadas a seguirle. En mi caso particular, lo he compartido en mis vivencias, no procede derramarlo aquí ahora, hay momentos en los que, ahora, después de bastante tiempo descubro la mirada, la llamada y el guiño amoroso para seguirle.

Experimento momentos críticos en mi vida que no entiendo, sino es porque Dios me sostiene para que continúe mi camino tras Él. Sin embargo, mi camino sigue tribulado, bajo la sombras de mi humanidad pecadora y necesitado del Médico que me sane constantemente. 

Sí, Señor, soy uno de esos enfermos que necesita de tu curación. Quiero estar y permanecer a tu lado para ser curado. Curado en el camino de mi vida, pero curado, y eso es lo más importante, para la eternidad y el gozo de estar siempre en tu presencia.

Sálvanos Señor de toda dolencia física, pero más importante, de todo pecado que nos pueda apartar de permanecer contigo toda la Eternidad. Amén.

viernes, 25 de abril de 2014

EN ESTADO DE ALERTA Y ESCUCHA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DONDE PUEDAS






Pedro está alerta aunque no lo parezca. No permanece quieto, se retira a pescar como si pretendiera distraerse con el trabajo, pero está expectante, intuyendo que el Señor anda entre ellos. Y a la menor señal o indicación de Juan, Pedro salta despavorido al encuentro del Señor. No se atreve a decirle nada, y momentos antes había obedecido junto a los otros sus órdenes.

Quisiera Señor mantener una actitud como la de Pedro y sus compañeros. Quisiera estar presto, atento y en escucha despierta a tus indicaciones. ¿Dime Señor cómo, cuándo y dónde tengo que echar mis redes? ¿Dime Señor qué tengo que hacer y decir y cómo debo de actuar?

Y dame valor, sabiduría y fuerzas para llevar a cabo esas indicaciones que Tú me das. Sé que no tengo capacidad ni valentía para hacerlo, pero confío en tus Fuerzas Señor para llenar mis redes como hicistes con tus apóstoles.

Dirige Señor mis pasos y navega en el mar de mi vida junto a mí para que me indiques el rumbo y el momento dónde y cuándo tengo que echar mis redes. Amén.

lunes, 24 de marzo de 2014

ME CUESTA ESCUCHAR A LA GENTE QUE CONOZCO



Siempre nos es más grato disponer mejor nuestra actitud  de atenta escucha a la voz y mensaje de un extraño o forastero que a la de nuestros propios conocidos y gente de nuestro mismo pueblo. Parece algo contradictorio, pero es la triste realidad. Somos más propensos a escuchar a otros por su novedad y desconocimiento que a los nuestros propios.

Se producen más conflictos dentro de la comunidad que con otras comunidades. Jesús nos lo revela hoy y se cumple en su mismo tiempo con la viuda de Sarepta y el libio Naamán. Posiblemente sea porque nuestro corazón esté endurecido y presto más a lo nuevo y novedoso que a lo conocido. Sea lo que sea, la verdad es que eso se repite hoy también.

Por eso, Señor, te pedimos que suavices nuestros oídos y ablandes nuestros corazones para que seamos capaces de escuchar tu Voz en las voces de los hermanos y de la propia comunidad. Danos la humildad y la sabiduría de abajarnos y de abrir nuestro entendimiento a la verdad del Evangelio, y de escucharla en el Espíritu Santo según donde Él quiera soplar.

Porque el Señor se vale de lo más débil y pobre para revelar la Verdad de su Mensaje. Amén.

martes, 8 de octubre de 2013

NECESITO TU PAZ SEÑOR



Hay muchos momentos que me siento agobiado. Y muchos momentos que la paz se me esconde, o me deja solo. No encuentro sosiego y busco con que entretenerme o distraerme para encontrar tranquilidad y paz. Pero la paz que se vende en este mundo no es de buena calidad. Se gasta muy pronto y se vuelve a lo mismo.

Las cosas, los bienes y el poder no dan la paz. Al contrario, yo diría que la quitan. Y sin paz difícilmente podríamos encontrarnos y encontrar el camino que, consciente o no consciente, buscamos y anhelamos. Necesito tu paz Señor. Esa Paz que sólo tú das y que nos relaja el corazón y enciende el alma llenándola de alegría y gozo.

Por eso, de acuerdo con María, necesito estar contigo un rato cada día, unos momentos de silencio, de diálogo y sobre todo de escucha para centrar mi alma y ponerla en camino de tu Casa, con paz y sin agobios. Quizás pueda servirme este pequeño y humilde rincón para, como María, abrir mi corazón y guardarlo de los ruidos y distracciones del mundo que me rodea.

domingo, 21 de julio de 2013

LOS RUIDOS ME IMPIDEN OÍRTE



El mundo no es un buen lugar para escucharte Señor. Sí, es el lugar donde debemos aplicar lo que de Ti escuchamos y aprendemos, pero para oírte, Señor, necesitamos hacernos un espacio, un rinconcito para, tranquilos y serenos, a ejemplo de María, la hermana de Marta,  ser solo oídos para Ti.

Por eso, tenemos este "rincón para orar" donde nos acomodamos serenamente y tranquilamente a escuchar la Palabra del Señor. Te invitamos a ello y a dejarnos también tus oraciones.

Si queremos escucharte desde el ruido del mundo, seguramente no te oiremos bien, y escucharte menos. No podemos estar o servir a dos señores, pues oiremos a uno y no al otro. Necesitamos aislarnos de todo ruido y distracción para estar pendiente de Ti, y solo tener oídos para Ti.

Hoy Señor, aprovechando tu Palabra, que nos advierte del peligro de afanarnos por las cosas del mundo, te pedimos que nos dé la sabiduría de saber qué lo importante a escuchar es tu Palabra. Porque todo lo demás quedará supeditado y sometido a esa Palabra, pues es la Palabra la que nos invita y anima a amar, y el amor se hace presente en el servicio.


martes, 26 de febrero de 2013

ENSÉÑAME A ESCUCHARTE



Padre mío, perdóname por no escucharte. ¡Cuánto tiempo llevo sin escucharte! No lo sé, y me avergüenzo de ello. No he aprendido a escucharte, o no he querido aprender. ¡Padre, enséñame a escucharte! Porque cuando hablo contigo no sé realmente a quien escucho. Posiblemente me escuche yo mismo. Yo mismo me pregunto y me respondo. Y al final, se hace lo que mi voluntad dispone y desea.

¡Padre!, quiero hacer tu Voluntad. Es la meta y fin de mi vida hacerla, pero siempre tropiezo con la mía. No me puedo liberar. Mis oídos, cansados y débiles, solo escuchan mis apegos, mis deseos, mis apetencias, mis intereses... ¿Cuándo voy a aprender a escucharte?

Me doy cuenta que, por mí mismo, nunca aprenderé a escucharte. Nunca oiré lo que Tú quieres y me dices que haga. Me cuesta oírte, se me hace muy duro, me puede mi carnalidad, mi humanidad pecadora. Solo me entrego, me pongo delante de Ti, soy tuyo y no dejaré que otro me aparte de Ti. Aquí me tienes, Señor. ¡Transfórmame! ¡Conviérteme! ¡Abre mis oídos y mi corazón para no solo oírte, sino cumplir tu Voluntad!

¡Señor mío y Dios mío!, en Ti pongo todas mis esperanzas. Te pido que, al menos de momento, hasta cuando Tú decidas abrirme el corazón, no permitas que me aleje de Ti. Dame la constancia y perseverancia de seguirte, de estar cerca de Ti, aunque no sepa oírte ni escucharte. En Ti confío, Señor.