Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 13 de febrero de 2016

TÚ, SEÑOR, ERES MI MÉDICO



Resulta extraño que el Señor elija lo peor a los ojos de la sociedad. Jesús se vale de los más enfermos de pecados, de los malvados, de los que no se creen justos. Precisamente, para confundir a los fuertes, ha escogido a los débiles a los ojos del mundo. De esa forma, su poder y misión divina queda probada.

No es fácil elegir y encontrar a un buen médico. Para muchos está prohibido por el alto precio que hay que pagar, o, también, por la imposibilidad de conocerlo. Por eso, lo primero es informarse bien, y, luego tomar el camino para buscarlo. Se hace necesario también elegir al médico que sea capaz de curarlo todo. No solamente las enfermedades del cuerpo, sino también las del alma. Y, repito, no es fácil encontrarlo, aunque no se esconde. Y es más, es Él quién nos busca primero, y nos invita, como sucedió con Leví y otros.

Tampoco es cuestión de dinero, porque se ofrece gratuitamente, pero, aun así, cuesta mucho llegar a Él. Necesitamos mucha humildad. Ese es el primer pago que aparece en nuestra factura. Humildad de sabernos y reconocernos enfermos, y luego, fe y esperanza de que Él, Jesús, nos pueda curar. Quién cree en Mí tendrá vida eterna.

Sencillo, pero muy difícil. Porque se trata de humillarnos y reconocernos pecadores. Y, por su Gracia, humillarnos también ante los demás por amor a Jesús. Pues Él se ha abajado y humillado en una Muerte de Cruz por amor a cada uno de nosotros. ¿Cómo no lo vamos a hacer nosotros?

Por eso, te pedimos Señor la Gracia de, cómo Leví y otros, responder a tu llamada, por tu Amor y Misericordia. Queremos poner a tus pies todas nuestras miserias, nuestras pobrezas y nuestros pecados, para que en tus Manos, Tú los purifiques, y, limpios, sean luz para los demás. Amén.

viernes, 12 de febrero de 2016

EL CAMINO SE HACE CUESTA ARRIBA Y ES DURO

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS





Nos cuesta vencernos. Se nos hace difícil y pasado negarnos y darnos en servicio y entrega a los demás, pero es el único camino que nos sirve para llegar a la Fuente Eterna del gozo y del amor. Antes que nosotros, lo ha recorrido el Señor, y ahora, si queremos seguirle, lo hemos de recorrer nosotros, y compartir con Él su Muerte y Resurrección.

Conscientes de nuestras limitaciones y pobreza, te pedimos, Señor, que nos des fortaleza y sabiduría para alcanzar la meta y finalidad de nuestro camino. Queremos seguirte, pero no a través de cumplimientos y prácticas vacías y huecas que sólo dejan hipocresía y doble vida, sino con y en la vivencia del esfuerzo diario en parecernos, cada día, más a Ti.

Parecernos a Ti en tu estilo de vida, en tus actitudes, para, injertado en Ti, vivir según tu Voluntad. Y es eso lo que queremos pedirte desde estas humildes páginas. Te suplicamos, Señor, para que por tu Amor y Misericordia podamos, por tu Gracia, recibir la sabiduría y la fuerzas para recorrer el camino y compartir tu Muerte y Resurrección.

Con esa esperanza y ese gozo emprendemos el camino sabiéndonos asistidos por el Espíritu de Dios, y aliviados y confortados en los obstáculos y sacrificios que el propio camino nos exigirá antes de padecer y compartir nuestra humilde y sencilla muerte con la del Señor. En eso estriba nuestra esperanza y nuestro gozo, y, complacidos en tu Amor y Misericordia, Señor, te damos gracias por todo. Amén.

jueves, 11 de febrero de 2016

IMPRESCINDIBLE LA ORACIÓN PARA RECORRER ESTE CAMINO DE CRUZ



No se puede entender este camino de cruz sin la constante presencia del Señor. Se hace diariamente, a cada instante, necesaria la relación con el Señor, porque sin Él nuestras fuerzas flaquearán debido a nuestra propia debilidad humana y por las tentaciones del mundo que nos seducen.

Necesitamos injertarnos en Ti, Señor, y por medio de la oración, del ayuno, penitencia y limosna sostener nuestra cruz de cada día para afirmarnos en tu seguimiento, que consiste en vivir tus sufrimientos, tu Muerte y tu Resurrección. A nosotros nos toca también vivirlo. Serán nuestros sufrimientos, nuestras muertes y, también, la esperanza de nuestras resurrecciones.

