Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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lunes, 27 de julio de 2020

LA PEQUEÑEZ ES BUEN SÍNTOMA

Pin on Amor
La mayoría de las veces damos poca importancia a las cosas pequeñas. No las valoramos, porque a lo pequeño, pobre y de poco poder le damos un valor insignificante y pequeño. Nuestra jerarquía de valores empieza por el poder, el saber y el tener. Pensamos que con el dinero tendremos poder y, con el poder seremos fuertes y valiosos. Sin embargo, lo pequeño es lo que perdura y se hace grande por la Gracia de Dios. Así Dios lo ha querido y ha escogido lo pequeño para hacerse grande.

Por eso, el Reino de Dios se hace presente en este mundo desde la pobreza, lo sencillo y pequeño para llegar a ser grande, lo más grande y pleno. Esa fue la Gracia que recibió Salomón cuando invitado por Dios a que le pidiera lo que quisiese eligió la sabiduría para saber discernir y gobernar sabiamente a su pueblo. Quizás sea eso lo que nosotros también debemos pedir, sabiduría y conocimiento para poder administrar nuestra vida, nuestro tiempo y encontrar el verdadero camino de crecer para dar frutos al Reino de Dios.

De modo, Señor, que te pedimos la Gracia, como hizo Salomón, del don de la sabiduría, para así administrar los dones recibido en nuestra vida y poder utilizarla para servir a tu Reino en Verdad y Justicia. Todo lo demás, Señor, lo dejamos en Manos de tu Providencia como añadiduras generosa de tu Bondad, sabiendo que poniendo todo nuestro empeño en servirte según tu Voluntad, recibiremos todo lo necesario para proclamar, vivir y extender tu Reino por el mundo.

Porque, alcanzar tu Reino, Señor, es la aspiración y el mejor negocio que podamos realizar en este mundo. Porque, será el negocio que, a pesar de aparentar ser malo, es el mejor, más grande y eterno. Por todo ello te damos gracias, Señor. Amén. 

sábado, 5 de noviembre de 2016

BUSCANDOTE EN LO SENCILLO DE CADA INSTANTE DE MI VIDA

A veces recorremos mal el camino o no encontramos la vereda correcta por donde debemos ir. Pensamos que encontrarnos con Dios tiene que ser en cosas grandes, notorias o que llamen la atención. No le damos importancia a lo cotidiano de cada instante y momento de nuestra vida. Y es ahí donde está verdaderamente el Señor. En la brisa suave y ligera que nace cada día en nuestro corazón.

Las cosas pequeñas son las que descubren nuestra identidad y las intenciones que viven en nuestro corazón. Los detalles más, aparentemente, insignificante marcan nuestro camino y descubren nuestra verdad. Quien se toma en serio lo pequeño, también se tomará, quizás con más razón, lo grande. De la misma forma, quien es fiel en lo pequeño lo será también en lo grande.

Esforzarnos en las cosas que parecen no tener importancia. Hacer todos nuestros actos con el más delicado y cariñoso interés. Tratar de hacerlo lo mejor que podamos y ofrecer lo mejor de nosotros para el bien de los demás, es vivir en el esfuerzo de hacer la Voluntad de Dios. Porque, Él es nuestro publico y siempre está presente en nuestra vida. Para nosotros siempre está la plaza llena, porque la llena el Señor.

Todos nuestros actos, incluso los hechos en la oscuridad del mundo o de la luz, deben de ser dedicados al Señor, porque para Él es la Gloria y Alabanzas. Porque Él lo ve todo y está presente, y tomar conciencia de eso es creer en Él. Pidamos esa fe, la fe de sabernos siempre en la presencia del Señor y vivir en su Voluntad. La voluntad de buscarle siempre anteponiéndole a todas las cosas, riqueza, ambiciones, fama, honores, títulos...etc.

Hagamos el compromiso de esmerarnos en el hacer de cada día, desde levantarnos y asearnos y estar presentes y al servicio de todos los que nos rodean diariamente. Podemos ser la luz que, todos los días, les alumbre, les recuerde y les proclame que Dios está presente y junto a nosotros. Y todos nuestros actos van dedicados a Él. Amén.

lunes, 27 de julio de 2015

DAME, SEÑOR, LA SABIDURÍA DE BUSCAR LO PEQUEÑO



En la mayoría de nuestras acciones y obras queremos sorprender con la grandiosidad, con las cosas hecha a la perfección, con lo acabado de forma perfecta y con todos los detalles previstos. Pero es que también los que miramos y analizamos todo desde esta perspectiva. Analizamos y juzgamos según lo grandioso, perfecto e importante. Nuestra vara de medida pasa por todos esos detalles.

Nos preocupa que todo salga bien, pero al mismo tiempo que sea lo mejor y más grande. No estoy diciendo que eso no sea legítimo y bueno, ni mucho menos. Simplemente trato de decir que quizás no sea lo más importante ni lo mejor. Las cosas cuanto más sencillas y simples, más llegan a la gente y más participativas son. Lo grande no es aquello valioso, importante o grandioso, valga la redundancia. Lo grande es lo que llena y satisface el corazón, y te lo llena de paz y serenidad.

Es posible que la suma de pequeños detalles te llene, poco a poco, el corazón hasta el punto que sus latidos y su ritmo se llenen de paz y tranquilidad. Lo pequeño se hace grande si se cultiva con amor, verdad y justicia. Es el ejemplo de la más pequeña de las semillas, que bien cultivada y sembrada se hará la más grande, hasta el punto que anidarán las aves en sus altas ramas.

Así será el Reino de los Cielos, semejante a una pequeña semilla que crecerá y será la más grande. Así ocurrirá con el corazón humilde y sencillo, que siendo pequeño e insignificante, su amor le llenará de gozo y felicidad que no habrá cosa mayor que lo supere. El Reino de los Cielos es altura máxima a la que el hombre aspira, porque en él encontrará todo lo que busca y desea.

Danos Señor la sabiduría de saber buscar y encontrar el Reino de Dios. Buscarlo en lo pequeño y sencillo que, con amor, se hace grande hasta descubrir todo el amor que Tú, Señor, nos das.