Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 21 de febrero de 2019

¡A DÓNDE VOY, SEÑOR!

Resultado de imagen de Mc 8,27-33
Te pido, Señor, que cada día que pasa de mi vida me aumentes la fe. También, te doy gracia por la vida que me has regalado y por la fe que me ha mantenido a tu lado. Confieso que no soy un buen discípulo y que muchas veces te he defraudado con mis pecados, pero si no te conociera hoy, Señor, ¿a dónde y a quién iría?

Porque, en el mundo en el que vivo no encuentro lo que busco. Y no sólo eso, sino que es un mundo falso, lleno de peligros, de injusticias, de egoísmos y de muertes. Un mundo en el que no se busca la paz, sino el poder, la riqueza, el placer y la satisfacción aunque sea a costa del otro. Un mundo de mentiras, lleno de hipocresías y de corrupción. ¿A dónde puedo ir, Señor? Sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna.

En mi corazón está grabada tu alianza, Señor. Una alianza que Tú has escrito y que me habla de Ti. Una alianza que me fortalece y me empuja a buscar el gozo y la felicidad eternamente y que experimento en mi humilde camino que sólo puedo encontrar en el amor. Y todo eso no está en ninguna parte y menos en el mundo. Sólo se encuentra en Ti.

Por todo ello, Señor, te pido que enciendas mi corazón y lo sostengas incandescente alejado de todo ese peligro que amenaza con apagarlo. Yo quiero confesarte que eres el Hijo de Dios, pero tengo miedo que el mundo me pueda convencer y someter con sus seducciones, a las que no puedo resistir. Por eso, Señor, acudo a Ti, para que fortalecido en el Espíritu Santo sea capaz de soportar también mi camino de cruz y, abrazado a tu Cruz, vencer las peligrosas y amenazantes tentaciones del mundo, demonio y carne.

A tus brazos, Señor, me abandono y me confío apoyado en tu Cruz, en la que Tú has entregado y padecido tu Muerte. Quiero, por tu Gracia, compartir la pequeña cruz de mi vida y ofrecerte lo poco que soy con la esperanza de encontrarme contigo en la Resurrección. Amén.


miércoles, 20 de febrero de 2019

TAMBIÉN YO, SEÑOR, NECESITO VER

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Doy gracias a Dios porque mis ojos me permiten ver la luz del sol, los colores y las maravillas de la vida, los árboles y las hermosas montañas, el mar y la colorida y frondosa vegetación. Y, porque también puedo oír y escuchar los cantos de los pájaros y los hermosos sonidos de las notas musicales del pentágrama. Gracias, Señor, por poder apreciar todo lo que has creado para disfrute de tus criaturas predilectas, el hombre y la mujer.

Pero, esa mirada humana no es suficiente, Señor. Hoy quiero pedirte, como hiciste con el ciego camino de Betsaida, que me des la verdadera vista. Esa vista que no se detiene solamente en ver las cosas que Tú has creado, sino también ver ese lado del mundo con los ojos llenos de amor. Un amor paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno, para ser capaz de ver detrás de las apariencias a tus hijos como los ves Tú mismo y ser capaz de apreciar la bondad de cada uno.

Esa es la vista que quiero tener Padre. Dame esa sabiduría que me ayude a situarme en ese espacio de soledad reflexiva para ver con claridad y, a través de esa mirada limpia, pura, y llena de tu Gracia, ser capaz de encontrarte y cerrar mis oídos a toda murmuración, guardar mi lengua de toda maledicencia.y dejar sólo en mí esos buenos y bien intencionados pensamientos que bendigan.

Deposita tus Manos, Señor, en mis ojos y límpialos de toda impureza y de toda mala intención. Guardame, Señor, de la oscuridad del mundo y dame la luz para ver claramente a los hombres y penetrar con mi vista hasta sus corazones. También yo, Señor, quiero ver. No sólo lo que alcanza mi mirada de forma natural, sino con esa otra mirada sobrenatural que sólo Tú, mi Dios, puedes darme. Amén.

martes, 19 de febrero de 2019

SOSTÉN, SEÑOR, MI MIRADA EN TI

Resultado de imagen de Mc 8,14-21 por Fano
Muchas cosas nos pueden distraer y apartar de Dios. Estamos entre lobos y los que viven y buscan el poder tratan de apartarnos del hecho religioso y de que nos fijémonos solamente en ellos. Sus influencias son poderosas y pueden afectarnos peligrosamente si no andamos con cuidado y fortalecidos en la comunidad. El mundo tiene muchas razones para seducirnos y someternos. 

No nos apartemos de la mirada del Señor. Mantengamos siempre su cercanía con la frecuencia de los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía. Estemos siempre cerca para tocar al Señor, hablar con Él y limpiar nuestra alma de todas las impurezas que el mundo nos contaminas y de las malas intenciones que se cultivan en nuestros corazones. 

