Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 26 de agosto de 2019

CUANDO NO AMAS EXPERIMENTAS QUE NO ERES FELIZ

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Todos hemos experimentado que cuando nos sentimos tristes nuestro corazón está enfermo. Enfermo de odio, de venganza, de desorden y, en resumen de falta de amor. Y eso es así porque nuestro corazón ha sido creado para amar. Dios es Amor y hemos sido creados semejante a Dios, por lo tanto, creados para amar y cuando no lo hacemos nos sentimos mal. Por lo tanto, cuando experimentas que tu ejemplo no sirve para transmitir amor sientes que transmites desamor, y eso es malo. Tan malo que puede llevar a otros también a ese camino del mal.

Por lo tanto, tratemos de dar buen ejemplo y de ayudar a otros a hacerlo también. Necesitamos ser buenas personas y eso nos exige dar buen testimonio en las obras y actos de nuestra vida. Necesitamos ser transparentes de obras de amor. Ahora, no lo podemos hacer solos sino injertados en el Espíritu Santo, porque nuestra debilidad necesita la Fuerza y la Fortaleza del Espíritu Santo. Somos pecadores y de ir solos por el mundo quedaremos a merced de su poder persuasivo, tentador y concupiscente.

Por eso, pidamos al Señor que nos fortalezca y nos dé la fe de sostenernos fieles a su Palabra y coherentes con los actos de nuestra vida para que no demos mal testimonio ni escandalicemos a los que están a nuestro lado en nuestra parroquia o comunidad. No nos quedemos con nuestra fuerza sino que estemos siempre vigilantes y orantes para que el Señor nos infunda esa sabiduría y fortaleza para poder salir victorioso en la lucha.

Pidamos también que la sabiduría de darnos cuenta de lo verdaderamente importante y no pongamos en nuestra vida dioses e ídolos falsos que nos puedan desviar y confundir dando mal testimonio a otros. Tengamos mucho cuidado en las tradiciones y todo tipo de costumbre que, sin darnos cuenta, ponen el acento y la importancia en las cosas y no en el Creador de todo lo que existe y ha creado todas esas cosas. Amén.

domingo, 25 de agosto de 2019

PONGO MI VIDA, SEÑOR, EN TUS MANOS

Resultado de imagen de Lc 13,22-30
El Evangelio de hoy domingo es escalofriante. Siento el temor de Dios, y no porque tema su castigo, pues mi Padre Dios me ama y quiere salvarme y me ha salvado entregando a su Hijo, sino por que yo no esté a la altura de aceptar su propuesta. Pido al Espíritu Santo que ese don de temor de Dios me proteja y me dé la fortaleza para vencer mi apatía, mi desidia, mi comodidad y me abulia. 

No puedo comprender lo ciego que estamos ante el gran Tesoro que ponemos en riesgo. Nos estamos jugando la Vida Eterna a cada instante de nuestra vida, como si de una partida de póker se tratara y con el agravante de no saber lo que ponemos en juego y lo que podemos perder. Se trata de nuestra felicidad eterna. Esa felicidad que buscamos ignorantemente cada día en las caducas cosas de este mundo.

Danos, Señor, la sabiduría de darnos cuenta y la fortaleza de aceptar seriamente y responsablemente tu propuesta de salvación. Danos la fortaleza para poder entrar por la puerta estrecha, esa puerta estrecha que exige vivir en la verdad, en la justicia, en la solidaridad con aquellos que sufren, que padecen y que son marginados y explotados. Danos la voluntad de ser solidarios y de poner en juego buscando, el bien y la verdad, todas nuestras capacidades y talentos recibidos de tu Mano generosa.

Y, Señor, ten piedad y misericordia de mis pecados, de mis debilidades, de mis errores, de mis vaguedades, de mis comodidades y de mis egoísmos. Endereza mi vida y dame un corazón nuevo que respire tu Amor y me haga cada día mejor persona según tu Voluntad. Amén.

sábado, 24 de agosto de 2019

¡NECESITO TU AYUDA, SEÑOR!

Resultado de imagen de Jn 1,45-51
Nuestra limitaciones son tantas que nos cuesta entenderte, Señor, y darnos cuenta, no sólo de forma teórica, que eso parece que si lo hacemos, sino de vivirlo en la práctica del cada día de nuestra vida. Darnos cuenta de la necesidad de caminar junto a Ti, Señor, es el mayor hallazgo y descubrimiento que podamos encontrar. Porque, solos, Señor, estamos perdidos y a merced del príncipe del mundo.

Necesitamos dejarnos encontrar, Señor, por Ti, porque, eres Tú quien nos buscas y das el primer paso, pues, ¿qué sería de nosotros sin tu Amor y tu Misericordia? Nos buscas a cada momento y nos llamas, como a Natanael, pero dejas en nuestras manos la decisión de responderte. Y queremos hacerlo, Señor, tal y como hizo Natanael. 

Queremos encontrarnos con Felipe y hacerle caso. Es eso lo que te pedimos hoy, escuchar a ese amigo, a ese compañero, a ese sacerdote ... que nos habla de Ti y nos invita a conocerte. Queremos ir a tu encuentro de forma auténtica y responsable y conocerte de cerca para escuchar tus Palabras y responderte de la misma forma que hizo Natanael. Es eso lo que buscamos muchos, estar en tu presencia y escuchar tu Palabra.

Yo, Señor, y supongo que otros también, quiero encontrarte y no hacerlo a mi manera sino a la Tuya, y según tu Voluntad. Ya sé que eso no dependerá de mí sino de mi perseverancia, de mi insistencia, de mi confianza y, sobre todo, de mi fe. Lo demás, Señor, correrá de tu cuenta, porque en mí no está el poder de cambiar mi pobre y mísero corazón. Eso sí, yo no dejaré de insistir y confiar en Ti, porque, Tú, Señor, me lo has prometido: pidan y recibirán; busquen y hallarán y llamen y se les abrirá - Lc 11, 1-13 - y tomo tu Palabra, pues, sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna.

Mientras tanto, Señor, te pido paciencia, constancia y confianza en tu respuesta. A mí me toca esperar y confiar sin desfallecer y eso es lo que en este momento te pido, fortaleza para esperar confiado. Aumenta mi fe hasta el punto de, como Natanael, proclamarte Señor mío y Dios mío. Abre mi corazón, Señor, para que mi vida responda a tu búsqueda y a entregarme plenamente a hacer tu Voluntad. Amén.