Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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domingo, 12 de abril de 2015

EL PERDÓN NECESARIO PARA SEGUIRTE, SEÑOR



Sin perdón sería imposible seguirte, Señor. Necesitamos ser perdonados para que la carga de nuestros pecados no sea un peso imposible de llevar. Somos pecadores, y Tú lo sabes muy bien, Señor, y por eso has dejado en los apóstoles el poder de perdonar los pecados. Poder que continuas en tu Iglesia, y que tus seguidores necesitamos para levantarnos y seguir la marcha.

Todos tenemos algo del hijo pródigo, y todos necesitamos esa confianza de encontrarnos un Padre que sepa perdonarnos y nos llene de besos y caricias. Sabemos también, Señor, que no merecemos nada, y menos perdón. Todo es porque eres un Padre Misericordioso y tu compromiso de Amor es tan grande que siempre nos esperas y nos perdona.

No solo, no merecemos ese perdón, sino que no lo entendemos. Nos reconocemos pobres y pecadores y eternamente agradecidos por tu Misericordia, Señor. Gracias, Dios mío, por tu Hijo Jesús, quien, entregado a una muerte de Cruz por nuestros pecados, nos ha rescatado y nos ha merecido ser dignos hijos Tuyos. Solo queremos, abandonados a tu Amor, darte las gracias y pedirte fuerza y sabiduría para seguirte.

Gracias, Señor, por tu Iglesia, porque en ella podemos encontrarte y acudir al banquete Pascual que Tú has decidido dejarnos. Gracias, Señor, por quedarte para alimentar nuestras esperanzas y fortalecernos en el amor, y convocarnos a tu derredor para, unidos, poder dar testimonio de tu Amor, amándonos.