Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
Mostrando entradas con la etiqueta inocencia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta inocencia. Mostrar todas las entradas

viernes, 22 de marzo de 2019

COMO UN NIÑO, DAME LA INOCENCIA DE CREER EN TU PALABRA

Resultado de imagen de Mt 21,33-43.45-46
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 


Esta es la oración de Laudes que hace toda la Iglesia en la mañana de hoy, y al leerla se me ha quedado grabada en el corazón: "Señor, tú que amas la inocencia y la devuelves a quien la ha perdido, atrae hacia ti nuestros corazones y abrásalos en el fuego de tu Espíritu, para que permanezcamos firmes en la fe y eficaces en el bien obrar. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglo".

Eso es lo que te pido hoy, "la inocencia" de creer en tu Palabra y no rebuscar en mi soberbia la razón para entenderla. La inocencia de, a pesar de mi pobreza intelectual, de mis dificultades para entenderte y mil y una pregunta que revuelven mi corazón, confiar en la Palabra de tu Hijo, el enviado por el Padre y aceptar a darles mis frutos y mis pecados para que Él me limpie y me purifique.

Dame, Señor, la inocencia y la fortaleza para, como un niño en brazos de su Padre, entregarme sin condiciones a rendir los frutos que esperas de mí. Esos frutos que Tú previamente has depositado en mí cuando me has creado y me has dado esa oportunidad de servirte al entregarme tu viña, esa parcela del mundo donde has querido colocarme. 

Señor, fortaleceme y dame paciencia para saber encajar y cargar con mis debilidades, mis tribulaciones y todo aquello que me tienta a abandonar el camino y a no rendir los talentos que Tú has depositado en mí. Dame toda la humildad necesaria para poder aceptar todos los obstáculos que me amenazan, que tratan de abatirme y de apartarme de tu presencia. 

Ayúdame a superar mi impaciencia, mi pereza, mi apatía y todo lo que me inclina a no responderte con los frutos que Tú esperas de mí. En tus Manos, Señor, me abandono. Amén.

lunes, 12 de noviembre de 2012

AHORA ME SIENTO MÁS PECADOR...

 ... al cuello antes de hacer caer a uno de estos...

porque me doy cuenta de mis fallos y fracasos. No puedo esconder las veces que habré podido escandalizar con mis actitudes. Sí, es posible que no me haya dado cuenta, pero también es posible que no haya tenido mucho empeño en corregirme.

Ni tampoco me haya importado esté quien esté delante, sobre todo si se trata de niños. Es ahora cuando necesito toda la fe de la que soy capaz para sentirme perdonado por tu Misericordia, Padre mío, y confiar en tu perdón. Un perdón que me impulsa a empeñarme y fijarme más en mi conducta, sobre todo con respecto a los niños.

Porque son los niños los más vulnerables y los más propenso a ser imitadores de lo que ven y lo que viven. Son esponjas puras y blancas que pueden mancharse con un mal ejemplo. Y yo, Señor, puedo ser ese mal ejemplo si no estoy atento a vencer mis impulsos y egoísmos primarios.

Por eso, Padre del Cielo, te pido con toda mi alma que doblegues mi espíritu y lo conduzcas por los caminos de la verdad, de la justicia y del amor. Para que, a través de mi vida, sea ejemplo de perdón, de buena conducta, de servicio y obediencia, pero sobre todo, de amor. Amén.