Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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jueves, 28 de noviembre de 2019

SED DE LIBERACIÓN

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Experimento esclavitud, Señor, cuando me siento sometido a mis apetencias carnales y, también espirituales. Tengo hambre y sed de todo lo que seduce mis apetitos sensoriales y, también, mis pasiones espirituales. La ambición de poder y de suficiencia; la ambición de riqueza y de sentirme el más fuerte. Mi esclavitud a la soberbia que me domina y somete; mi vanidad y deseos de venganza. Descubro, Señor, mis egoísmos. Todo me pesa como una gran carga de la que no me puedo liberar. Una carga que dobla mi espalda y me esclaviza.

Reconociéndome esclavo y encadenado a mi naturaleza humana débil y herida por el pecado, te pido, Señor, que me liberes, fortaleciéndome por tu Gracia, para vencer todas esas inclinaciones y apetencias que me someten y me inclinan al pecado. Liberarme, Señor, de toda esa carga que me esclaviza y me somete. Tú, Señor, eres el único que puedes liberarme de la destrucción de mi propio cuerpo, templo del Espíritu Santo, y también de la destrucción de este mundo seductor y finito que amenaza mi libertad y salvación.

Sálvame, Señor, de la seducción y tentación a la que está sometida mi naturaleza humana, herida por el pecado y sujeta a las tentaciones de este mundo. Por todo ello, Señor, clamo tu Misericordia para, liberado de todo lo que me ata e inclina a las cosas de este mundo finito y caduco, sea capaz de advertir las señales de todo aquello que trata de engañarme y apartarme de Ti, para, a pesar de la finitud de los tiempos perseverar fiel a tus mandatos y pueda sostenerme en tu presencia. Amén.

lunes, 6 de noviembre de 2017

SIN PERMANECER EN TI, SEÑOR, NO ACTUAREMOS EN Y CON GRATUIDAD


Podemos hacer lo que queramos, y darnos gratuitamente sin exigir nada, pero si no es en Nombre de Dios y para su Gloria, algo estaremos buscando. Porque, nuestra naturaleza humana está herida y, egoístamente, pedirá algo en recompensa por los servicios prestados. Es el pecado, del que no nos libramos ni siquiera queriendo, sino por la Gracia de Dios.

Por y para eso ha venido el Señor a salvarnos y a liberarnos del pecado. Si no fuese así se hubiese quedado y librado de padecer una muerte de Cruz. Bastaría con que nosotros respondiésemos y quisiéramos seguir sus mandatos y su camino. Pero, no es así. Le necesitamos, aunque queramos librarnos del pecado. Es Él el único que nos puede liberar, y a Él recurrimos en ruego y súplicas para que nos libere de la esclavitud del pecado.

Por todo ello, Señor, queremos permanecer en Ti y rogarte que nos des la Gracia de vencer al pecado y darnos gratuitamente por amor a los demás. Sabemos que no nos es fácil, pero, también sabemos, porque Tú mismo nos lo has dicho, que con tu Gracia podemos vencer. Para eso nos has enviado al Espíritu Santo y en, con y por Él podemos salir victorioso de nuestra personal lucha contra el poder del Maligno.

Reconocemos nuestro egoísmo, pero experimentamos que con la ayuda del Espíritu y su asistencia tenemos garantizada nuestra victoria. Gracias Señor por esa oportunidad y por ese Amor gratuito que nos conforta, nos llena de esperanza y nos anima a continuar, a pesar del dolor y la lucha de cada día, con renovadas ilusiones y espíritu de lucha y de alegría esperanzada en tu Amor.

Nos sostiene, Señor, tu presencia y la fe en Ti. Sin Ti nuestras esperanzas serían vanas, y, a pesar de nuestras dificultades y debilidades, seguimos en la lucha confiados en tu Misericordia y en tu Amor. Nuestros pecados nos limitan y reconocemos que somos indignos de tu promesa, pero nos mantenemos en pie porque Tú, Señor, nos amas y nos lo demuestra a cada momento. Gracias, Señor, por tu presencia y por tu amor. Amén.

jueves, 3 de marzo de 2016

LA AMBICIÓN NOS CIEGA



Se hace necesario despojarse de aquello que nos incómoda y no nos deja, ni ver, ni razonar. La ambición de poder nos impide ser libre y nos ciega hasta el punto de osfuzcarnos e impedirnos razonar y reflexionar con sentido común. Un ejemplo claro lo tenemos en los momentos graves y caótico por los que pasa nuestro Parlamento. Es imposible llegar a acuerdos, que, por otro lado, no son disparatados ni tan difíciles de llegar.

Hay muchos puntos en común, pero nadie quiere dar el brazo a torcer y no dejar de tomar su trozo de tarta que tanto anhela. Nadie se da gratis, y todos reclaman sus beneficios e intereses. Todos exigimos nuevos signos de poder para abrirnos a la fe. Una fe que exige pruebas, deja de ser fe, porque la fe reside en fiarse sin ver.

