Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 27 de noviembre de 2021

MIENTRAS CAMINAMOS HACIA LA LLEGADA DEL DÍA ESPERADO

 

Sabemos que hay una meta y hacia ella caminamos. Pero, el camino no está exento de peligros y tentaciones (embriaguez, sexo, libertinaje, juergas  inquietudes…etc.) que nos dificultan el sostenernos firmes en la fe y seguimiento del Señor. Esperamos su venida – momento final – que puede llegar en cualquier momento – no sabemos cuándo – pero, sí sabemos que llegará. Y eso debe bastarnos para estar en todo momento preparados, atentos y vigilantes.

Nuestra vida tiene un recorrido que debemos aprovechar, porque, no sabemos ni el día ni la hora de su final. Y ese final marcará también el día y la hora de nuestro encuentro con el Señor. Y, de no estar atentos podemos ser sorprendido en esa forma de vida despreocupada, indiferente y entretenida en simplemente pasarlo bien pensando sólo en nosotros y nada más.

Pidamos no relajarnos ni estar indiferentes a la presencia del Señor. Pidamos, caminar vigilantes y en constante preparación con la oración, reconciliación (Penitencia) y Eucaristía, armas que nos ayudaran a estar en actitud de espera y atentos a la Palabra y presencia del Señor. Pidamos, vivir en esa dinámica de oración, de constante diálogo con el Señor y de fortalecernos en su Palabra y con la asistencia de su Espíritu, que nos auxilia y asiste. Pidamos estar expectante a su venida cuando decida que nuestra hora llegue a su final. Amén.

viernes, 26 de noviembre de 2021

UN MUNDO PARA BUSCARTE

 

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

 

Tú, Señor, estás entre nosotros. Nos lo has dicho en repetidas ocasiones y, tu Palabra, es Palabra de Vida Eterna. Gracias, Señor, por darnos el don de la fe que nos fortalece y nos impulsa a abandonarnos fielmente en tu Palabra. Este mundo, Señor, es obra tuya y nos has creado para que, a través de él, podamos adorarte y alabarte dándote gracias por todo lo recibido. Y, también, para que a través de él podamos buscarte y encontrarnos contigo.

Porque, Tú, Señor, has querido visitarnos en la Persona de tu Hijo, y, decidido quedarte entre nosotros, con el fin de acompañarnos. Eres un Dios cercano que permaneces – sea cual sea nuestra actitud – a nuestro lado. Te manifiesta en la Persona del Hijo y también en la del Espíritu Santo, que, desde la hora de nuestro bautismo, nos asiste y auxilia para que no nos perdamos y respondamos – abriendo nuestros ojos – veamos el único y verdadero Camino, Verdad y Vida.

Todo lo demás está llamado a desaparecer. Son cosas caducas y perecederas. Sólo Tú, Señor, tienes Palabra de Vida Eterna. Danos, pues, la Gracia de abrir nuestro corazón y llenarlo de tu Palabra y Amor. Que sepamos, Señor, descubrirte en los signos y señales de este mundo. Amén.

jueves, 25 de noviembre de 2021

LO MÁS IMPORTANTE

 

 

Lo más importante no es:

Que yo te busque,

sino que tú me buscas

en todos los caminos. (Gen 3, 9)

Que yo te llame por tu nombre,

sino que el mío está tatuado

en la palma de tu mano. (Is 49, 16)

Que yo te grite cuando me faltan las palabras,

sino que tú gimes en mí con tu grito. (Rm 8, 26)

Que yo tenga proyectos para ti,

sino que tú me invitas a caminar

contigo hacia el futuro. (Mc 1, 17)

Que yo te comprenda,

sino que tú me comprendas

en mi último secreto. (1 Cor 13, 12)

Que yo hable de ti con sabiduría,

sino que tú vives en mi,

y te expresas a tu manera. (2 Cor  4, 10)

Que yo te ame con todo mi corazón y todas mis fuerzas,

sino que tú me amas con todo tu corazón

y todas tus fuerzas. (Jn 13, 1)

Que yo trate de animarme y planificar,

sino que tu fuego arde

dentro de mis huesos. (Jer 20, 9)

Porque, ¿cómo podría yo buscarte, llamarte, amarte...

si tú, no me buscas, llamas y amas primero?

