Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 30 de diciembre de 2017

ADHERIDOS AL SEÑOR

La profetiza Ana nos da un testimonio de perseverancia de unión con el Señor. Ayuno y oración son las claves para permanecer unidos a Él. Ayuno, que equivale a estar disponible, desapegado y atento a la escucha de la Voz del Espíritu de Dios. Atento y escuchante como José, hasta tomar la cruz de nuestro propio camino obedeciendo las insinuaciones del Espíritu.

No hay mayor sacrificio y ayuno que desapegarte de tus propias ideas y proyectos para seguir los que te marca el Espíritu de Dios. Ayunos y sacrificios de obediencia y seguimiento a la Voluntad de Dios. Un ayuno que no consiste en sacrificio, sino en el esfuerzo de cada día para dar respuesta a la Voz que te insinúa el Espíritu Santo. ¿Y no es eso precisamente el mayor sacrificio?

María y José nos dan ejemplo de eso sometiéndose a la Ley y cumpliendo todo lo prescrito por ella. María y José abandonan sus propios proyectos para seguir los que le marca el Ángel anunciador enviado por Dios. Todo camino si no va acompañado del Espíritu Santo está condenado a perderse y fracasar. Necesitamos la oración, brújula para orientarnos y no perdernos, y el ayuno de la renuncia, del esfuerzo diario a la escucha y atención a la Palabra que nos guía y nos conduce.

Claro, eso supone ingente sacrificio y duro esfuerzo. No se trata de un momento heroico, sino de la gota de cada día, que va horadando en nuestro corazón el camino por donde entra la Gracia del Señor y nos llena de su Amor. Ser perseverante nos exige fidelidad y constancia en la oración, porque sólo en intimidad con el Señor seremos capaces de descubrirlo y anunciarlo.

Pidamos, con paciencia y perseverancia, la Gracia del Señor, para ser capaces de transmitirla llenos de ella y derramarla por los caminos que nuestra vida transcurre según los impulsos y mandatos del Espíritu de Dios. Amén.

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