Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 28 de noviembre de 2017

DANOS, SEÑOR, SABIDURÍA Y PERSEVERANCIA

Da escalofrío leer lo que nos dice el Evangelio de hoy. Pensar que, ahora, en muchos pueblos y ciudades de todo el mundo, muchos ciudadanos se afanan en consumir, en sumergirse en cosas superfluas, en pasar su tiempo dándose culto a ellos mismos y en no pensar en otras cosas sino en pasarlo bien, mostrándose indiferentes a lo que pasa a su derredor y al sufrimiento de otros, es para experimentar pena, miedo y tristeza. Porque, escrito está que llegará el final y todo quedará piedra sobre piedra.

Luego, ¿cómo no pensar en esto? ¿Acaso somos tan necios que no somos capaces de pararnos un poco y pensar que nuestro tiempo está contado? ¿A dónde vamos corriendo? ¿Qué buscamos? No pensamos que cada día que pasa es una nueva oportunidad para permanecer atentos, vigilantes y preparados? ¿Se nos ha olvidado ya la parábola de las diez vírgenes u otras que nos avisan sobre esta necesidad de permanecer vigilantes y preparados? ¿O es que no las conocemos ni nos importa conocerlas?

Luego, llegarán sorpresa, tal y como antes de ayer nos advertía el Evangelio del domingo. Sí, el mundo empieza a dar señales, que no indican que está próximo el final, pero que sí confirman que esos hechos pasarán primero. Porque, abres la televisión, lees la prensa e Internet y escuchas la radio, y adviertes que lo que está pasando en este mundo es lo que nos describe Jesús en el Evangelio. Hay guerras, persecuciones, atentados, enfrentamientos, hambre y sed, enfermedades, amenazas de naciones...etc.

El mundo empieza a descubrirse como un mundo en destrucción y llegará a no quedar nada, sino piedra sobre piedra. Danos, Señor, sabiduría y perseverancia para saber permanecer y perseverar en tu Palabra a pesar de todas estas manifestaciones, seducciones, engaños y confusiones que el mundo, falsamente, nos quiere transmitir. 

Danos la capacidad de discernir y de mantenernos firmes en tu Palabra, aunque los obstáculos y adversidades nos señalen otro camino. Danos la voluntad y la fe de confiar en Ti, Señor, y sosternernos vigilantes y fieles confiados en tu segunda venida. Amén.

lunes, 27 de noviembre de 2017

EL VALOR DE LO POCO

El valor de las cosas no está en su cantidad, ni tampoco en su importancia, ni siquiera en su valor. No por tanto llover es bueno, ni tampoco por mucha agua. A veces la abundancia estropea, no sólo las cosas sino también las personas. Y sucede que en la escasez todo se estima y se aprovecha mejor. La experiencia nos dice que cuando los tiempos son difíciles, se advierte y descubren los valores, la solidaridad y la fraternidad.

En el fondo, el valor de todo acto se esconde en la intención. No por su valor, cantidad, ni tampoco escasez una acción o donación es buena. Su bondad se mide por su intención y desprendimiento. Es eso lo que valoró Jesús en la actitud de aquella viuda pobre. Mientras los acaudalados ricos mostraban su poder y su generosidad, escondiendo bajo su vestido de apariencia su hipocresía y su mentira, la viuda pobre daba de lo que necesitaba para su subsistencia.

Porque, mientras unos daban de lo que les sobraba sin echarlo en falta, otra, daba de lo que necesitaba y echaría en falta. Compartir no consiste en dar de lo que te sobra, sino en dar de lo que necesitas. Se trata de partir el pan y compartir la mitad con otro. En todo caso, la ayuda se hace amor cuando compartes de lo que tienes y necesitas, o, al menos no te sobra.

Supongo que ha sido eso lo que Jesús quiso destacar en aquella viuda pobre, y lo que quieres advertirnos a todos nosotros. Y eso te pedimos, Señor. Danos la voluntad y la buena intención de hacernos comida compartida para aliviar el hambre y la sed de otros. Danos la fortaleza para sentirnos capaces de saciar nuestra sed y hambre, no satisfaciéndonos, sino compartiendo.

Transforma nuestro corazón, Señor, y conviértelo en un corazón generoso, disponible, servicial, atento y entregado a compartir y a darse. Amén.

domingo, 26 de noviembre de 2017

LAS CARTAS BOCA ARRIBA

Todo queda claro. No se trata de novenas, de celebraciones Eucarísticas, de preceptos y cumplimientos, de ser un buen soldado, de cumplir con todo lo que te mande, tal hizo el hermano mayor de la parábola del hijo pródigo -Lc 15, 11-32- y de muchas cosas más. Se trata de amar. Eso, simplemente amar. Y amas cuando te preocupas por las personas que lo necesitan. ¿Y quienes son?

Pues, más claro todavía. Los pobres, los excluidos, los marginados, los encarcelados, los necesitados, los enfermos, los disminuidos... aquellos que necesitan de una mano amiga para aliviar su sufrimiento. Se trata de discernir a este respecto, porque muchos, en situaciones de apuros, no son necesitados, sino aprovechados. Por lo tanto, no se trata de ser bobo, sino de discernir quienes en realidad son necesitados y pobres.

El Evangelio de hoy nos descubre realmente quienes son. Y nosotros aprovechamos para pedirle al Señor que nos dé la sabiduría de saber discernir quienes realmente necesitan de nuestro humilde y pequeño amor. y, llegado el momento y la ocasión, tener la fortaleza y la voluntad para actuar desinteresadamente y por verdadero amor. Porque, no nos van a preguntar ni a pedir otra acción o acto. 

Claramente, el Evangelio de hoy lo explicita muy claramente y no deja lugar a duda: Entonces dirá el Rey a los de su derecha: ‘Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme’. Entonces los justos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber?’. ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?’. Y el Rey les dirá: ‘En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis’.