Pero no unas vivencias según nuestras actitudes, sino según tus actitudes, Señor. Seguirte esforzándome cada día en aceptar mi cruz por Ti, no por resignación o cobardía. Vivir según Tú has vivido voluntariamente aceptando los sufrimientos, tu Muerte para, victoriosamente, Resucitar venciendo al pecado y a la misma muerte, efecto del pecado.

Luego, vale la pena recorrer ese camino de sufrimiento y de muerte, para Resucitar en Ti, Señor. Y eso te pedimos en este momento, en el que empezamos, hoy el segundo día, este camino cuaresmal. Te pedimos que nos des la fuerza, la sabiduría, el valor y la perseverancia de ejercitarnos en la oración, la limosna, el ayuno y la penitencia. No sólo como para un determinado período de nuestra vida, sino para todo el recorrido de la misma.

Infunde en nosotros, Señor, tu Camino, tu Verdad y tu Vida, para que también nosotros seamos, esforzándonos, parte de tu Camino, de tu Verdad y de tu Vida. Amén.

miércoles, 10 de febrero de 2016

DESDE LO MÁS PROFUNDO DE TU CORAZÓN



Allí, donde nadie puede oírte ni verte, tú habla con Dios. No busques escenarios, ni montículos destacados y situados de forma estratégica para ser visto y que aplaudan tu aparenta santidad u oraciones. No trates de aparentar lo que, quizás, luego resulta no ser. Porque todo está oculto en lo más profundo de tu corazón, pero saldrá a la luz y quedarás retratado.

Todo lo ve tu Padre que está en el Cielo, y el conoce los secretos de tu corazón. Luego, no trates de ser visto, porque quien interesa te ve, y sabe de tus intenciones y deseos. Trata, pues, de mostrarte tal cual eres y esforzarte en mejorar y crecer en perfección delante de tu Padre. Lo demás, con sus aplausos y halagos no conseguirán ni hacer crecer un simple pelo de tu cabeza. Sólo el Señor basta y es el verdadero público de nuestro ser y obrar.

Por todo eso, Señor, te pedimos que nos des la suficiente humildad para orar desde lo más profundo de nuestro corazón, sin miramientos ni búsqueda de aplausos ni lucimientos. En el silencio y la oscuridad de nuestra humildad y pobreza, sabiendo que todo es tuyo y que nuestro mérito consiste en dejarnos iluminar por tu Espíritu. Tú, mi Señor, eres mi fuerza, mi luz, mi vida, mi poder, mi voluntad, y por tu Amor y Misericordia puedo hablarte, dirigirme a Ti y suplicarte perdón.

Sé también que es fácil decirlo, pero no tan fácil llevarlo a cabo. Nuestra avaricia, ambición y egoísmo personal nos empuja a dejarnos llevar por el éxito de este mundo. Nos gustan los aplausos y que seamos considerados buenas y piadosas personas, pero luego, nuestra vida no va muy acorde con nuestros deseos y nuestras obras. Porque cuando estamos en la verdad, no buscamos lucimientos, ni fama, ni prestigio, ni siquiera público, porque Tú, Señor eres nuestro público.

Y sólo en Ti descansamos, encontramos paz, verdad y gozo, sin búsquedas de ningún éxito ni recompensa, porque Tú, Señor eres nuestra única, gran y eterna recompensa. Sólo Tú bastas.

martes, 9 de febrero de 2016

EL ESPÍRITU DE LA LEY



No basta con simplemente la ley, porque de ser así no sería tan difícil cumplir. Hay mucha gente muy buena cumplidora, pero por eso, no muy buena gente. Porque cumplir es una cosa buena, y que está muy bien, pero no es suficiente. El amor va mucho más allá del mero cumplimiento.

El amor exige perdonar y mucha paciencia con todo aquellos que, aún cumpliendo con nuestro deber, debemos permanecer a su lado y hacerles compañia. No somos mero cumplidores con el deber de atender a nuestros padres, sino, somos sus hijos. Les debemos todo aquí en la tierra, y ellos han cumplido con su deber de padres, dándonos todo su amor y su vida. ¿No debemos corresponderles nosotros ahora que ellos no se pueden valer o cuidar por sí mismos?

Si no somos capaces de hacerlo con ellos, ¿qué haremos con el Amor del Señor, al que le debemos todo? El amor que dedicamos a nuestros padres es la mejor ofrenda de amor que podemos dedicar a nuestro Padre Dios. Porque en ellos vemos representado a Dios y al amor que nuestro Padre Dios nos ha dado en y por mediación de ellos.

