Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
Mostrando entradas con la etiqueta ley del sábado. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ley del sábado. Mostrar todas las entradas

miércoles, 17 de enero de 2018

CUANDO LA OCASIÓN DERRIBA LA NORMA

Nadie se plantea permanecer pasivo ante una tragedia. Lo inmediato que sale del corazón es activarse y ponerse a ayudar. Se hacen esfuerzos por salvar vidas y nadie se plantea que es sábado o que está en vacaciones. Lo importante en esos momentos son las personas. Sobre todo, las personas que están en peligro. Se derrumba por sí sola la ley de guardar descanso, hasta el extremo de no curar o ayudar a quien lo necesita, el sábado.

Sin embargo, en aquellos tiempos no era fácil verlo así. Se respetaba la ley y se anteponía al bien del hombre, hasta el punto que quien sufría o le ocurría algo tenía que esperar al día permitido. Hoy nos parece absurdo, pero en aquel tiempo le costó a Jesús ofensas, insultos y persecución. El Evangelio de hoy dice: Estaban al acecho a ver si le curaba en sábado para poder acusarle.

Aprovechamos, Señor, esta humilde y sencilla reflexión para pedirte sabiduría y perdón por nuestros criterios y leyes. Quizás no llegamos a ver cuantas veces nos imponemos con nuestros propios pensamientos y no toleramos lo que otros piensan o exponen. Tenemos nuestras verdades y las imponemos a otros. Cuantas veces nos enfrentamos a nuestros hijos porque piensan o hacen cosas diferentes a las que hacíamos nosotros en nuestros tiempos. ¿Acaso eramos mejores nosotros?

Eso no significa que permitamos todo y que todo vale. No decimos eso, pero sí podemos pensar en ser más misericordioso, escuchar más y tratar de comprender. No perdamos la buena actitud de buscar siempre el bien y la verdad. Se trata de perseguir siempre la búsqueda del bien del hombre y de orientarnos desde la Palabra de Dios, Verdad Absoluta, que, en el Espíritu Santo, nos guía y nos orienta hacia la Verdad.

Y es eso, Señor, lo que, hoy, desde este rincón de oración, queremos pedirte y suplicarte. Danos la luz de apoyarnos siempre en tu Palabra y dejarnos conducir por ella. Tengamos siempre la paciencia y la templanza de confiar en tu Providencia y de sabernos queridos y amados por Ti, Señor, que nos guia por el buen camino. Amén.

lunes, 30 de octubre de 2017

LA COMPASIÓN DE JESÚS

El amor genera compasión. Una compasión que nace del deseo de buscar el bien y la felicidad de los otros, y, al verlos sufrir nace la compasión. Jesús, el Señor, se compadece de aquella mujer que llevaba dieciocho años encorvada sin poder enderezarse, y al verla así decide curarla. Pero, resulta que otros, en este caso el jefe de la sinagoga, no piensa igual. 

No le gusta lo que hace Jesús y se muestra contrario a su forma de actuar. Él no piensa en aquella mujer, y poco le importa el tiempo que lleva encorvada y lo que sufre. A él sólo le importa la Ley. Y la Ley dice que el sábado no se puede trabajar, ni tampoco curar. Sin embargo, si se permite abrevar a los buey y asnos para remediar y aliviar su sed, pero las personas que sufren tendrán que esperar ser curadas otros días.

En otras palabras, se da prioridad a los animales y se adapta la Ley a ellos, pero no ocurre así con las personas, para los que la Ley está antes que ellos. Se impone el sentido común y el bien de las personas. Sin embargo, poco han cambiado las cosas hasta hoy, porque siguen primando muchas cosas antes que las personas. Los valores se supeditan a la economía, el trabajo, la producción, el poder...etc.

Pidamos que esta Palabra de Dios nos sirva para reflexionar y para sacar conclusiones que nos ayuden a vivir más en consonancia el Evangelio en nuestras vidas. Pidamos que seamos más justo y que demos siempre prioridad el bien de la persona, sobre todo respecto a su salvación eterna. Porque, de nada nos vale ganar este mundo si, luego, perdemos la vida eterna -Mc 8, 36-.

Es una buena ocasión para aprovechar la invitación del Señor a pedir. Pidamos sin miedo y con confianza. El Señor nos escucha y nos atiende, pues es Él el más interesado en salvarnos. Pidámosle que nos dé sabiduría y capacidad para discernir y ser compasivos. Compasivos como Él y lo suficientemente desprendido para darnos en ayudar en la medida de nuestras posibilidades a todos aquellos que podamos llegar y lo necesiten. Pidamos al Señor que nuestra vida, también encorvada, sea enderezada y dirigida por el camino del amor. Amén.

lunes, 11 de septiembre de 2017

TODO EN FUNCIÓN DEL HOMBRE

Todo ha sido creado para salvar al hombre. No es disparatado pensar que el hombre sea lo más importante para Dios. Y es, pues, de sentido común que el hombre sea la criatura preferida para Dios. Entra todo dentro de nuestra razón. Y, como tal, lo lógico es que todo lo creado sea para y en función de las necesidades del hombre. Dios ama al hombre, su criatura preferida, y quiere salvarlo. De modo que todo lo ha establecido para su salvación.

Y así ha dispuesto un plan de salvación que alcanza su plenitud en Jesucristo. El Hijo enviado, hecho Hombre, al mundo para liberar a los hombres de la esclavitud del pecado. Una misión aceptada voluntariamente, ofreciendo su muerte por rescate de todos los hombres. Así, presentado todo este plan, sería absurdo que haya alguna ley que esté por encima del bien del hombre.

Y eso lo deja muy claro el Señor en el Evangelio de hoy domingo: «Yo os pregunto si en sábado es lícito hacer el bien en vez de hacer el mal, salvar una vida en vez de destruirla». Y mirando a todos ellos, le dijo: «Extiende tu mano». Él lo hizo, y quedó restablecida su mano. Ellos se ofuscaron, y deliberaban entre sí qué harían a Jesús. 

La respuesta no admite duda. Queda meridianamente clara, el hombre es lo primero y todo debe estar, incluso la ley, sometido a su bien. Por eso, Jesús, nuestro Señor, actúa de esta forma ante aquellos fariseos que le acechaban aquel sábado en la sinagoga.

Pidamos que el Señor nos ilumine y nos dé la sabiduría del discernimiento, para saber en cualquier momento optar por la mejor solución para el bien del hombre. Tanto en el orden físico, material y espiritual. Amén.