El silencio agradecido es mi última palabra,

y mi mejor manera de encontrarte.

Benjamín González Buelta, sj

miércoles, 24 de noviembre de 2021

SUCEDE QUE EN LAS PRUEBAS DESCUBRES TU FE Y TU AMOR

 

Cada instante de tu vida es una ocasión para afirmar tu fe y tu amor. Son ocasiones y oportunidades donde puedes dar testimonio de tu fe y de tu amor. Se ama con el corazón aunque falten las palabras y las obras. Si bien, es verdad que nos gusta y nos quedamos más tranquilos si lo que decimos lo demostramos y nos lo demostramos con testimonios y obras.

Hoy, Jesús nos lo dice con meridiana claridad: «Os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles y llevándoos ante reyes y gobernadores por mi nombre; esto os sucederá para… Son pruebas que nos van a servir por afianzarnos, fortalecernos y dar testimonio de nuestra fe y amor.

Evidentemente, no son pruebas de juego o entretenimiento. Son pruebas duras y difíciles de soportar que nos tientan e inclinan a huir, a abandonar y desistir. Pero, son las pruebas que descubren la fortaleza y medida de tu fe y de tu amor. Y, indudablemente, solos caeremos en manos del demonio y seremos sometidos y esclavizados en el pecado. Necesitamos ir injertados en Jesús, fortalecidos por su Gracia y auxiliados en el Espíritu Santo. Así seremos fuertes para ir superando las adversidades de nuestra subida a nuestro propio Gólgota.

No nos crucemos de brazo. Pidamos, perseverando e insistiendo, la Gracia de no desfallecer y de perseverar. Recordemos que Jesús nos invita en otra ocasión a insistir, a no desfallecer, a llamar y buscar. No hagamos caso a los que quieren seducirnos con sus ofertas temporales de placer y bienestar. La subida a nuestra propia cruz es penosa y dura, pero, acompañado de Cristo se hace soportable y hasta gozosa.

Pidamos la fortaleza de sostenernos firmes ante la adversidad y persecuciones, incluso cuando nacen en nuestra propia familia, padres, hermanos, amigos…etc. Pidamos la fe de sabernos en manos de Jesús – Camino – Verdad y Vida – que nos llevará al gozo de la Vida Eterna y nunca nos fallará. Amén.

martes, 23 de noviembre de 2021

¿ESTAMOS SEGUROS DE PARADERO DE NUESTRO SER?

 

Pensemos que nos pregunta: ¿Cree usted que nuestra vida – paso por este mundo – se termina con la muerte? Y, supongo que estaremos de acuerdo que, casi todas las respuestas coincidirán en que algo hay detrás de la muerte. O, dicho de otra forma y más concreto, hay otro mundo. 

A partir de ahí, tú puedes optar por donde quieras ir, pero, si examinas tu interior y le escucha, tu corazón te dice que aspira a una vida mejor, gozosa y feliz y eterna. ¿No te parece que debes, al menos, informarte, buscar y conocer bien lo que dice Jesús a ese respecto?

Pensar lo contrario no es coherente, y quienes lo defienden, obedece más a una respuesta sometida a sus pasiones, esclavitudes y debilidades que a la realidad de lo que realmente piensas. Todo acaba y empieza desde el momento que dejamos que la duda entre en nuestro corazón y, desde esa debilidad e incertidumbre, reconocer nuestra pequeñez y, humildemente, suplicar luz y sabiduría para, al menos, si no entender, si fiarnos y creer – fe – coherentemente con lo que experimentamos desde la profundidad de nuestro corazón.

Todos sabemos que aquí no se queda nada, y, como dice Jesús en el Evangelio: “Todo quedará reducido a piedra sobre piedra”. Sólo nuestra vida pasará a ser eterna. Pero, ¿en gozo y plenitud o en dolor y sufrimiento? Eso dependerá de a quien escuchemos y de quien nos fiaremos. Por eso, pidamos al Señor que nos dé la Gracia de fiarnos y creer en su Palabra y seguir sus enseñanzas y mandatos. Amén.