Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 21 de agosto de 2019

GRACIAS, SEÑOR

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No puedo decir otra cosa, Señor, sino darte gracias. Darte gracias por tanto Amor y tanta Misericordia inmerecida. Pienso y medito, ¡qué sería de todos los hombres y mujeres sin tu Infinita Misericordia!, porque nuestros méritos, por mucho que hagamos no alcanzan nunca a saldar la deuda de tu amor ni el infinito regalo de tu Misericordia y Vida Eterna.

Ante tanto prodigio y misterio sólo puedo exclamar gracias, Señor, y pedirte  la Gracia y la Fortaleza de tu Santo Espíritu para responder a tanto Amor y tanta Misericordia. No me cansaré de darte las gracias, Señor, porque nunca entenderé tu gran Amor sin esperar nada a cambio. Sobre todo, porque no podemos darte nada que te complazca ni que pueda saldar nuestra deuda Infinita. Sólo tu Amor me puede hacer bueno y sostenerme en tu Voluntad.

Enséñame, Señor, a amar como Tú y dame esa Gracia y capacidad para poder amar como Tú, Señor, me amas. Sosténme, Señor, en tu Palabra y Voluntad y transforma mi corazón en un corazón bueno, bondadoso y misericordioso como el Tuyo, para de esa forma, amar también yo a mi prójimo. Amén.

martes, 20 de agosto de 2019

GANAR ESTE MUNDO NO ES LO IMPORTANTE

Resultado de imagen de Mt 19,23-30
Se nos mete en la cabeza y por calzador que lo importante es triunfar en este mundo. Y pensamos que todo lo que no sea eso trae consigo el fracaso y la exclusión social. Significa eso que lo que importa en este mundo es el valor de lo material, del poder y la riqueza, o, simplemente, el éxito y el triunfo. Y eso son valores materiales y caducos, porque todo lo material es caduco. Luego, es un valor aparente e irreal. O si queremos llamarlo de otra forma, un valor temporal que vale para hoy, pero no para mañana.

Sin embargo, a pesar de que nos demos cuenta nuestra vista queda ciega y sometida a esa ambición de riqueza y bienes materiales. Es sorprendente que, sabiéndolo no reaccionemos y quedemos como ciegos y a merced de quedar esclavizados a ella. Tan esclavizado que desalojamos a Dios de nuestro corazón para dejarle el centro del mismo al dios de la riqueza y el poder. Es una gran peligro y una gran tentación que Jesús nos lo advierte en el Evangelio de hoy con palabras muy fuertes para que reaccionemos.

¡Cuidado con las riquezas que nos tientan y nos llevan a la perdición! Porque, quien se apega a ellas con la ambición de ganar en este mundo, perderá el otro y la vida eterna. Por eso, es de primera necesidad tomarnos muy en serio este peligro de las riquezas y ponernos en guardia y vigilantes. Pero, nunca solos sino tomados y agarrados fuertemente de la Mano del Espíritu Santo, que nos guía, nos previene, nos da fortaleza y sabiduría para saber discernir, escoger el verdadero camino y permanecer firmes en no dejarnos someter por los bienes materiales.

Por eso, pidamos al Señor con todas nuestras fuerzas esa Gracia de no caer en la esclavitud de los bienes de este mundo. Bienes caducos y perecederos y no perdamos de vista lo que el Señor nos ofrece a aquellos que le sigan y cumplan sus mandatos: Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o hacienda por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará la vida eterna. Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos, primeros.

lunes, 19 de agosto de 2019

NUESTRAS CONDICIONES A LA LLAMADA DEL SEÑOR

Resultado de imagen de Mt 19,16-22
Uno de nuestro primeros pasos es reflexionar a ver que condiciones ponemos a la llamada del Señor. Podemos preguntarnos si realmente tengo mi corazón abierto y disponible para lo que Dios me va poniendo delante o le pongo condiciones a lo que me invita a realizar. Porque, me puedo engañar con mucha facilidad. Mientras yo creo que el servicio que tengo que hacer es el que yo descubro, y que realmente es bueno, quizás Dios haya pensado otra cosa de mí.

