Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 11 de diciembre de 2017

LA PARÁLISIS DE MIS PECADOS

Estoy delante de Ti, Señor, y te presento mis parálisis. Son muchas las que me impiden caminar hacia Ti. Sé que tengo tu perdón, pues a eso has venido a encontrarte conmigo, pero, igual que aquellos hombres, no paso del asombro y de la indiferencia. Perdonas mis pecados y me mandas a caminar, y no sé si realmente tomo conciencia de perdón, me arrepiento y camino hacia Ti.

Me pregunto si sigo tendido en mi cama con mis parálisis sin responderte y aceptar tu perdón. Y no encuentro respuesta que me descubra la curación de mis parálisis. Sigo tumbado, Señor, en la camilla de mi parálisis porque mi corazón está cerrado a tus Palabras. Necesito abrir mis ojos y mis oídos y aceptar tu invitación de perdón. Con eso basta. Todo lo demás se curara por añadidura.

Es lo verdaderamente importante aceptar tu Misericordia, porque es ella la que nos da la salvación. La curación de mi parálisis no tiene mayor relevancia, porque ella volverá de nuevo. Somos limitados, pecadores y nuestra naturaleza tiene camino de pecado. Metemos y sacamos la pata una y otra vez. Lo que realmente nos salva es tu Misericordia, Señor. Hazno entender eso, porque es eso lo que nos salvará.

Tú nos has dicho que nos quieres sacrificio, sino Misericordia -Mt 12, 1-8-. Es ese amor el que nos da la salvación, y esa falta de misericordia es la que paraliza toda mi alma y mi cura. Por lo tanto, Señor, con sólo tu perdón basta para tomar mi camilla, levantarme y caminar. Perdona mi falta de fe y mi incredulidad. Y dame la sensatez y la fe de creer en tu Palabra sin titubeos ni vacilación.

Sé, Señor, que tengo tu perdón, pero lo que no sé es si experimento dolor de contrición  por haber faltado a tu amor una y otra vez. Y eso te pido en estos momentos de preparación del Adviento, dolor de contrición para hacer una buena confesión. Conciencia de los pecados cometidos y arrepentimiento profundo para ,fortalecido en él, resistir con voluntad, paciencia y alegría todas esas tentaciones que amenazan con paralizar mi vida e impedirle caminar hacia Ti. Amén.

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