Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
Mostrando entradas con la etiqueta gozo y alegría. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta gozo y alegría. Mostrar todas las entradas

martes, 21 de septiembre de 2021

AYÚDANOS, SEÑOR, A DESCUBRIR LA FUENTE DEL AMOR

 

Posiblemente hay muchos momentos en nuestra vida que experimentamos un gran gozo que nos llena de una gran paz y felicidad. Y, no precisamente, por algún éxito u obra grande, sino por experimentar el deseo de darte o recibir amor. Tanto, en lo uno como en lo otro experimentamos un gran gozo y paz.

Sí, realmente nuestro gozo, felicidad y paz no están en el poder, sino en el amor. Y es por eso, Señor, que te pedimos que cambies nuestro endurecido corazón, egoísta y de piedra, enfermo de poder y de riqueza, por un corazón humilde, paciente, comprensivo, bueno, generoso, dado y disponible a amar y ser amado. Un corazón misericordioso capaz de amar con misericordia.

Porque, tanto amar como dejarse amar encierran, por nuestra naturaleza pecadora - gran dificultad. Nos cuesta abrirnos, tanto para darnos como para recibir. ¿Lo experimentas? Hoy, después de experimentar esos deseos y dificultades, nos atrevemos, Señor, a pedirte que nos des esas fuerzas y deseos de amar, y de corresponder a tu Amor tratando de amar y darnos a los demás. Porque, en la medida que amamos, manifestamos nuestro amor a Ti, Señor. Amén.

martes, 19 de mayo de 2020

NECESITO, SEÑOR, SER CONSCIENTE DE TU PRESENCIA

MARTES VI PASCUA - Parroquia de San José Chiriquí Grande
Eucaristía tras Eucaristía y no percibo, al menos como a mí me gustaría, tu presencia, Señor. Quisiera levitar de gozo, paz y alegría mientras estoy en tu presencia, y gozar al contemplarte. Tras ver la película de San Felipe de Neri, he sentido sana y buena envidia de no poder gozar de tu presencia como él. Y eso me ha llevado a pensar que eso es lo que Tú, mi Dios y Padre, me estás pidiendo en estos momentos. Permanecer, pese a la oscuridad, a la debilidad de mis tentaciones, a la confusión y a lo insípido de mis oraciones delante de Ti y en tu presencia. Tú, que tienes Palabra de Vida Eterna, dirás, Señor, cuando mi limitada mente y mi pobre y mísero corazón, gocen de alegría y de paz de tu presencia.

Yo, Señor, mientras tanto me conforme con el deseo esperanzador de aspirar a gozar de tu presencia y de tu amor. En ello me esfuerzo y trato de complacerme perseverando y esforzándome en permanecer fiel a tu Palabra. Experimento caídas, tentaciones y frustraciones instalándome en la pereza y comodidades. A veces no sé dónde está el límite de mi capacidad y cuando debo descansar o relajarme. Pero, ofreciéndote todo esto, mi Señor y Padre, continúo en la lucha de cada día poniendo todas mis esperanzas en tu Infinito Amor y Misericordia.

Por eso, Señor, te llamo Padre y te doy gracias por la Palabra y el anuncio de la Buena Noticia de tu Hijo, mi Señor Jesús, y me alegro por su retorno a Ti tras su Ascensión, porque, por eso y anunciado por Él ha sido enviado en tu nombre el Paráclito, que me permitirá relacionarme con Él en cada instante, en cada momento, en cada lugar, sobre todo, ahora, en esta etapa de confinamiento que, gracias a Ti, Espíritu de la Verdad, me he sentido fuerte, alegre y esperanzado para ofrecerte mi humilde sacrificio y disponibilidad aceptándola según tu Voluntad.

Sólo, Señor, darte las gracias una vez más y pedirte que me sostengas en la oración, cada día mejor y más consciente de estar hablando contigo y de que mi vida sea más coherente de acuerdo con mi relación contigo. Gracias, mi Señor. Amén.

lunes, 13 de abril de 2020

NO SE PUEDEN CALLAR

Morning Prayer: 6 Apr – Acts 2:14, 22-33; Mt 28:8-15 ~ eye ...
Las mujeres están llenas de gozos y alegría. No les cabe en el corazón el regocijo y la maravilla de la que han sido testigos directos por el anuncio del ángel. Jesús ha resucitado y no pueden hacer otra cosa que salir corriendo para decírselo a los apóstoles. Y es que, ¿a quién se lo podrían decir? A nadie más que a los apóstoles, pues solo ellos podrían creerle. También, Jesús se les aparece a los apóstoles, a sus amigos, porque son los únicos que pueden creerle.

Hoy, nosotros, que tenemos noticias de muchos milagros en Lourdes, Fátima y otros lugares no aceptamos la presencia real de Dios entre nosotros. Es decir, su Resurrección. E incluso si se nos apareciera un muerto. Nos impactaría, pero con el tiempo quedaría en el olvido. Porque, de lo que se trata es de que la Palabra de Jesús cambie nuestra vida y pongamos el amor en el centro de ella. Un amor conforme al de Jesús y a como Él nos lo ha transmitido con su Vida y con sus Obras.

Pidamos, pues, que nuestra vida sea conforme al Plan de Dios y que vivamos haciendo su Voluntad. Porque, es de eso de lo que se nos pedirá cuenta, de la medida de amor que demos en nuestra vida. Y de eso es de lo que tendremos que preocuparnos y de pedir insistentemente al Señor para que seamos capaces de vivir en nuestra vida según su Voluntad y, de esa manera, transmitir de forma natural y hasta espontánea que Jesús Vive y en Él está nuestra esperanza y nuestra vida. Amén.