Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 4 de junio de 2017

TE VAS, PERO TE QUEDAS, SEÑOR, EN EL ESPÍRITU SANTO

En realidad nunca te has ido, Señor. Y así es, porque lo has prometido. Te has ido como segunda Persona de la Trinidad, el Hijo, pero ha llegado la tercera, El Espíritu Santo. Dios permanece con nosotros y entre nosotros, y Tú, aunque no estás corporalmente, sí te has quedado y permaneces en Espíritu. Gracias, Señor, por tu permanente presencia y por tu acompañamiento, que nos hace fuerte y nos alienta a seguir tu camino.

Porque la fe que recibimos, no es un fogonazo de hoy para mañana. Tu Vida nos lo enseña así. Has estado tres años preparando a tus discípulos. Los has escogido y les has ido enseñando, día a día, el mensaje de la Buena Noticia que traes. Y los has ido formando, dándole esperanza y testimonio de tu Palabra. Y a todos aquellos que han perseverado y creído en Ti, les ha dado, por último, la Luz del Espíritu Santo.

Y con Él nos has revestido de los dones del Espíritu Santo:  Sabiduría, entendimiento, ciencia, consejo, fortaleza, piedad y temor de Dios, para enviarnos a proclamar la Buena Noticia. Buena Noticia de salvación. La Fe, pues, es un proceso, un camino, que va madurando en nosotros y nos va revelando tu Palabra y tu Amor. La fe es un periodo en el que a todos aquellos que se abren a tu Palabra, Tú los iluminas y te revelas. 

Gracias, Señor, por tu paciencia, por tu misericordia y por tu amor. No se puede entender de otra forma. Ahora, te pedimos, Señor, que ese don que Tú has decidido darnos, sea aprovechado y utilizado para bien de todos. Cada cual irá experimentando lo que podrá hacer por los demás y lo que mejor puede realizar para construir un mundo a su derredor de paz, justicia y amor. Y esa es la vocación que tendremos que descubrir y vivir.

Esa es tu Voluntad Padre, nos ha dicho el Hijo, nuestro Señor Jesús, que nos amemos todos tal y como el Padre y el Hijo se aman. Y para eso hemos recibido en nuestro Bautismo el Espíritu Santo, para, convertidos en sacerdotes, profetas y reyes, proclamar el mensaje de la Buena Noticia. Una Noticia de salvación que nos libera y nos hace eternos en gozo y plenitud. Amén.

sábado, 3 de junio de 2017

VIVIR PARA MIRARTE SÓLO A TI, SEÑOR


Cuando queremos solucionar nuestros problemas desde nuestra sólo mirada, la vida se nos complica, y la oscuridad nos envuelve. Sólo la Luz del Señor puede iluminarnos y apagar esa oscuridad que nos amenaza con confundirnos y perdernos. Por lo tanto, no miremos a la luz del mundo. Un mundo vejatorio, sensual, material y cargado de espejismos que nos engañan y que son caducos. Un mundo donde su luz es artificial, generada por el hombre, que dirigido por sí mismo está abocado a la muerte.

Por lo tanto, no miremos a la luz del mundo, porque es luz artificial y caduca, que alumbra envuelta en oscuridades. Miremos a la Luz, única y verdadera, que nos ilumina el único Camino, y nos alumbra nuestros pasos inciertos por senderos de verdad, de justicia y de paz. Busquemos la mirada del Señor con humildad y fe, confiados en su Misericordia e infinito Amor.

No demos un paso sin antes mirar al Señor. Eso significa contar con Él para todo. O lo que es lo mismo, hacerlo y ponerlo en el centro de nuestras vidas. Y buscar en Él su aprobación, su parecer, su señal de complacencia y su mandato. No fabriquemos nuestro personal becerro de oro y nuestro personal código de mandamientos. Quizás, distraídos, podemos encontrarnos en esa etapa de nuestro camino. Todavía podemos estar protestando y, desesperados, fabricar nuestro propio ídolo.

No decidamos sobre el otro sin, antes, no consultar y hablarle de él al Señor. Y, al actuar, tratemos de esforzarnos tal y como Él nos diga. Tenemos sus enseñanzas y también sus obras para, siguiéndolas, aprender y llevarlas a nuestra vida, tal y como nos ha enseñado. Recordemos que el Espíritu Santo está con nosotros. Un inmejorable Consejero, Defensor  que nos infunde Sabiduría, Fortaleza, Ciencia, Piedad, Entendimiento y Temor de Dios.

Por último, pidamos la Gracia de despertar y de avanzar en nuestro camino hacia la Ciudad Prometida, donde reinará la Paz, la Vida y el gozo Eterno. Amén.

viernes, 2 de junio de 2017

¡SEÑOR, TÚ SABES QUE TE AMO!

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDA

Con esas mismas palabras quiero empezar hoy mi humilde oración: ¡Señor, Tú sabes que te amo! Y en tus Manos están puestas todas mis esperanzas. Porque no puedo amarte de otra forma. Mi pobre corazón está contaminado por los egoísmos de este mundo, y no entiende otra cosa que dar para recibir. Y, a pesar de saberlo y decirlo, en lo más profundo de mi corazón subyace el pecado que me arrastra y me limita.

Reconocer que no puedo liberarme, es reconocer que te necesito, Señor. Y eso me descubre como pecador, incapaz de levantar mis ojos hacia Ti y pronunciar palabra alguna. Sólo pedirte perdón porque soy un pecador y abandonarme en tu Misericordia. Es la actitud del publicano -Lc 18, 13- que reconociendo sus pecados pide perdón.

No puedo amar de otra forma, y aunque lo intento, mi materialidad desvía mis intenciones y, aunque lucho para apartarme, siempre está la tentación de mirar para mí mismo. Por eso, Señor, como Pedro quiero expresar mis buenas intenciones y mis esfuerzos por amar como Tú me amas. Pero, necesito tu Gracia, porque mi propio egoísmo me vence.

Dame, Señor, la fuerza y la capacidad de saber renunciar a todo lo que contamina mi humilde corazón, y a darme, renunciando a todo privilegio y honor en este mundo, al servicio de los demás. Sé que yo no puedo, pero confío, y te lo pido, Señor, que tu Gracia me transforme y me llene de tu Amor y Misericordia.

Señor, sé que las palabras, mis palabras, son fáciles de pronunciarlas, pero vivirlas y encarnarlas en mi propia vida es cosa más seria y más dificultosa. Y reconozco que dejo mucho que desear. Pero confío en tu Amor y en tu promesa para que insistamos y pidamos todo lo que necesitamos. Y es eso, Señor. No quiero nada, sino que me transformes mi corazón egoísta en un corazón misericordioso y generoso. Amén.