Pidamos al Señor que sepamos cumplir con ese verdadero amor. No quedándonos simplemente en las leyes y prácticas, sino viviendo el mismo espíritu de amor que nuestro Padre Dios tiene con cada uno de nosotros. Por eso, desde este rincón de oración, unidos y cogidos de las manos virtuales que nos enlaza, te pedimos, Señor, capacidad, sabiduría, fuerza, paciencia y perseverancia para servir con todas nuestras fuerzas a nuestros padres y honrarlos según tu Voluntad, y no con la nuestra, con las que ponemos los hombres para quitarnos todo el peso del amor que nos exige compartir y entregarnos a ellos.

Confiados en que, en Ti, Señor, podemos conseguirlo, porque Tú nos acompañas y estás con nosotros cada día, dándonos e imprimiéndonos ese tu mismo Espíritu con el que nos enseñas, te damos con renovadas esperanza las gracias.

lunes, 8 de febrero de 2016

NOSOTROS PARTICIPAMOS DE LA VIDA DE DIOS




Nosotros estamos más cerca del Señor. Tan cerca que participamos de su misma Vida. La Eucaristía es la medicina de la inmortalidad. San Ignacio de Antioquía, así, consideraba a la Eucaristía como «la medicina de la inmortalidad y el antídoto para prevenirnos de la muerte, de modo que produce lo que eternamente nosotros debemos vivir en Jesucristo.

No podemos desaprovechar esta oportunidad por la que Cristo se hace alimento para nosotros y presencia en nosotros mismos, haciéndonos participe de su misma Vida. En Él somos, no sólo curados, sino también transformados con un corazón semejante a Él. Pidamos no perder esa Gracia y, permaneciendo cercanos a Él, perseverar en su Espíritu.

Te damos gracias, Señor, por darnos tu Cuerpo espiritual como alimento para nuestra vida y salvarnos de la muerte y del pecado. Te damos gracias, Señor, porque eres Tú quien sale a nuestro encuentro, quien nos espera y quien nos salva, y quien te hace encontradizo con cada uno de nosotros. Danos esa fuerza que necesitamos para vencer las tentaciones de este mundo y permanecer en tu amor.

Danos la sabiduría de saber buscar todas las cosas que necesitamos en esta nuestra vida, no en el mundo, que nos engaña y nos pierde, sino en Ti, Padre Bueno que nos sana, nos das la plena felicidad y nos salva de la esclavitud de la muerte y del pecado.

Despierta en nosotros el interés, la admiración o el deseo de buscarte, porque sólo en Ti encontraremos la felicidad, la paz y la inmortalidad que queremos, deseamos y buscamos. Amén.

domingo, 7 de febrero de 2016

SÓLO EN Y CON EL SEÑOR DAREMOS FRUTOS



Podemos pasarnos toda la noche pescando y, fatigados y cansados hasta la extenuación, no lograremos ningún resultado. Nuestra red estará siempre vacía. Sin embargo, con Jesús se llenará cuando El decida que sea así. La pesca milagrosa es un milagro que deja claro el poder del Señor, y el de nuestras fuerzas.

Muchas veces en la vida, creemos que las cosas suceden por nosotros, y que sin nosotros no saldrían. Algunos nos erigimos como imprescindibles y necesarios para sacar adelante el trabajo, y nos equivocamos al creerlo así. Necesitamos, como Pedro, fijarnos de la Palabra de Jesús.

 Hoy, el milagro de la pesca milagrosa nos descubre como cuando el Señor lo cree oportuno y necesario, la pesca se produce. El asombro de Pedro fue el detonante que le empujó a seguir al Señor al pedírselo. Nuestro esfuerzo es humano, pero en el Señor se hace divino y poderoso. 

Señor, danos la luz de no desfallecer y esperar siempre en Ti. Nuestros esfuerzos so baldíos cuando los hacemos pensando en nosotros. Y también nos desanimamos cuando ponemos las esperanzas en nuestras fuerzas o en la de los compañeros. Muchos nos agradecen lo que hacemos, y yo me sorprendo porque sé que eres Tú, Señor, quien me mueves y me das la luz y la inspiración para proclamarte y derramar tu Palabra.

Danos, Señor, la sabiduría de entender tu poder y la asistencia del Espíritu de Dios, y de sabernos invitados a remar mar adentro, donde las olas y las tempestades pueden ser peligrosas e impedirnos pescar, pero, por tu Gracia, sabemos que estando contigo llegará el momento de echar las redes y, injertados en Ti, conseguir buena pesca.

Gracias, Señor, por contar con nosotros. A pesar de nuestra debilidad, nuestra ignorancia, nuestra torpeza y nuestra inutilidad. Confiamos en Ti, y esperamos que Tú, si cuenta con nosotros, harás que cada uno de nosotros llenemos nuestras redes de pescado. Amén.