Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 22 de agosto de 2017

SOMETIDOS AL PODER Y LAS RIQUEZAS

No es fácil desprenderse de la ambición del tener y poder. Todos deseamos mandar, es decir, tener poder y ambicionar riquezas. Porque las riquezas dan poder, y viceversa. Y nadie escapa a esta tentación. Diría que nuestro corazón está tocado por ese pecado de ambición. Incluso, todos buscamos la felicidad, porque nuestra esencia es esa, ser feliz eternamente.

Así nos ha creado Dios, y, por eso, ha enviado a su Hijo, para enseñarnos el camino que conduce a la felicidad. Él, el Señor, es el Camino, la Verdad y la Vida. Y nosotros, si queremos ser felices tendremos que seguirle para alcanzar y conseguir la felicidad que perseguimos. Pero, las riquezas y el poder son una gran obstáculo difícil de superar. Aquel joven rico -Mt 19, 16-22- no pudo superarlo, pues su corazón apegado a los bienes le impidió optar por seguir a Jesús.

También nos ocurre a nosotros, y conscientes de que sólos estaremos vencidos, recurrimos a Ti, Señor, para suplicarte que nos des sabiduría, fortaleza y voluntad para dejar en un segundo plano todos nuestros afanes de poder y riquezas y te pongamos a Ti como centro y norte de nuestras vidas. No queremos vivir apegados al poder y las riquezas, porque, entre otras cosas, ese poder y riqueza es caduco y no nos llena plenamente. Esconde vacío y corrupción.

Sólo el desprendimiento y la generosidad nos revierten dándonos gozo y felicidad. Porque, el gozo está en poder ayudar y servir, y poner todas tus riquezas, no sólo materiales sino también las espirituales al servicio de los demás. Y eso te pedimos hoy, Señor, que nuestro gozo se apoye en ser generosos y desprendidos, capaces de darnos por amor, porque es el Amor la fuente de todo gozo y felicidad eterna.

Por eso, Señor, unidos todos en este humilde y sencillo espacio virtual, te agradecemos nos des la fortaleza y la perseverancia para pedirte con insistencia y confianza que nos des esa virtud de la generosidad y el amor para el bien de los demás. Amén.

lunes, 21 de agosto de 2017

EL EFUERZO DE CADA DÍA

No son normas establecidas, ni conjunto de prácticas. Podemos confundirnos y creer que con cumplir lo establecido en el decálogo todo está cumplido y ahí terminamos. De hecho, muchas personas confiesan que ellos no roban, no perjudican a nadie, ayudan cuando y cuanto pueden y se portan bien. Al menos desde su punto de vista. Se consideran buenas personas. 

Posiblemente, sería la respuesta de muchas personas, y quizás muchos de nosotros, a la oferta que nos hace Jesús respondiendo a la pregunta de ese joven rico. La religión no consiste en un trabajo, ni en el esfuerzo de cumplir con unas prácticas o normas. Se trata de un esfuerzo constante y diario por superarte cada día en el amor, y amar más. ¿Cómo amar? ¿Quién es el modelo?

Lo tienes más que claro. El modelo es Jesús. Deja todo. Es decir, pon todas las cosas que atiborran tu corazón, cosas todas caducas, en un segundo plano y llénalo del Amor de Dios. Que Él ocupe todo tu corazón y sea tu primera prioridad. Y, ahora, puesto en primer lugar, ¡Vívelo!

Esa fue la respuesta que Dios el Señor a ese joven rico, y también a cada uno de nosotros. No busque el mínimo de cumplimientos, sino que trata de perfeccionarte cada día más. Porque, el amor no regatea. Ni siquiera ante la muerte. El amor se entrega plenamente con todas tus fuerzas y con todo tu corazón. Así nos ama Jesús y así tenemos también nosotros que intentar amarle a Él. 

Claro, nunca por nuestra cuenta, sino siempre injertado en Él. Siguiéndole, a su lado, juntos y acompañados por los que intentan también seguirle. Por la Iglesia triunfante que está en el Cielo, sobre todo, nuestra Madre, la Virgen María, que nos arropa y nos anima. Y todos los que, todavía aquí, seguimos, como Iglesia purgante, el camino hacia el Cielo.

Pidamos al Espíritu Santo las fuerzas necesarias para continuar nuestro camino. Nunca desfallecer ni entregar nuestro corazón a los bienes y riquezas de este mundo, sino confiados y entregados, por la Gracia de Dios, al esfuerzo de ser mejores cada día un poco más. Amén.

domingo, 20 de agosto de 2017

YO TAMBIÉN ME HUNDO, SEÑOR. NECESTO FE

Mi fe es débil, Señor, y quizás yo no hubiese tenido fuerzas para responderte. Posiblemente, me hubiese callado y marchado con mis problemas. No sé si te hubiese insistido como hizo esa mujer cananea. Y eso me sucede en mi vida. Ante la ausencia de respuestas, me callo y me retiro un poco de tu presencia. Entonces experimento que la vida se me vacía y nada es igual.

No me importa que Tú, Señor, no me respondas. Y no me importa porque sé que Tú estás siempre conmigo. Aunque yo no te vea ni te sienta. Tú estás siempre ahí, a mi lado y pendiente de mí. Yo así lo creo, y también lo experimento. Quizás mis problemas no se vayan, pero experimento fuerzas para sostenerlos y soportarlos. Quizás mis problemas, sin saberlo, sean la causa de tenerme cerca de Ti, y también de buscarte. Quizás, sin problemas, no te buscaría ni tampoco me acordaría de Ti.

Tú sabes, Señor, lo que necesito y lo que es para mi bien. Y Tú me contestarás cuando lo creas conveniente y necesario. Porque, Tú, has venido para salvarme y para enseñarme el camino de salvación. Quizás sea ese que yo ahora no quiero ver. Sin embargo, yo, como la mujer cananea, seguiré insistiendo, porque soy humano y me cuerpo me pesa y me duele. Necesito ligereza, salud y fortaleza para seguirte y proclamarte con mi vida y mi palabra. Y, Tú, Señor, me responderás cuando quieras.

Aprovecho esta página para pedirte que me aumentes la fe, y también el deseo de amar. Insisto en que fortalezca mi amor primero. Ese amor lleno de entusiasmo, de inocencia, de niñez e ilusión, que me impulsaba a correr detrás de Ti y de pedirte todo lo necesario para seguirte y no desfallecer. Como la mujer cananea, quiero pedirte Señor todo lo que sea necesario, no para tener una vida más cómoda, sino para creer con más fuerza y poder dar testimonio a todos aquellos que están cerca de mí. 

Un testimonio lleno de esperanza, de sosiego, de paz y tranquilidad de aquel que se sabe en Manos de su Señor, que lo salva de la corrupción y del pecado. Amén.