¿Quién me ha dado las cualidades que tengo? ¿Y quién mejor que Dios sabe para qué y en dónde tengo que emplearlas? Por lo tanto, no soy yo, tal como pensó el joven rico, quien tiene que decidir sobre la herencia, la riqueza o las cualidades que yo tengo donde las debo poner al servicio de los demás, sino que será el Señor quien me irá indicándome el camino, el lugar y la forma de aplicarlas.

Quizás, por eso, no vemos los frutos que desearíamos ver, porque cultivas donde a ti te parece, pero no donde Dios quieres que cultives y la tierra especifica que quieres que cultives. A ese respecto conozco a muchas personas que, dentro de la Iglesia, darían un gran testimonio que realmente hace falta, pero ellas no lo ven así y ni lo hacen fuera ni en otro lugar. Y, donde se empeñan darlo no fructifica. Creo que no lo hacen mal, no soy nadie para juzgar, pero me pregunto si realmente dan su amor donde Dios quiere que lo haga.

Es la pregunta del millón y la que posiblemente quería preguntarle aquel joven rico al Señor. También yo y todos los que quieran podemos preguntársela al Señor. ¿Estoy realmente, Señor, dándome y entregándome donde realmente Tú, Dios mío, me llamas? ¿Estoy dando servicio a todo lo que Tú, Dios mío, me has dado donde realmente Tú quieres? ¿O lo hago según a mí me parece que debo hacerlo.

Y la más difícil e importante, ¿estoy dispuesto a dejarlo todo para ponerme en el lugar y la actitud que Tú, Señor, me has señalado y destinado como mi misión? Ayúdame, Señor, a través de tu Espíritu a discernir y encontrar respuesta a ese interrogante que angustia mi corazón, y dame la capacidad, la fortaleza y la sabiduría para responderla. Amén.

domingo, 18 de agosto de 2019

LOS ENEMIGOS DE LA VERDAD

Resultado de imagen de Lc 12,49-53
La experiencia te enseña a que en muchos momentos de tu vida tienes que romper con tus ambientes, con tus amigos y con tus familiares para defender la verdad. Lo viejo se enfrenta a lo nuevo y cuando lo nuevo resplandece en la verdad el fuego arde y el conflicto se hace presente. Eso lleva a familias enteras a enfrentarse los unos contra los otros. El Evangelio de hoy domingo lo manifiesta muy claramente: El fuego de la verdad - Lc 12, 49-53 -  nos lleva a esos enfrentamientos.

No se trata de una guerra por cosas de este mundo, ni por bienes o riquezas. Tampoco por poder o prestigio, sino por la Verdad. Una Verdad que nos lleva a tener en nuestro corazón el amor como arma principal y, a través de él, la verdad, la justicia y la paz. Jesús, el Señor, quiere ver ese mundo arder con ese fuego y ese deseo le llena de angustia por querer que se cumpla.

Es eso lo que también nosotros desde este rincón de oración pedimos hoy. Queremos y pedimos que nuestros corazones ardan por defender la verdad y por establecer un Reino de justicia, amor y paz. Y sabemos que eso nos traerá enfrentamientos, luchas y hasta muertes. Nuestro Señor entregó su Vida precisamente por defender y proclamar ese Reino de los Cielos al que todos estamos llamados. Y, los que queremos y deseamos seguirle, tendremos que también entregar nuestras vidas, a pesar de los enfrentamientos, incluso con los nuestros, por proclamar ese Reino de Amor y de Paz.

Pidamos al Espíritu Santo, recibido en nuestro Bautismo, que tengamos la paciencia, la entereza, la fortaleza y la perseverancia de, poniéndonos en sus Manos, vivir en esa actitud de defender la Verdad y proclamar el Reino de Dios. Amén.

sábado, 17 de agosto de 2019

VOLVER AL PRIMER AMOR DE NIÑO

Resultado de imagen de Mt 19,13-15
Los primeros amores son auténticos, pues en ellos no hay malicia ni siquiera pasión. Son amores bañados de pureza, de buenas intenciones, de sencillez y humildad. Son amores que nacen de unos corazones puros, sencillos y cargados de naturalidad y buenos deseos. Son corazones jóvenes, confiados, de niños que permanecen suaves, buenos, blandos, bondadosos y humildes. Son corazones a los que nos gustaría volver.

