Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 25 de junio de 2017

AMAR ES CAMINO DE RENUNCIAS Y SACRIFICIOS

Es posible que muchos creyentes pensemos que ir al lado de Jesús es garantía de un camino seguro, sin tempestades ni peligros y adversidades. Y, al menos mi pobre experiencia me dice que no. Otra cosa, y eso si lo es seguro. No porque lo diga yo, sino porque es Palabra de Dios. Seguir a Jesús es camino de garantía de salvación. Pero eso no significa que no sea un camino de sufrimientos y sacrificios.

Porque, seguir a Jesús significa estar dispuesto a amar como Él nos ama. Y eso implica y exige renuncias, desapegos, sufrimientos, entrega y servicio. Amar, pues, supone dejarnos la vida en el camino. Sí, nuestra vida. El Plan de Dios para nuestra salvación, lo deja muy claro nuestro Señor Jesús, el enviado a decírnoslo: "Amar y perdonar". Dos palabras claves y simples. Fáciles y sencillas para su comprensión, pero tan difíciles de vivir hasta el punto que sin el concurso del Espíritu Santo no podremos llevar a nuestras vidas.

Claro está que estas dos palabras encierran un camino de adversidades, de peligros, de renuncias, de desapegos, de mortificación, de dejarnos la vida en cada instantes y del esfuerzo diario de comprender, escuchar y perdonar en todo momento y a toda persona. Eso dibuja un camino de cruz y una vida crucificada difícil de aceptar y acoger libremente. Por eso las Palabras de Jesús, que no nos desanima, sino que nos habla claro y nos garantiza la plena felicidad al final del camino eternamente, pero también mientras caminamos, porque es el alma la que nos da gozo y paz mientras soportamos las adversidades que el camino nos exige.

Quien no tenga esto claro, debe escuchar mejor las Palabras de Jesús: «No tengáis miedo a los hombres. Pues no hay nada encubierto que no haya de ser descubierto, ni oculto que no haya de saberse. Lo que yo os digo en la oscuridad, decidlo vosotros a la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde los terrados». 
Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna. ¿No se venden dos pajarillos por un as? Pues bien, ni uno de ellos caerá en tierra sin el consentimiento de vuestro Padre. En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; vosotros valéis más que muchos pajarillos. 

Tenemos la garantía de sus Palabras y la promesa de su defensa. Y esa es nuestra oración desde este rincón. Danos, Señor la sabiduría de, si no entender, confiar y fiarnos de Ti, porque Tú tienes Palabra de Vida Eterna. Y con Jesús no hay nada que temer. Él ha vencido la muerte, pues ha Resucitado, y pedirá a su Padre, en nuestra defensa, que también nos dé la Vida Eterna en plenitud de gozo y felicidad. Amén.

sábado, 24 de junio de 2017

UNA ORACIÓN HUMILDE

La oración es oración cuando se construye desde y en la humildad. Apoyada en la prepotencia se destruye y no llega a ser oración, y es desoída por Dios. Así sucedió con el fariseo y el publicano. La diferencia estuvo en la humildad de uno contra la soberbia y prepotencia del otro. Quizás, sin darnos cuenta nos creemos mejores que otros. Sobre todo que aquellos que están lejos de las prácticas piadosas.

Recordemos las Palabras de Jesús: Muchos primeros serán últimos y muchos últimos serán primeros-Mt 19, 23-30-. No es algo que dijo de forma casual, sino que sucede realmente en nuestras vidas. Cegados por las riquezas, el poder, las comodidades, la individualidad, el egoísmo, el descompromiso y muchas cosas más, que necesitamos descubrir y desalojar de nuestras vidas, buscamos ser los primeros y los de más éxitos, y terminamos los últimos. Es algo que nos debe empujar y comprometer a reflexionar, unidos a otros, tratando de dejar entrar esa Palabra de Dios dentro de mi corazón y, dejándola entrar, sentarme a la mesa junto al Señor y dialogar pacientemente abandonándome a su Palabra.

Y esa es nuestra oración de hoy, Señor, en estos momentos de incertidumbre y de perplejidad. En estos momentos de cansancio, de incredulidad, de fatiga y desconcierto. En estos momentos en los que pensamos que Tú no nos escucha ni nos respondes. Y si lo haces, nos asombramos y nos resistimos, como Zacarías, a creerte. Danos paciencia y esperanza para saber perseverar.

Transforma nuestro corazón, Señor, y danos un corazón paciente y confiado; amoroso y acogedor; entregado y dispuesto a servirte cumpliendo tu mandato en el servicio y entrega a los hermanos. Llénanos de humildad en todo nuestro obrar y servir, y en nuestras relaciones. Y danos la sabiduría de permanecer siempre en los últimos lugares, soportando humillaciones o desprecios por tu Nombre. Y, hacerlo, Señor, por amor.

En esa confianza y llenos de paciencia, sigo, por tu Gracia, esperando y actuando en lo que voy descubriendo en mi torpe camino, confiado, y hasta que Tú, Señor, decidas iluminarme o decidir el final del mismo. Abandonado a tu Misericordia, en Ti confío, Señor. Amén.

viernes, 23 de junio de 2017

MOMENTOS DE CANSANCIO

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDA


Nunca estarán ausentes. Me refiero al cansancio. Hay muchos momentos de nuestra vida que nos sentimos cansados. Y en muchos casos no sabemos por qué. De la misma forma que muchas personas nos caen mal sin saber por qué. Son misterios de la vida en los que no encontramos respuesta. Posiblemente sea causa de nuestro corazón impuro e imperfecto.

Siempre habrán momentos en los que sintamos deseos de abandonar o de descansar. El peligro está en que no sabemos bien donde descansar, y, confundidos, elijamos apoyarnos en el mundo y en las cosas que el mundo nos ofrece. Es ahí donde está el peligro, porque no es en el mundo donde está el verdadero descanso, sino en el Señor. Él se nos ofrece para invitarnos a apoyarnos en Él y descansar.

Gracias, Señor, porque nos has revelado estas cosas, ocultándoselas a sabio e inteligentes. Danos la sabiduría de saber defendernos de las seducciones que el mundo, por los que están en el mundo, nos presentan y nos tientan. Gracias, Padre, porque has revelado tu presencia a los pequeños, ocultándosela a los sabios e inteligentes. Gracias, Padre, por tu Hijo, nuestro Señor, que nos habla de Ti y nos revela tu Amor e Infinita Misericordia.

Gracias Padre, porque a través de tu Hijo hemos encontrado el camino para relacionarnos contigo. Hoy queremos pedirte que nos des la serenidad de no desesperar, de soportar con paciencia toda adversidad y que sepamos vivir en la serenidad y la reflexión. Que sepamos levantar la mirada hacia el Cielo, abrir nuestro sencillo corazón y tratar de ser humildes y pequeños. Porque sólo Tú, Padre del Cielo, eres grande. Señor y dador de vida eterna. Amén.