Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 11 de marzo de 2018

EL MAL SE ESCONDE EN LAS TINIEBLAS

Resultado de imagen de Jn 3,14-21
La mentira se esconde en la oscuridad. El ladrón actúa en la oscuridad para no ser visto. Incluso, actuando en la luz, lo hace cuando no es visto. Su intención es siempre ocultarse, porque sabe que sus obras son malas. Por el contrario, el que actúa en la verdad no se esconde. Actúa en la luz y a la vista de todas las miradas para ser visto.

No son nuestras obras las que nos salvarán, sino nuestra fe. Es posible que muchos hombres que hacen buenas obras sean nombrados hijos adoptivos y preferidos de un lugar o país. Ya tienen su premio, porque por sus obras han buscado la gloria de sí mismo. Han sido correspondidos a su vanidad y a sus esfuerzos. Sus propias fuerzas han tenido su premio. a su dependencia.

El hombre necesita reconocer su pobreza y su dependencia de Dios. Es decir, creer que todo le ha sido dado por Dios y que, por su Gracia, ha sido salvado. Y será esa fe la que le dará sus buenas obras. Es decir, hay gran diferencia en actuar por mi propia decisión y hacer buenas obras, y actuar en nombre del Señor y apoyado en su Gracia por mi fe en Él. Porque, es la fe la que me salva y la que hará que mi vida dé frutos. Esos frutos que serán el resultado de mi amor.

Pidamos al Señor esa Gracia de recibir la Luz que nos ilumine y nos dé la fe que imprima en nuestras vidas esas obras de amor que conviertan nuestra vida en una esfuerzo de darnos y entregarnos a servir por amor a los demás. Pidamóslo con fe en la esperanza de sabernos guiados por el Espíritu Santo, sabiéndonos iluminados por su Gracia y por su acción.

Ven Espíritu Santo y llena los corazones de tus fieles y enciende en nosotros la llama de tu Amor para que nuestros corazones sean creados de nuevos. Haznos dóciles a tu Espíritu para que busquemos siempre el bien y gustemos de tu consuelo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

sábado, 10 de marzo de 2018

CONCIENCIA TRANQUILA, MAL SÍNTOMA

Resultado de imagen de Lc 18,9-14 por Fano
No es buena señal tener la conciencia tranquila. Se oye mucho decir, tengo la conciencia tranquila y duermo como un lirón, pero, para un cristiano comprometido con su compromiso de Bautismo no es bueno estar tranquilo y relegado, porque el camino a recorrer exige esfuerzo, crecimiento y conversión, y eso despierta inquietud y desasosiego en el buen sentido de la palabra.

No se trata de vivir angustiado, pero sí en constante movimiento interior. En constante crecimiento de conversión y en permanente actualización de perfección. Por lo tanto, no es muy bueno, o mejor, nada bueno tener la conciencia tranquila, porque eso supone e indica que no necesitas médico de conciencia y que por ti mismo te bastas. Ese es el resultado de la parábola que hoy nos expone Jesús.

El uno, es decir, el fariseo se considera  un hombre bueno por todo lo que hace, como lo hace y cumple. Pero, se olvida de compartir su amor y misericordia con los que lo necesitan. Su acción es cumplir lo prescrito por la Ley sin más preocupación. El otro, el publicano, se manifiesta preocupado por sus faltas, sus limitaciones, sus torpezas y pecados. Y pide perdón.

Y Jesús nos dice que es el segundo, es decir, el publicano, quien sale justificado. Y agrega: Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se ensalce será humillado; y el que se humille será ensalzado. 

Gracias, Señor, por esta lección de humildad. Necesito ser humilde y reconocer que sin Ti nada soy, ni nada puedo. Necesito escudriñar en mi interior y descubrir todas mis lacras y lepras que minan mi alma y esclavizan mi cuerpo sometiéndome al pecado. Por eso, quiero pedirte perdón y suplicarte la Gracia de ser humilde y de experimentarme pecador. 

Pecador necesitado de conversión, que sólo Tú me puedes dar. Yo, Señor, te prometo esperar; no apartarme de tu lado y aguardar pacientemente tu señales e indicaciones, porque sé que lo que quieras de mí, con tu Gracia y por tu Espíritu estaré capacitado para cumplirlo. Amén.

viernes, 9 de marzo de 2018

ESTABA YA EN LA LEY

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Aquel maestro de la Ley conocía el mandamiento primero, pues está escrito en el Deuteronomio 6, 5 y también el amor al prójimo que lo contiene el Levítico 19, 18. Un maestro de la Ley no podía ignorar estos preceptos. Por lo tanto, su pregunta trae segundas intenciones a modo de probatura respecto a Jesús. Es de suponer que están más cerca del cumplimiento que del espíritu de la Ley.

Jesús responde como se esperaba que respondiera, detallando todo lo que en la Ley y los profetas está contenido. No hay mandamiento más grande ni anterior a este. Es el primero, y el segundo se iguala con él, porque su cumplimiento verifica al primero. No se puede querer a Dios si no se quiere al prójimo. Y eso nos compromete mucho, hasta el punto que debemos estar preocupados por el sufrimiento de los demás. 

No podemos permanecer indiferente ante los problemas que sufren otros. Bien es verdad que muchos se los buscan con sus actuaciones e irresponsabilidades, pero, también es verdad que Dios nos perdona nuestras irresponsabilidades y nuestro mal proceder. Igual nosotros debemos actuar, al margen de que el prójimo se lo merezca o no. Porque, nosotros tampoco nos merecemos el amor y la misericordia de Dios.

Desde este pequeño y humilde rincón, Señor, te pedimos nos fortalezca nuestra voluntad y nos de empeño y fuerza para poder, no sólo cumplir, sino también actuar en favor de los más necesitados. Y no desesperar por nuestra impotencia. Tú nos conoces mejor que nosotros mismos, y sabes que muchas veces no actuamos porque no sabemos ni cómo ni qué hacer. 

Es verdad también, y lo confesamos, que otras veces eludimos nuestra responsabilidad por comodidad, por falta de compromiso, por no complicarnos ni molestarnos...etc. Por eso te pedimos que nos des fortaleza, voluntad y decisión para vencernos y darnos en disponibilidad y entrega a aliviar el sufrimiento de los demás, sobre todo de los más pobres y necesitados. Te lo pido, Señor, unidos a todos los que visiten y lean esta reflexión, respondiendo, "te lo pedimos, Señor". Amén.