Señor, queremos permanecer en Ti y perseverar en tu amor. Sabemos que el mundo es un peligro constante y cada día estamos tentados por muchas cosas. Nuestra naturaleza pecadora está sometida al pecado y, sólo en Ti y por Ti podemos superarlo. Tú, Señor, eres nuestra esperanza y en Ti nos abandonamos. Te pedimos que nos llenes de tu fortaleza para resistir todas estas embestidas que el mundo nos prepara y nos propone. Esa mala intencionada levadura farisaica es un peligro constante.

No permitas, Señor, que los poderosos nos puedan y nos influyan. Los medios, la prensa, la televisión y las redes son espacios de influencias que anulan nuestras intenciones y deponen nuestra voluntad. Danos la sabiduría y el poder de discernimiento para poder sostenernos firmes en la fe y en tu Palabra. Todo lo ponemos en tus Manos y en ellas descansamos todas nuestras esperanzas. Amén.

lunes, 18 de febrero de 2019

LA EXIGENCIA A LA ACTUACIÓN DE DIOS


Resultado de imagen de Mc 8,11-13 por Fano
No aceptamos a Jesús como el Hijo de Dios ni tampoco el anuncio de su Palabra. Exigimos pruebas, porque el dios en el que nosotros creemos tiene que ser un dios que coincida con nuestra manera de pensar y de ver las cosas. Lo hicieron los del tiempo de Jesús y continúan haciéndolo los de ahora. Todos queremos y exigimos pruebas a los interrogantes y a las consecuencias de nuestros mismos pecados.

Pedimos a Dios respuestas de todo lo que sucede, de las guerras, de las miserias y muertes que suceden en nuestro mundo Pero, ¿es Él el responsable? ¿Tenemos nosotros derechos de exigirle? ¿Acaso podemos nosotros entenderle? ¿Estamos nosotros capacitados para discutirle sus planes?

Perdonanos, Señor, por tanta osadía y orgullo. Perdonanos, Señor, por sentirnos capaces de poner en duda tus planes hasta el punto de rechazarlos. Perdonanos, Señor, por tanta exigencia sin ningún derecho habiendo recibido gratuitamente todo lo que somos y tenemos de Ti. Perdonanos, Señor, por exigirte que tus planes se adapten a los nuestros y que tu Voluntad a la nuestra. Perdonanos, Señor, tanta exigencias, tanta necesad, tanta ignorancia y ceguera.

Te pedimos, Señor, que nos des la humildad necesaria para aceptar y creer en  tu Palabra siguiendo tus enseñanzas y tus mandatos. Te pedimos, Señor, que nos des la sabiduría de ponernos en tus Manos y dejarnos guiar por tu Espíritu sin rechistar ni poner en entredicho tus caminos. Danos la paciencia, la fortaleza y la perseverancia para seguir tus pasos aunque entendamos que no son los nuestros. Amén.

domingo, 17 de febrero de 2019

SALMO 119, 169-176

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169 Oh Señor, escucha mi clamor;
    dame la capacidad de discernir que me prometiste.

170 Escucha mi oración;
    rescátame como lo prometiste.
171 Que la alabanza fluya de mis labios,
    porque me has enseñado tus decretos.
172 Que mi lengua cante de tu palabra,
    porque todos tus mandatos son correctos.
173 Tiéndeme una mano de ayuda,
    porque opté por seguir tus mandamientos.
174 Oh Señor, he anhelado que me rescates,
    y tus enseñanzas son mi deleite.
175 Déjame vivir para que pueda alabarte,
    y que tus ordenanzas me ayuden.
176 He andado descarriado como una oveja perdida;
    ven a buscarme,
    porque no me he olvidado de tus mandatos.



Nota: con estos versiculos termina el Salmo 119.

sábado, 16 de febrero de 2019

SALMO 119, 161-168

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161 Gente poderosa me acosa sin razón,
    pero mi corazón tiembla únicamente ante tu palabra.
162 Me alegro en tu palabra
    como alguien que descubre un gran tesoro.
163 Odio y detesto toda falsedad,
    pero amo tus enseñanzas.
164 Te alabaré siete veces al día
    porque todas tus ordenanzas son justas.
165 Los que aman tus enseñanzas tienen mucha paz
    y no tropiezan.
166 Anhelo que me rescates, Señor,
    por eso, he obedecido tus mandatos.
167 Obedecí tus leyes,
    porque las amo mucho.
168 Así es, obedezco tus leyes y tus mandamientos
    porque tú sabes todo lo que hago.

viernes, 15 de febrero de 2019

SALMO 119, 153-160

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 


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153 Mira mi sufrimiento y rescátame,
    porque no me he olvidado de tus enseñanzas.
154 ¡Defiende mi caso, ponte de mi lado!
    Protege mi vida como lo prometiste.
155 Los perversos están lejos de ser rescatados,
    porque no se interesan en tus decretos.
156 Señor, qué grande es tu misericordia;
    que el seguir tus ordenanzas me reanime.
157 Muchos me persiguen y me molestan,
    sin embargo, no me he desviado de tus leyes.

158 Ver a esos traidores me enferma el corazón,
    porque no les importa nada tu palabra.
159 Mira cómo amo tus mandamientos, Señor.
    Por tu amor inagotable, devuélveme la vida.
160 La esencia misma de tus palabras es verdad;
    tus justas ordenanzas permanecerán para siempre.