Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 1 de agosto de 2016

NO ESTAMOS SOLOS



Muchas veces nos preguntamos como hemos podido llegar a conseguir esto o lo otro. Es bueno mirar para atrás, no para recordar y lamentarnos, sino para ver los pasos que hemos avanzados y lo que hemos ido logrando. Mirar para atrás para ver que crecemos y no permanecemos parados. Porque en el día a día no nos damos cuenta de nuestros pasos y podemos caer en la tentación de desanimarnos y de creer que es imposible avanzar.

Hemos multiplicado muchos pasos en nuestras vidas y hemos avanzado mucho. Es verdad que también hemos tropezado y retrocedido en algunos momentos, pero hay más avance que retroceso. Y es que yendo con el Señor no podemos retroceder. Siempre avanzamos, aunque muchas veces no lo advirtamos. Por eso, nuestra actitud tiene que ser positiva y superar las difícultades, porque no estamos solos, sino que el Señor está con nosotros para ayudarnos a superarlas.

Posiblemente hay situaciones que no son para nosotros, pues el Señor sabe lo que somos y podemos, y lo que está señalado para nuestra capacidad y vocación. Tenemos unos talentos y en base a ello podemos hacer y solucionar muchos problemas y situaciones. Con la multiplicación de panes y peces, Jesús nos dice que no podemos quedarnos con los brazos cruzados. Algo tendremos que hacer menos mandarlos para sus casas, y lo que falte lo pondrá el Señor.

Y esa es nuestra experiencia con y en muchas situaciones de nuestra vida. Hay momentos que no nos imaginamos que las cosas hayan salido como han salido. Ni tampoco que muchos estemos haciendo lo que realmente hacemos. Jamás podía imaginar que yo estuviese escribiendo y mis humildes escritos y reflexiones ayudaran a muchos de ustedes. Menos aún escribir algún libro. Y menos dar catequesis y recibir la gratitud de algunas personas. Realmente, así lo he dicho muchas veces, no es obra mía, es la acción del Espíritu de Dios en mí. Y en la media que mi vida transcurre, más patente se va haciendo esta experiencia y realidad.

Por todo ello, doy gracias a Dios y pongo mi vida a su disposición con todas las fuerzas que en este momento soy capaz. Y le pido que me aumente esa capacidad y las fuerzas de darme al máximo. Cada día un poco más; cada día un poco más perfecto como el Padre del Cielo es Perfecto (Mt 5, 46-48). Amén.

domingo, 31 de julio de 2016

EXPERIMENTANDO NUESTRA MISERIA



Podemos darnos cuenta, y, de hecho, nos damos, que somos unos pobres y míseros pecadores. Porque sabiendo que muchas cosas nos perjudican seguimos haciéndolas. Ejemplo, el beber desmesuradamente, el fumar, por poco que sea, y muchas cosas más que sabemos nos perjudican. 

El problema es que creemos que somos libres, y nos auto engañamos. Porque ser libre no es perjudicarnos, sino hacer todo lo que es bueno para nosotros y para todos. Y cuando actuamos pensando que lo que hacemos es bueno, nos equivocamos. Eso descubre nuestra miseria y pobreza porque, aun sabiéndolo, continuamos haciéndolo. Por lo tanto, la conclusión es que somos esclavos y estamos sometidos a todas esas apetencias e intereses que, pensamos, nos hacen la vida más agradable y gozosa.

Y eso nos debería ayudar a reflexionar para darnos cuenta de nuestra miseria y pobreza e intenta buscar salidas si las hay. En el Evangelio de hoy, Jesús nos las descubre y nos da una salida. Lo verdaderamente importante es buscar enriquecernos según la Voluntad de Dios. Es obvio que una persona sensata y de buen gusto intente aclararse en su vida y buscar y buscar donde realmente esta la salida a esta miseria que, por mucho que tengas, es nuestra vida.

Porque de otra manera la vida no tiene sentido. Dicho esto, yo opto por buscar a Jesús, y pedirle que me ayude a encontrarme con Él. Que me dé la sabiduría y la fe para experimentar su Amor y su Palabra y que, vivida, experimente el gozo y la paz que anhelo y busque. Una paz que no se acabe sino que perdure y aumente cada día más.

Ven Espíritu Santo y lléname de tu Amor y Luz, para que dé respuesta a esa aspiración que palpita dentro de mi corazón, tal es encontrar la plena felicidad eterna, porque no me vale la que dura sólo un momento, y esa es la de este mundo, que no termina por llenarme y, en la medida que me abastezco, más hueco y vacío me experimento. En Ti, Señor confío y espero. Dame el valor y la fortaleza para abrirme con paciencia y confianza a tu acción. Amén.

sábado, 30 de julio de 2016

VERDAD Y LIBERTAD



No se puede ser libre si no se vive en la Verdad. Porque ser libre supone hacer el bien, y para hacer el bien hay que vivir en libertad. Quien no es libre no actúa en verdad, porque esa presión a la que es sometido le induce a falsear o disimular la verdad. El ejemplo de Herodes deja al descubierto la esclavitud de la pasión a la que es sometido, y como actúa, incluso contra su voluntad, por miedo, al experimentarse atado y sometido a la esclavitud pasional.

Del mismo modo estamos sometidos, por el pecado, a miedos, vicios y apegos que nos esclavizan y nos privan de ser libres y elegir en justicia y verdad. Necesitamos la fuerza del Espíritu Santo para superarlos, y eso nos exige abrirnos a su acción y a dejarnos guiar según su Voluntad.

Por eso, Señor, te pedimos nos llenes del Espíritu Santo y nos infundas la fuerza de tu Amor para poder salir victorioso de la lucha a muerte contra el poder del mal, el Maligno, que nos tienta con mentiras y apariencias que tratan de seducirnos y llevarnos al camino de la perdición.

Danos, Señor, sabiduría y capacidad de discernimiento, para saber elegir el camino a seguir en cada instante de nuestra vida y el valor y fortaleza para poner tu Verdad por delante incluso de nuestra vida. Amén.