Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 6 de mayo de 2018

SABERNOS AMADO DA ALEGRÍA Y PAZ

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Nuestra esperanza es conocer que somos amados por Jesús. Lo sabemos porque el mismo nos lo ha dicho: En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado».

Y ese conocimiento nos da alegría y paz. Él ha sido quien ha dado el primer paso y nos busca, y nosotros sólo debemos corresponderle. Experimentamos que no es fácil y que nos cuesta mucho, porque amar como nos ama Jesús significa renunciar a nuestro egoísmo y a nosotros mismos. Nuestra naturaleza pecadora está herida y tocada por el pecado y necesitamos la Gracia del Señor para poder vencer las tentaciones que nos esclavizan y nos impiden amar.

Por eso, cuando experimentamos como nos ama el Señor comprendemos verdaderamente lo que significa amar y podemos atrevernos a amar de esa manera. Entonces, nos damos cuenta que necesitamos el auxilio del Espíritu Santo para que, fortalecidos por sus dones, poder darnos íntegramente en un amor gratuito y generoso renunciando a nosotros. 

Por regla general todos hemos experimentado el amor de nuestros padres o de alguna otra persona, familia o amigo,  y como ese amor genera en nosotros un deseo de corresponderles. Pues bien, conocer el amor del Señor será muy importante para que nosotros experimentemos y deseemos corresponderle. Te pedimos, Señor, que nos des esa sabiduría de comprender como Tú nos ama y que eso genere en nosotros la capacidad y la fortaleza para corresponderte como Tú quieres que lo hagamos.

Danos esa capacidad de permanecer en Ti y amarte en nuestros hermanos, cumpliendo así tu mandato de amarnos unos a otros tal y como Tú nos has mandado. Amén.

sábado, 5 de mayo de 2018

PERSEGUIDOS COMO EL MAESTRO

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Desde el momento que decidimos seguir a Jesús tenemos que ser conscientes también de que seremos perseguidos como Él. No estamos en este mundo para disfrutar de él, sino para servirle y dar frutos, y hacerlo mejor. Ya nos lo decía en el Evangelio del miércoles - Jn 15, 1-8- y nos los advierte hoy, porque esos frutos a los que alude Jesús son frutos de verdadero amor y exigen dolor y sufrimientos.

Debemos ser como el árbol que, muerta la semilla, da frutos, y frutos que regala incondicionalmente para que se beneficien todos, desde los pajarillos y animales hasta las personas. Porque, como Jesús nos somos de este mundo y, por eso, seremos perseguidos como lo fue Él. El mundo no conoce a quien le envió y le odia, y de la misma manera también nos odia a nosotros. Eso significa que la cuesta de nuestra vida será bastante empinada y costosa de subir.

Ante este panorama necesitamos permanecer unidos al Señor para así dar frutos. Frutos de amor, de verdadero amor, porque para soportar las dificultades del camino necesitamos la Gracia del Espíritu Santo. Gracia que debemos pedir y a la que debemos abrirnos, permaneciendo atentos y expectantes a su acción. Porque no podemos amar por nuestra cuenta, pues nuestras capacidades y fuerzas no nos dan para más. Nos será imposible dar frutos de verdadero y auténtico amor.

Necesitamos, pues, la fuerza y los dones del Espíritu Santo, para que nuestro corazón se transforme en un corazón como el del Señor. Así podremos realizar las mismas cosas que Él, tal y como el mismo nos lo ha prometido. Tengamos, pues, fe y pidamos al Espíritu Santo que nos dé sus dones para ser fuerte y rebasar el camino contracorriente hasta llegar, de la Mano de María y nuestro Señor, su Hijo, a la Casa del Padre. Amén.

viernes, 4 de mayo de 2018

DESCUBRIR EL VERDADERO AMOR

Resultado de imagen de Jn 15,12-17 según Fano
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


Se habla mucho del amor, y todos creen saber lo que realmente es amar, pero son muy pocos los que lo entienden. Porque, amar no es buscar lo que me gusta; tampoco es satisfacer mis pasiones, tanto carnales como sensoriales; no es buscar provecho propio ni intereses económicos o de cualquier tipo. Amar es simplemente aceptar al otro tal y como es y desde ahí tratar de ayudarle a ser mejor persona.

Claro, se necesita la colaboración y participación del otro, porque no se trata de imponer, sino solamente de amar, y eso necesita que la libertad del otro sea solidaria y se una a la misma corriente del amor. ¿Entonces, qué hacemos? Esperar, esperar y esperar amando. ¿No lo hace así Dios con nosotros? ¿Y no queremos parecernos a Él? Amar es amar tal y como nos ama Jesús.

Hoy nos lo recuerda en el Evangelio: «Éste es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado». Pero, no te atrevas a intentarlo tú solo. Te será imposible. Necesitas hacerlo permaneciendo en Él. También te lo ha dicho hace días: "Permaneced en mí y Yo en ustedes"-Jn 15, 1-8-. Y permanecer en Él es estar cerca de Él. Y eso no se puede hacer sin frecuentar los sacramentos de la Eucaristía y la Penitencia. Pero, también, la asidua frecuencia en la comunidad parroquial o grupos parroquiales, donde celebramos, oramos y compartimos la fe.

La fe y el amor no se pueden vivir solos. Se hace necesario la comunidad parroquial, donde compartir y tener la oportunidad de darse. Es tan necesario como vital para expresar y dar nuestro amor. No somos criaturas de Dios para vivir individuales. Somos semejante a Él, y Él es comunidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Por lo tanto, el amor es la fuerza que nos une y nos hace, juntos, compartir la fe y la vida.

De ahí ese mandamiento nuevo: "Amarnos los unos a los otros como Jesús nos ha amado". Pidamos esa Gracia de saber entender el verdadero amor, y la fortaleza y la sabiduría de vivirlo y manifestarlo en nuestras vidas. Y nada mejor que, pacientemente, llevarlo a nuestras oraciones diarias. Amén.