Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 18 de noviembre de 2025

MI VIDA EN TUS MANOS

¡Te entrego, Padre, todas mis preocupaciones, mis dudas y mis incertezas, te entrego mi fe y lo pongo todo en tus manos para que seas Tú, por medio de tu Santo Espíritu, el que guíe mis pasos, el que me indique que senda seguir, el que haga los milagros que creas convenientes!

 ¡Abre, Señor, mi corazón de par en par para que en el centro de Él se derrame toda Tu misericordia!

 ¡Concédeme, Padre, que toda mi mente y mi corazón de piedra acepten tus dictados y vayan siempre en la misma dirección que tu plan divino sobre mi!

 ¡En tus manos, Padre, pongo mi frágil y sencilla vida, en tus manos pongo mis sueños y mis esperanzas, en tus manos pongo toda mi inocencia, en tus manos lo pongo todo para que Tú lo ampares y lo llenes de tu presencia!

 ¡Bajo la infinitud de tu gracia, Padre, te entrego mi vida para que se haga todo según tu voluntad! Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

lunes, 17 de noviembre de 2025

BIENAVENTURADO VIVIR EN TI

Vuélveme sencillo el corazón, Señor Jesús.

Tu amor y gracia me bastan. Confío en Ti.

Guíame a Ti, Dios escondido, Dios amor.

Hazme amar en paciencia y misericordia, en confianza y en generosidad, en lo cotidiano, en la entrega,

en la fidelidad de cada día.

Que se goce mi alma en vivir las bienaventuranzas, que sea feliz siendo misericordioso, paciente, trabajando por el Reino, siendo manso y obediente. Sea yo feliz en mi pobreza, sea yo feliz siguiéndote a Ti.

Confío en Ti, Señor Jesús. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco.
D. Juan Carlos Medina Medina

domingo, 16 de noviembre de 2025

TÚ LO SABES TODO, SEÑOR

Así soy, Señor: débil y fuerte a la vez. Así es mi corazón: valiente y cobarde a un tiempo. Mis días son cartas de amor y egoísmo.

Sé que me quieres, Señor, y que nada ni nadie puede separar tu amor de mi pobreza.

Te doy gracias porque cuentas conmigo, Señor, para cuidar a tus hijos, para mostrarles tu amor.

Te seguiré, Señor, envíame, aunque me ciñan las incomprensiones y me conduzcan al dolor que menos quiero.

Dame la fuerza de tu Espíritu Santo, para ser fiel. Solo no puedo. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

sábado, 15 de noviembre de 2025

TU MI DESCANSO

Señor, yo también me siento, a veces, cansado y agobiado, abrumado, temeroso y abatido; a veces la carga que llevo a mis espaldas parece mayor que mis fuerzas.

Me pesa, Señor, la carga de mis obligaciones, la carga del "qué dirán", la carga de la incomprensión, la carga de mis errores…

Y tú, Jesús, me invitas a abandonar en ti mis agobios, a dejar caer los hombros, a sentir tu brazo sobre mis hombros liberados, a dejar atrás el esfuerzo en solitario y seguir adelante contigo…

Señor, llevas a tu espalda mis cargas y me pides que cargue con tu yugo, con el peso de los más pequeños, de los más sobrecargados y oprimidos.

Jesús, cuando tomo tu yugo y la carga de los hermanos, se produce un milagro: se alejan mis propias preocupaciones y me siento descansado, aliviado, animado…

Señor, ¿a quién tengo que ayudar hoy, a quién he de aligerar su carga en este momento? Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

viernes, 14 de noviembre de 2025

Quisiera verte.

Yo también quisiera verte, Señor: En los momentos de incertidumbre y angustia. En los momentos de desconcierto y miedo. En los momentos de noche y tempestad. En los momentos de luz y alegría.

Quisiera verte: En el rostro de los que me persiguen y critican. En el rostro de quien me mira mal y no me quiere. En el rostro de los últimos y despojados. En el rostro de los que comparto mi vida diariamente.

Quisiera verte: Al servir, al amar, al perdonar, al abrazar. Al caer, al quedarme sin fuerzas, al desesperar.

Quisiera verte en todos los momentos, en todos los rostros, en todas las circunstancias. Y poder decir: en todo amar y servir. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

jueves, 13 de noviembre de 2025

MEJOR EL SILENCIO

¡Cuántas tormentas se pueden sobrellevar si pasas en silencio aguardando que ella acabe!.

A veces la actitud del silencio es la mejor antes que reaccionar por impulso o por dolor. El dolor tantas veces empuja con fuerza a decir palabras y cosas que hacen que el quiebre interior sea más doloroso y profundo. 

Valen más muchas veces los desiertos en silencio que vivir las tormentas desde la inquietud y el dolor de las palabras. Sabia actitud es aprender a callar y esperar, aunque cueste que pase la tormenta, llámese injusticia, incomprensión o dolor que te causen.

Haz este propósito: ante las tormentas, crisis fuertes, incomprensión o dolor, mantente en silencio. Acurrúcate y aguarda.

Todo pasa y el silencio será el escudo que arropará tu fortaleza y será tu bastón que te permitirá volverte a poner de pie.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

miércoles, 12 de noviembre de 2025

EN TI CONFÍO MI VIDA, SEÑOR

Señor Jesús, Tú conoces mi debilidad, sabes con qué dificultades entro en la gruta oscura, temblando mucho más que Pedro al acudir a Ti caminando por las aguas y hundirme en mis temores.

Nada alcanzo con mi sola fuerza. Necesito de Ti a cada instante, en este duro navegar sobre el mar de la vida.

La oración constante me sostiene, aunque a veces son pequeñas gotas de agua las que caen en esa tierra seca de mi corazón.

Señor, dame la gracia de una fe que pueda mover montañas y partir las rocas de la apatía y la desgana, la indiferencia y la limitación.

Enciéndeme en tu fuego Sagrado, para que, ardiendo intensamente, irradie tu poderosa luz y amor a todos cuantos a mí se acerquen. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina