Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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viernes, 13 de diciembre de 2019

CONFRONTACIÓN E INTERROGANTES

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

Dentro de ti hay una lucha interna entre el bien y el mal. En tu corazón está la impronta de la huella de Dios, pero también mora en él la consecuencia del pecado original. Por lo tanto, en él se establece una lucha que da lugar a confrontaciones e interrogantes que angustian tu vida y la incomodan diariamente. Se trata de dar respuestas a esos interrogantes y perseverar en la confrontación en la Voluntad de Dios. Al final, si permanecemos fieles al Señor, venceremos.

Dentro de cada uno de nosotros hay como dos lobos, por decirlo de alguna manera. Dos lobos que encarnan el bien y el mal y que luchan entre sí tratando el uno de someter al otro. Al final ganará quien se alimente mejor. El uno de la codicia, de la ambición, de la mentira y del poder y venganza, y el otro de la verdad, de la justicia y del amor. De ti dependerá dejarte llevar por el mal y el pecado o abrirte a ese mensaje de conversión y preparación para el Reino de Dios que trae Juan el Bautista.

Ese es el motivo de la Encarnación. Dios se hace Hombre para, desde tu misma realidad humana anunciarte la Alianza de la Buena Noticia de Salvación. El Amor de Dios ha vencido al pecado y a la esclavitud. Jesús, el Mesías enviado te anuncia que Dios te ama y te propone un Plan de Salvación. Te pide que abras tu corazón para que, dejando entrar al Espíritu Santo, el te guíe, te oriente y te abra el camino que te lleve a la Casa del Padre.

Por eso, antes tienes que dar respuesta a esos interrogantes que establecen una lucha a muerte dentro de ti. Sin miedos ni presiones. Sin angustias ni desesperanzas. En plena calma, serenidad y, sobre todo, confianza. Porque, el Espíritu Santo está contigo y, Él, te irá alumbrando el camino; te irá conduciendo por la verdad y dará luz a tu vida. Sólo hay que tener confianza en que Dios Padre no nos abandona ni se descuida con cada uno de nosotros. Nos está siempre cuidando y pendiente de nosotros.

Tengamos confianza en él y confiemos en su Palabra. Pidamos la fe que nos sostenga siempre firmes y dóciles a escucharle y fiarnos de lo que nos dice a través del Espíritu Santo y de la Iglesia, nuestra Madre. Amén.

martes, 27 de marzo de 2018

EL CONSUELO Y LA ESPERANZA DE SU REGRESO

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Podemos hacernos muchas preguntas y tratar de darnos respuestas, pero, detrás de todas las preguntas que nos hagamos, ¿dónde buscamos las respuestas? Porque, por nuestra condición humana tendemos irnos al mundo y en él buscar nuestros interrogantes. Un mundo donde esperamos ser feliz, pero, ¿y qué más? Porque, también queremos ser eternos. Una felicidad temporal no nos satisface plenamente.

La experiencia nos descubre que el mundo no es la solución. Es caduco e imperfecto. Está lleno de mentiras y espejismos. Todo está apoyado en el querer más y en la ambición. Eso genera envidia, odio, venganza, rencor, violencia, injusticias y muertes. Y no es que lo supongamos, sino que es lo que vemos. Ante esta realidad las Palabras de Jesús llenan de esperanza y de luz nuestras vidas: 

«Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en Él. Si Dios ha sido glorificado en Él, Dios también le glorificará en sí mismo y le glorificará pronto. Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con vosotros. Vosotros me buscaréis, y, lo mismo que les dije a los judíos, que adonde yo voy, vosotros no podéis venir, os digo también ahora a vosotros». Simón Pedro le dice: «Señor, ¿a dónde vas?». Jesús le respondió: «Adonde yo voy no puedes seguirme ahora; me seguirás más tarde»

Podremos seguirle más tarde, como dice a Pedro. Esa sí es la respuesta que buscamos, y está en el mundo, pero en un mundo donde la presencia del Señor vive en nuestros corazones. Porque, ese es camino que tenemos que recorrer, un camino de justicia, de paz y de amor entre los hombres, para construir hasta esa segunda venida del Señor un mundo mejor tal y como Él nos pide.

Por lo tanto, pidamos esa Gracia al Señor y que esa llama de esperanza, en el regreso de su segunda venida, sea la luz que ilumine nuestras vidas y nos llene de esperanza el camino que tenemos que recorrer. Con, en y por Él todo será más ligero y llevadero, porque Él alivia nuestra carga. Amén.

martes, 9 de mayo de 2017

BUSCANDO INTERROGANTES

El hombre no cesa de preguntarse respecto a los interrogantes y misterios que le asaltan. Están sellados a fuego dentro de su corazón, y no puede evitarlo. Busca respuestas que le respondan a sus preguntas. ¿Cómo vencer la muerte? ¿Cómo alcanzar la eternidad? ¿Y la felicidad?

A lo largo de su camino tropieza con muchas dificultades y permanece en la oscuridad por mucha luz que pueda hacer. El hombre no da más de lo que puede, y su medida está encerrada en el espacio y el tiempo. No alcanza más allá. Nunca podrá entender a Dios, pues siendo criatura de Él está bajo sus dominios y su dependencia. Sin embargo, es un misterio como nos ama Dios y, por amor, quiere salvarnos.

Pero, hay una condición, la humildad. Necesitamos imperativamente ser humilde. Sin ella no puedes alcanzar la fe. Necesitas la humildad para abrir tu corazón al regalo de la fe que Dios te da para que puedas creerle y salvarte. No hay otro camino, ni otra condición. Siendo humilde abrirás tu humilde, valga la redundancia, corazón, para llenarlo de la fe que necesitas para creer. Ten por seguro que entregándote a la humildad, la fe llenará tu vida.

Pero, la fe es un don que exige cambio de actitud, cumplimiento de un deber, observancia de la doctrina religiosa, obligación de conciencia... La fe te pone en camino y te relaciona con Jesús, que te lleva al Padre. Sin fe no hay conversión. Pero con ella, el Camino se hace Luz, Verdad y Vida.

Pidamos esa Gracia, la fe que nos lleva a seguir al Señor y a relacionarnos con Él. Pero, pidamos, sobre todo, ser humilde. Porque la humildad es la puerta que nos abre el corazón a la fe. Esa fe que, siendo humildes, debemos insistir en pedir al Padre en nombre de Jesús. Amén.