Sin embargo, ocurre que con la vida nuestro corazón se endurece y pierde toda su frescura hasta el punto de volverse desconfiado e incrédulo. El mundo, demonio y carne son peligros y tentaciones que nos amenazan cada día y nos someten con cierta facilidad cuando nos presentamos ante ellos solos y contando con nuestras propias fuerzas. No debemos nunca hacer eso y, siempre, proceder como cuando eramos niños. Es decir, ir siempre de la mano de nuestros padres.

También ahora debemos proceder de la misma manera. Ahora y siempre, es decir, no andar por el mundo y sus peligros solos sino siempre ir agarrados e injertados en el Espíritu Santo. Nuestro Padre Dios nos protege y nos acompaña. ´No debemos apartarnos de Él para preservarnos del peligro y de las posibles amenazas y acecho de las tentaciones.

Pidamos al Espíritu Santo, recibido en la hora de nuestro bautismo, que nos dé la fortaleza y la Gracia de sostenernos ante las malas inclinaciones y tentaciones que el mundo, demonio y carne nos presenta. Pidamos que nuestros corazones sean unos corazones sencillos, humildes y confiados en la Palabra de Dios y dispuestos a creer. 

Pidamos que nuestra fe sea una fe confiada, firme, entregada y disponible a servir por amor a los demás. Pidamos ser y tener un corazón de niño para de esa forma acoger el Reino de Dios según su Voluntad. Amén.

viernes, 16 de agosto de 2019

POR, EN Y CON LA ORACIÓN SALVAMOS TODOS LOS OBSTÁCULOS


Resultado de imagen de Mt 19,3-12
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

Recibir el Sacramento del matrimonio es aceptar la invitación del Señor a acompañarnos durante el viaje de nuestra vida matrimonial y proyecto juntos. No es cualquier cosa casarse por la Iglesia. Es algo muy serio que responde a nuestro compromiso de amor y para el que pedimos el auxilio de la presencia del Señor entre ambos. Los cónyuges reciben el privilegios de invitar a quien todo lo puede y a quien se ha comprometido con ellos hasta el final. No sólo para compañarles, sino para darles la plenitud del verdadero amor y para ofrecerles el mayor regalo que se puede ofrecer en esta vida, la Gloria de la Vida Eterna.

Por eso, el día a día de la vida conyugal es el mayor regalo que se puede recibir, pues, por él tenemos la posibilidad de ir conquistando, día a día, nuestra madurez, nuestra felicidad y descubriendo nuestro verdadero amor. Nace, día a día, nuestra confianza y crece el genuino y verdadero amor entre los cónyuges. Un amor que no está basado en caricias, afectos, pasiones, caprichos y regalos, sino un amor que se apoya en el compromiso de serte fiel y de unir cada día un poco más nuestras voluntades.

Indudablemente, ¡difícil tarea! Tan difícil que solos y cada uno por su lado no se puede conseguir. Tarea de sacrificios, de paciencia, de incomprensiones, de desengaños, de inconsideraciones, de insinceridades, de falta de fidelidad y hasta responsabilidad de aquellos en el que yo descansaba o había puesto todas mis esperanzas. Percibes que tú solo o sola no puedes. Descubres que necesitas al Señor y para eso lo llamas, le pasas invitación para que venga a tu matrimonio, a tu casa, a tu unidad conyugal y les asesore, les ayude y auxilie.

Sí, tenemos que ser insistentes y ponerse cada uno a un lado dejando sus individualidades, sus proyectos, sus angustias y sus penillas para soportar con paciencia las inclemencias del otro y para, ofreciéndote por amor, suplicar al Señor que les ilumine y les haga ver que amar es dar la vida por el otro, no satisfacerse ni someter a tu voluntad al otro. Pidamos esa luz para que cada día mi matrimonio sea un lugar de paz y de verdadero amor. Amén.

jueves, 15 de agosto de 2019

LAUDES DEL JUEVES - ASUNCIÓN DE MARÍA

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H I M N O

Hoy sube al cielo María,
que Cristo, en honra del suelo,
traslada la casa al cielo,
donde en la tierra vivía.

Levantad al cielo el vuelo,
de Dios lo fuisteis, y Dios,
por no estar en él sin vos,
traslada la casa al cielo.

Amor con divino modo
os trasplanta, bella flor,
y, porque prendáis mejor,
os llevan con tierra y todo.

A su Hija abraza el Padre,
a su Madre, el Redentor,
y a su Esposa coronada
el Espíritu de Amor. Amén.