Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
Mostrando entradas con la etiqueta tierra buena. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta tierra buena. Mostrar todas las entradas

sábado, 10 de abril de 2021

HAZ, SEÑOR, FÉRTIL LA TIERRA DE MI CORAZÓN

 

Corremos el riesgo de que nuestra buena tierra, la de nuestro corazón suave y bueno, se endurezca e impida que la semilla plantada en él eche raíces y dé buenos frutos. Los afanes y ambiciones de este mundo pueden ahogar esa semilla de fe sembrada en nuestros corazones. Por tano, estemos vigilantes y atentos a no desviarnos del Camino, de la Verdad y de la Vida.

 Y es que, solo en la cercanía de Jesús y siguiendo sus huellas lograremos suavizar y ablandar la tierra de nuestro corazón, para, luego acoger la semilla de la fe sembrada en él y favorecer su crecimiento hasta el punto de convertirnos en testigos fieles de su Resurrección. Danos, Señor, la fortaleza y firmeza de la fe, para disipar toda duda y, por el contrario, nos afirme en ser testigos fieles de su Resurrección.

Danos, Señor, la fortaleza y firmeza de la fe que disipe toda duda y nos afirme en ser testigos fieles de tu Resurrección. Envíanos, Señor, tu Espíritu y nuestros corazones serán de nuevo creados. Amén.

martes, 30 de julio de 2019

NECESIDAD DE UNA LUZ QUE NOS GUÍE

Resultado de imagen de Mt 13,36-43
El mundo está lleno de peligros y de terrenos que, aparentemente parecen buenos o que no tienen peligro, pero que sólo son apariencias. Hay muchas amenazas que pueden confundirnos y jugarnos una mala pasada. Porque, hay terrenos cuya tierra es muy dura por las propias pisadas de la gente al caminar por ellos. En realidad son como caminos, y, en ellos, la semilla no se hunde y viniendo las aves del cielo se las comen. Hay también otras tierras poco profundas y las semillas no llegan a echar buenas raíces que se agarren bien a la tierra y puedan germinar y dar frutos. Pronto se ven secas por el duro sol.

Hay terrenos pedregosos que impiden que las semillas se desarrollen y tierra buena donde la semilla tiene mucha posibilidad de crecer y dar frutos. Ahora, lo verdaderamente importante es elegir bien el terreno y abonar nuestros corazones con tierra buena donde no haya dureza, ni superficialidad, ni piedras. Una tierra donde, bien abonada por la Gracia de Dios y bien regada por el Agua que, salida de nuestro Señor Jesús, salta hasta la Vida Eterna, dé los frutos apetecidos.

Por eso, desde esta actitud, Señor, elevamos nuestra mirada hacia Ti y ponemos nuestros corazones en tus Manos abriéndonos a la oración de tu Espíritu y con toda nuestra máxima disponibilidad para que seas Tú, mi Señor, quien dirijas e ilumines nuestras vidas. Para que seas Tú quien obre en ellas y reflejes tu Bondad y Misericordia. Para que seas Tú quien las lleve por el buen camino dando buenos frutos apartándonos de los malos. Para que seas Tú la que la oriente y la defienda de todo mal que la amenace y trate de confundirla.

Señor, no puedo atreverme a ir por este mundo por mi cuenta. Quedaría muy pronto atrapado por la cizaña y, posiblemente, arrancado con ella. Necesito en cada instante de mi vida tu presencia y tu Gracia, porque sin Ti nada puedo y me quedo sin defensa. Dame, Señor, tu Luz para saber orientarme y permanecer fiel a tu Palabra hasta la hora de la siega . Amén.

viernes, 26 de julio de 2019

UNA SELVA LLENA DE PELIGROS

Resultado de imagen de Mt 13,18-23
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 


El mundo no es un vergel armonioso ni tampoco un paraíso ordenado. Es más bien una selva donde reina la ley del más fuerte y donde el poder se impone sobre los más débiles. La semilla que no es capaz de hundirse en la tierra y morir no dará frutos. Y así sucederá también en nuestras vidas. Nos quedaremos sin dar frutos si no somos capaces de morir a nosotros mismos y eso nos desterrará a la soledad y a la perdición.

Necesitamos ser semillas que no se queden en el camino y que se hundan en la tierra de nuestro corazones para que echen raíces y puedan dar frutos muriendo a sí mismas. Pero, antes tendremos que buscar y preparar esa tierra buena donde podamos echar nuestras raíces y dejar que se hundan y se abran a la Gracia del buen Labrador para que den buenos frutos.

Eso significa que debemos entablar una batalla campal cada día contra las desganas, perezas, incoherencias y contra los afanes y ambiciones con los que el mundo nos tienta y también con nuestra propia naturaleza humana herida por el pecado. Somos conscientes de la lucha a la que nos enfrentamos cada día y, por eso, sabemos que necesitamos al buen Labrador y a su Espíritu para que, fortalecidos en Él podamos librar la gran batalla que nos ayude a superar todos esos peligros que nos acechan y endurecen nuestra buena tierra - corazón -  e impiden que la semilla muera y dé buenos frutos.

Desde ahí pedimos al Espíritu Santo que nos fortalezca y nos dé la necesaria sabiduría para, no sólo escuchar y reflexionar la Palabra, sino pedir la luz de entenderla y vivirla. Amén.