Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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sábado, 5 de noviembre de 2016

BUSCANDOTE EN LO SENCILLO DE CADA INSTANTE DE MI VIDA

A veces recorremos mal el camino o no encontramos la vereda correcta por donde debemos ir. Pensamos que encontrarnos con Dios tiene que ser en cosas grandes, notorias o que llamen la atención. No le damos importancia a lo cotidiano de cada instante y momento de nuestra vida. Y es ahí donde está verdaderamente el Señor. En la brisa suave y ligera que nace cada día en nuestro corazón.

Las cosas pequeñas son las que descubren nuestra identidad y las intenciones que viven en nuestro corazón. Los detalles más, aparentemente, insignificante marcan nuestro camino y descubren nuestra verdad. Quien se toma en serio lo pequeño, también se tomará, quizás con más razón, lo grande. De la misma forma, quien es fiel en lo pequeño lo será también en lo grande.

Esforzarnos en las cosas que parecen no tener importancia. Hacer todos nuestros actos con el más delicado y cariñoso interés. Tratar de hacerlo lo mejor que podamos y ofrecer lo mejor de nosotros para el bien de los demás, es vivir en el esfuerzo de hacer la Voluntad de Dios. Porque, Él es nuestro publico y siempre está presente en nuestra vida. Para nosotros siempre está la plaza llena, porque la llena el Señor.

Todos nuestros actos, incluso los hechos en la oscuridad del mundo o de la luz, deben de ser dedicados al Señor, porque para Él es la Gloria y Alabanzas. Porque Él lo ve todo y está presente, y tomar conciencia de eso es creer en Él. Pidamos esa fe, la fe de sabernos siempre en la presencia del Señor y vivir en su Voluntad. La voluntad de buscarle siempre anteponiéndole a todas las cosas, riqueza, ambiciones, fama, honores, títulos...etc.

Hagamos el compromiso de esmerarnos en el hacer de cada día, desde levantarnos y asearnos y estar presentes y al servicio de todos los que nos rodean diariamente. Podemos ser la luz que, todos los días, les alumbre, les recuerde y les proclame que Dios está presente y junto a nosotros. Y todos nuestros actos van dedicados a Él. Amén.

martes, 15 de diciembre de 2015

NOS RECONOCEMOS DÉBILES Y PECADORES



Sabemos de nuestra condición pecadora. Nuestra naturaleza humana es capaz de mentir, empujada por la soberbia, antes que reconocer la verdad de nuestra espiritualidad y dependencia de Dios. Nos sometemos a nuestra materia fingiendo ser feliz, cuando el grito interior de nuestra alma es alcanzar la felicidad eterna que está en nuestro Creador.

Y, cuando nuestra fe es débil, mentimos ante el mandato de hacer algo concreto, que exige un esfuerzo de nuestra voluntad contra nuestra comodidad y pereza. Y mentimos porque no tenemos razones ni valor para decirle a nuestro padre que no. Quizás, aunque escondido, una esperanza de su amor misericordioso en el que confiamos ser perdonados.

Por eso, Padre del Cielo, te pedimos que nos des la fortaleza de, aun reconociéndonos débiles y pecadores, tengamos la fuerza de serte fiel e imponer nuestra voluntad a todas aquellas inclinaciones que nos invitan a quedarnos en la comodidad, en la pereza, en la desobediencia y el egoísmo. Y a ser sinceros y expresarnos siempre en verdad, a pesar de nuestras tentaciones e inclinaciones de desobediencia.

Porque en la verdad siempre podremos ser ayudados, reconfortados y animados a vivir en la esperanza de, en el Espíritu Santo, encontrar la fortaleza de superar nuestras desidias, debilidades y egoísmos. Te pedimos, Padre, que, a pesar de nuestros fracasos y frecuentes fallos, no nos desanimemos ni abandonemos la lucha del esfuerzo por irnos perfeccionando cada día.

Y en esa esperanza, confiamos que nos asista con tu Gracia para ir venciéndonos en nuestras infidelidades y ser dócil a tu Palabra y a tu Amor. Amén.

sábado, 7 de noviembre de 2015

VACIA MI CORAZÓN, SEÑOR, DE TODA APARIENCIA



La tentación de aparentar nos amenaza en cada momento. Incluso, en nuestros escritos, comentarios y todo tipo de reflexiones, imaginamos personas que luego, al conocerlas personalmente, nos pueden desilusionar. Dentro de nosotros hay una maquina que sueña, que imagina y que, en muchos momentos, distorsiona la realidad y nos introduce en nuestro mundo, que quizás no es el mundo de Dios.

Esforzarnos en ver esa realidad con ojos reales y vivirla según nos exhorta la Palabra de Dios, es lo que entendemos por seguir al Señor. Dejarnos empapar por la acción del Espíritu Santo, y ponernos en su Mano es la actitud de descubrir nuestro deseo de serle fiel.

Nos engañamos cuando, esforzándonos en pequeños detalles, como felicitar por las onomasticas, que sólo nos exige seguir el control y programa de un ordenador, queremos aparentar que nos preocupamos por esas personas, cuando lo que está detrás es ganárnoslo para la causa. Puro proselitismo, que también utiliza el Corte Ingés. Sí, realmente es un esfuerzo, pero no precisamente para acercar a esa persona a Dios, sino a ellos. Quizás no sea esa la intención, pero subyace una mezcla de Dios y dinero. 

Posiblemente no nos demos cuenta, pero quizás el fruto está algo podrido. Mejor es proclamar con la verdad sencilla y transparente. Y confiar. El mundo está mal, y nos experimentamos impotentes y sin saber qué y cómo responder. Pero no perdamos de vista que el Espíritu Santo está aquí, entre nosotros, y toma parte en esta guerra y batalla. Así que, sin esto querer eximirnos de nuestra lucha, esfuerzo y trabajo, tengamos confianza que ganaremos.

Pidamos al Señor la Gracia de serles fieles en las pequeñas cosas de cada día: nuestros pequeños compromisos familiares, profesionales, apostólicos y pastorales. Porque si en lo pequeño tratamos de responder fielmente, también lo haremos en lo grande. De lo contrario falseamos nuestra propia historia.