Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 28 de diciembre de 2017

SE TRATA DE CONFIAR MÁS QUE HACER

A veces dejamos todo a nuestra capacidad de reacción y a nuestro poder de solucionar los problemas que se nos plantean. Y a veces nos damos cuenta que nada podemos hacer. Siempre podemos hacer algo, al menos rezar. Rezar siempre, porque aunque sintamos que podemos salir con nuestras propias fuerzas, no perdamos nunca la humildad de ponernos en Manos del que lo puede todo.

Y ese es nuestro problema, confiar en nosotros o en otros que, como nosotros, poco pueden solucionar. Es verdad que necesitamos actuar y poner todo lo que podamos de nuestra parte, pero siempre la última palabra la tiene el Señor. Sobre todo si se la pedimos. Recordemos que Él nos ha pedido que insistamos, que pidamos y que llamemos. Y si nos lo dice es porque quiere que lo hagamos, porque cuando lo hacemos es que confiamos en Él.

Y el problema que se nos plantea hoy en el Evangelio es el de la escucha y la confianza. Y eso no está en nuestras manos. José, el bueno esposo de María, necesitó la insinuación del Ángel para entender tanto lo del nacimiento del Niño Dios, como lo de la huida a Egipto. Pero, también es verdad que él puso mucho de su parte. Estaba abierto y a la escucha de la voz de Dios, y, a la menos señal, obedecía confiando en el Señor. 

También nosotros escuchamos muchas veces la voz que nos señala el camino. Al menos sabemos por donde no debemos ir. Distinguimos lo que está bien de lo que no lo está. Pero, ¿hacemos caso a esa voz de nuestra conciencia que nos habla y nos indica el camino? ¿Escuchamos la Palabra de Dios en el Evangelio y tratamos de obedecerla? ¿De hacerla vida en mi vida?

Tratemos de hacer lo que podamos, pero, pongamos más esfuerzo en escuchar la voz de Dios y de esforzarnos en seguirla. Y, para eso, necesitamos pedírselo e insistir como Él nos sugiere. No nos cansemos y continuemos siempre pidiéndole que nos dé esa sabiduría divina que nos ilumine para seguir el camino que Él nos señala y dejar el que nos lleva a la perdición. Amén.

miércoles, 27 de diciembre de 2017

NO TRATES DE COMPRENDERLO, SIMPLEMENTE RAZONA

Nos hacemos un lío, y todo porque, detrás, subyace la idea de no querer aceptarlo. ¿Por qué? Simplemente porque no cabe en nuestra cabeza y porque, el aceptarlo, nos obliga a morir a nuestras propias ideas y a nuestros propios proyectos. Y nuestra naturaleza humana, sometida a nuestras pasiones, apegos, hábitos, inclinaciones carnales, avaricias, soberbia y egoísmos, se resiste a despojarse de donde tú crees que está tu felicidad. 

Pronto te darás cuenta que el mundo no te ofrece lo que tú deseas. Porque, lo que tú quieres es ser feliz eternamente. Y eso no lo encuentras en el mundo. Luego, ¿por qué te dejas engañar? Es verdad que el camino no es un paseo de rosas y tiene grandes dificultades. Jesús nos lo ha dicho claramente. No te engaña, pero de la misma manera te dice que ese es el verdadero camino para alcanzar lo que tú buscas.

Muchos, que le han creído, han seguido sus indicaciones, y han alcanzado su propósito. Porque, en Él podemos lograrlo. La razón nos lo dice claramente. Quizás no podemos comprenderlo, porque estamos sujetos al tiempo y al espacio. Los planes de Dios no entran en nuestra cabeza, pero el Señor siempre nos ha dicho la verdad y siempre ha cumplido su Palabra.

Su vida es un camino de cruz. Él la recorrió primero y nos ha dejado claro que quien quiera seguirlo tendrá que cargar con su cruz también. Pero, es verdad que también nos ha dicho que no temamos. Fueron las primeras palabras que el Ángel Gabriel dijo a María, "no temas, pues has hallado Gracia delante de Dios". También nosotros. Somos sus hijos y se ha hecho carne como nosotros para salvarnos integralmente, es decir, cuerpo y alma.

Tengamos confianza y sigamos los dictados de nuestra razón, según la Palabra de Dios. Todo lo que nos dice el Señor es bueno y para el bien de todos los hombres. Es puro sentido común. No nos dejemos traicionar por nuestra mente limitada que no cree sino lo que ve. Tengamos fe y esperanza, pues el Señor no nos engaña. Él ha Resucitado. Amén.

martes, 26 de diciembre de 2017

LA RECETA ESTÁ EN PERSEVERAR

No es una manía, ni un consejo ni una fórmula, es la única y verdadera receta que hay: "Perseverar". Nos lo acaba de decir Jesús en el Evangelio:  ... Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará».
Ahí está el elixir que nos dará la Vida Eterna a la derecha del Padre y junto a Jesús. Perseverar es la solución, pero, como ya podemos entender y vislumbrar, no será nada fácil. Los peligros, las tentaciones, nuestra propia naturaleza caída y pecadora, nuestra debilidad y fragilidad, nuestras inclinaciones al mal, a la pereza, a la comodidad, al confort, al bienestar, a la individualidad, al egoísmo...etc., tratarán de aguarnos el camino y sucumbir a la perseverancia.

El camino se hace duro, pero, precisamente, esa dureza nos empujará a permanecer injertado en el Espíritu Santo y agarrarnos fuertemente a Él. Solos seremos fácilmente vencibles, pero en el Espíritu Santo es otra cosa. Él ha venido, ascendido Jesús al Cielo, para llevar acabo esa labor y fortalecernos, auxiliarnos, poner las palabras en nuestra boca y sostenernos en la fe y la esperanza.

Él nos irá revelando todo lo que no hemos entendido y lo que nos falta por entender. Él es nuestro escudo, nuestra sabiduría, nuestra roca y fortaleza. En Él poco tenemos que temer. Lo hemos recibido en el momento de nuestro Bautismo, y desde ese día, no nos ha dejado ni un momento. Abrámosles la puerta de nuestro corazón y caminemos siempre junto a Él.

"Ven Espíritu Santo, llena el corazón de tus fieles, enciende en ellos la llama de tu Amor. Envía tu Espíritu y serán creados. Oh Dios, que has iluminados los corazones de tus hijos con la Luz del Espíritu Santo, haznos dóciles a tu Espíritu para gustar siempre el bien y gozar de tu consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén."