Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 9 de marzo de 2018

ESTABA YA EN LA LEY

Imagen relacionada
Aquel maestro de la Ley conocía el mandamiento primero, pues está escrito en el Deuteronomio 6, 5 y también el amor al prójimo que lo contiene el Levítico 19, 18. Un maestro de la Ley no podía ignorar estos preceptos. Por lo tanto, su pregunta trae segundas intenciones a modo de probatura respecto a Jesús. Es de suponer que están más cerca del cumplimiento que del espíritu de la Ley.

Jesús responde como se esperaba que respondiera, detallando todo lo que en la Ley y los profetas está contenido. No hay mandamiento más grande ni anterior a este. Es el primero, y el segundo se iguala con él, porque su cumplimiento verifica al primero. No se puede querer a Dios si no se quiere al prójimo. Y eso nos compromete mucho, hasta el punto que debemos estar preocupados por el sufrimiento de los demás. 

No podemos permanecer indiferente ante los problemas que sufren otros. Bien es verdad que muchos se los buscan con sus actuaciones e irresponsabilidades, pero, también es verdad que Dios nos perdona nuestras irresponsabilidades y nuestro mal proceder. Igual nosotros debemos actuar, al margen de que el prójimo se lo merezca o no. Porque, nosotros tampoco nos merecemos el amor y la misericordia de Dios.

Desde este pequeño y humilde rincón, Señor, te pedimos nos fortalezca nuestra voluntad y nos de empeño y fuerza para poder, no sólo cumplir, sino también actuar en favor de los más necesitados. Y no desesperar por nuestra impotencia. Tú nos conoces mejor que nosotros mismos, y sabes que muchas veces no actuamos porque no sabemos ni cómo ni qué hacer. 

Es verdad también, y lo confesamos, que otras veces eludimos nuestra responsabilidad por comodidad, por falta de compromiso, por no complicarnos ni molestarnos...etc. Por eso te pedimos que nos des fortaleza, voluntad y decisión para vencernos y darnos en disponibilidad y entrega a aliviar el sufrimiento de los demás, sobre todo de los más pobres y necesitados. Te lo pido, Señor, unidos a todos los que visiten y lean esta reflexión, respondiendo, "te lo pedimos, Señor". Amén.

jueves, 8 de marzo de 2018

LIMPIA MI MIRADA, SEÑOR

Imagen relacionada
Quiero sostener mi mirada limpia. Son conscientes de los peligros que me acechan en cada momento de mi vida. El demonio está atento a mis dudas, a mis debilidades y pecados y actúa para acrecentar mis dudas y ponerme en contra del Señor. Es muy listo y tiene poder, pero nada puede hacer contra el Espíritu Santo, y a Él quiero yo agarrarme e injertarme para evitar que me separe de Ti.

El mundo, demonio y carne, son tres obstáculos difíciles de superar y con los que el demonio juega para seducirnos. Jesús también fue tentado en el desierto y nosotros también lo seremos en el camino de nuestro propio desierto. Necesitamos prepararnos y sostenernos sobrios, equilibrados y limpios. Este tiempo de cuaresma nos ayuda, pero no debemos tomárnoslo como un tiempo de sacrificio sino que debemos habituarnos a llevar una vida limpia y equilibrada que nos fortalezca para luchar contra estas tentaciones todo los días de nuestra vida.

Porque, todos los días del año son días de conversión. Y cada día empieza de nuevo. La conversión que logramos ayer y con la que crecimos, terminó ayer. Hoy empieza una nueva. Nuestra fuerza es el Señor y junto a Él iremos superando los obstáculos que nos impiden crecer y avanzar en conversión. No nos vale de mucho hacer durante este tiempo cuaresmal grandes sacrificios, si, después de terminar la cuaresma, nos relajamos y nos quedamos instalados en la comodidad.

Nuestro camino debe ser siempre moderado, pero junto al Señor y tratando de limpiar nuestra mirada hacia el mundo, demonio y carne. Sólo con el Señor, injertado en su Espíritu, iremos fortaleciéndonos y superando todas esas murallas que se levantan en nuestro camino impidiéndonos permanecer limpios y junto al Señor.

Pidamos esa Gracia y ayudémonos de la comunidad o grupos donde estemos injertados para que, el mundo, demonio y carne, no puedan arrebatarnos y separarnos de nuestro camino hacia la Casa del Padre. Amén.

miércoles, 7 de marzo de 2018

UN DIOS CERCANO Y REVELADOR

Resultado de imagen de Mt 5,17-19 por Fano
Nuestro Dios es un Dios que se hace presente y nos busca, y quiere tener una relación íntima con cada uno de nosotros. Es un Dios que elige un pueblo y le revela su Palabra, sus preceptos y sus juicios. Y envía a su Hijo, para que dé plenitud a su deseo de acercarse al hombre, con la misión de dar cumplimiento, perfeccionar y revelar el verdadero rostro de Dios y puedan entrar en intimidad con Él.

Nos cuesta encontrar el equilibrio. Con frecuencia nos pasamos de largo, y nos volvemos rigoristas, rígidos, intransigentes, inmisericordes cuando ponemos la letra muerta de la ley por encima del Espíritu, de la caridad, de la compasión o por encima del Evangelio. Excluimos a la persona y la sometemos a la ley. O, sucede todo lo contrario, no llegamos y en nombre de la libertad endiosada lo que excluimos es la ley.

Nos saltamos todas las leyes, todas las obligaciones y responsabilidades y nos ponemos nosotros por encima. El hombre se basta y no necesita leyes ni nada que le oriente y le organice. Como si la convivencia en cualquier grupo humano no necesitara de una mínima organización y control. Toda comunidad necesita un pequeña organización que esté en el equilibrio de ayudarnos a sostenernos y a orientarnos, pero sin caer en el error de quedar sometidos y esclavizado bajo la ley.

Por encima de todas esas leyes que nos ayudan, está el amor y la misericordia, que da verdadero cumplimiento a la ley. Porque, la ley no responde a la plenitud de la justicia, que se esconde en el amor y la misericordia. El hombre queda atrapado bajo su propia ley, que lo somete y esclaviza. Necesita el amor y la misericordia, que le da sentido y abre su corazón a un horizonte de libertad y de generosidad.

Jesús nos enseña a amar y ser misericordioso. Un amor sin condiciones y sin espera de respuesta. Un amor desinteresado y simplemente entregado. Independiente de tú respuesta y de tu comportamiento. Simplemente, un amor que te habla y te descubre que Jesús se ha dejado  clavar en la Cruz por ti. Y, pacientemente y sin presionarte, te espera. Tú tienes la última palabra.