Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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sábado, 7 de febrero de 2015

MOMENTOS DESESPERANZADOS



Hay momentos que experimentamos soledad y hasta nos sentimos abandonados, sin apoyos donde asirnos para levantarnos y emprender el camino. El mundo se nos oscurece y el camino se nos hace pequeño, agobiante y rutinario. Y desesperamos, porque no encontramos un apóstol, sacerdote, en quien refugiarnos o apoyarnos.

Posiblemente tengamos los ojos cerrados, o tapados con una venda. No es el sacerdote el médico que nos puede curar, sin desmerecer su necesidad y su valía, sino Jesús, el único Médico, el Hijo de Dios Vivo. Jesús es nuestro único y verdadero apoyo que nos salva y nos sostiene. Él está en todas partes y nos atiende y acompaña, y suple todas nuestras necesidades y carencias con su Amor incondicional. 

Él es nuestro Señor y salvador. Por eso, serenos y en paz, acudamos a Él en todo momento. No corramos ni nos atropellemos. Jesús en su Espíritu está en todas partes solicito y disponible para escucharnos, hablarnos y darnos soluciones a nuestros problemas y necesidades. Quizás no sean las que nosotros buscamos o queremos, pero serán, con toda seguridad, las que mejor nos viene para nuestra verdadera salvación.

Serenos y en paz, busquemos al Señor en la esperanza de sabernos escuchados, atendidos y salvados por su Infinito Amor y Misericordia. Amén.