Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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viernes, 8 de marzo de 2013

NECESITO REZAR



Todos queremos ser como aquel samaritano que atendió al judío tirado y mal herido en el camino. Todos sentimos que debemos ayudar a desvalido y necesitado. Y todos estamos dispuesto a hacerlo, pero no a cualquier precio. Ahí entra en juego nuestra ambición, nuestro ego personal y nuestras apetencias e intereses.

Ese fue el problema del sacerdote y el levita, pero no el del samaritano. Mientras unos tuvieron encuentra sus intereses, comodidades y apetencias, el otro abandono sus prejuicios, sus intereses y decidió que lo primero era ayudar a aquella persona, antes que un samaritano, y prestarle toda su atención y apoyo. Incluso compartió de la suyo preocupándose por su salud.

Jesús deja claro que nuestro prójimo no tiene rostro, ni color, ni bandera. Es todo aquella persona que, por ser persona, es hija de Dios y hermana nuestra. Y claro, el problema, lo importante ahora es ver como nos preparamos para vivirlo y realizarlo. Y descubrimos que necesitamos rezar, porque las fuerzas y desprendimientos para llevarlo a cabo no se encuentran en nosotros, sino que tenemos que pedírselas al Señor y dejarnos conducir por el Espíritu Santo.