La Palabra de Dios nos debe bastar, porque con su Vida, el Hijo, nos ha dado testimonio y pruebas para creer en Él. Nos libera del mal y nos ofrece paz y vida eterna. Y lo experimentamos desde lo más profundo de nuestro corazón. Eso sí, tendremos que luchar contra el mal que el demonio trata de hacernos para no dejarnos pensar y confundirnos. Y eso no lo podremos hacer solos, sino injertados en el Espíritu Santo, que nos asiste y nos fortalece.

Por eso, Señor, te pedimos la sabiduría, la fortaleza y la Gracia de mantenernos en tu presencia para impedir que el demonio nos pueda sorprender y confundir. El mundo nos tienta y nos distrae, consiguiendo que nos debilitemos y nos rindamos a la seducción de la carne y del demonio. Pero, permaneciendo en Ti, Señor, lograremos rechazar todas esas tentaciones que nos amenazan y nos debilitan.

Ven Espíritu Santo y danos la fuerza y el poder de sostenernos fieles y en la presencia del Señor, y rechazar las seductoras ofertas del mundo, demonio y carne. Amén.

domingo, 2 de noviembre de 2014

EL CAMINO NO ES FÁCIL



No hay nada garantizado, y menos ganado. La batalla es constante y al filo de la navaja. Nos podemos cortar al menor descuido. Nunca estaremos seguros de ganarla, porque siempre nuestras fuerzas pueden fallar. Sí, podemos asegurar, que con Jesús venceremos, porque Él nunca falla y es total garantía y cumple lo prometido.

Pero somos nosotros el problema, la debilidad y los que fallamos. Necesitamos, Señor, tu Misericordia, porque por justicia nada merecemos. Sin Ti nada podemos, nos sería imposible. Necesitamos tu Gracia, tu Fuerza, tu Voluntad para liberarnos del pecado, que nos somete y esclaviza.

Imprime en nosotros, Señor, un carácter luchador, fuerte y perseverante para no dejarnos tentar y superar dificultades. Danos la sabiduría del sencillo y humilde que confía y se pone en tus Manos, abandonado a tu Voluntad y Misericordia. Libéranos de los sabios e intelectuales que tratan de comprenderte e interpretarte y dirigir a tus hijos, como se ellos fuesen los guías y salvadores.

Danos simplemente, Señor, la confianza y la fe del sencillo, del inocente y limpio de corazón. Del niño y del humilde que se abandona en los brazos de su Padre. Amén.

lunes, 1 de septiembre de 2014

EL DESESPERO DE LA POBREZA

La Gracia de la humildad


Nadie quiere ser pobre, ni tampoco estar enfermo. Buscamos ser felices y tener riqueza y poder y olvidamos que en esos tesoros con minúscula no se encuentra el Señor. Es verdad que la pobreza, la enfermedad y las miserias todos las rechazamos, pero también es verdad que el puente para pasar de la insatisfacción y la infelicidad a la verdadera y eterna felicidad es precisamente la pobreza y la enfermedad.

Porque sólo siendo pobre y enfermo sentiremos la necesidad de liberación y sanación. Porque sólo aquel que, como la viuda de Sarepta de Sidón o Naamán el sirio, buscarán el alimento para mitigar el hambre o la curación para vencer la lepra. De ahí que la pobreza y la enfermedad esconden verdaderos tesoros que nos señalan e indican el camino de salvación.  

Porque Jesús, Él nos lo dice, viene a salvar, no al rico, suficiente y sano, sino al pobre, enfermo y necesitado que busca alimento, salud y salvación. Pidamos al Padre, injertado en su Espíritu, encontrar el verdadero camino de salvación que nos conduzca a liberarnos del hambre y la lepra que nos amenazan de muerte.

Y busquemos también el auxilio, la compañía de nuestra Madre, la Madre de Jesús, que supo en todo momento ser humilde con sencillez, obediencia y paciencia perseverando en el camino al lado de su Hijo. Ella podrá auxiliarnos y socorrernos en los momentos de prepotencia, de soberbia, de desesperación y de oscuridad. 

Ella nos ayudará a ser pacientes y obedientes y a mantenernos, en la humildad, perseverantes y fieles a la Palabra de su Hijo. Nos alentará a seguirle y obedecerle, como hizo con aquellos siervos en las bodas de Cana invitándoles a que hicieran lo que Jesús les mandaba.
 


miércoles, 8 de enero de 2014

CUESTIÓN DE LUCHA, PERO SOBRE TODO DE TU GRACIA, SEÑOR



Lo tienes claro y lo sabes, e incluso tratas de aplicarlo a tu vida: "Las personas son lo primero", pero luego, bajado a la vivencia de cada día experimentas que fallas, que tu humanidad egoísta te traiciona. Entonces te das cuenta que sin Él, el Señor, nada puedes, y lo necesitas vitalmente para poder vencerte y olvidarte de ti. 

Experimentas sentirte encadenado, esclavizado y no poder liberarte de tu egoísmo. Tú te sientes primero y después, los otros. Tomas conciencia que es algo superior a ti y descubres la necesidad del Espíritu Santo y de la Gracia de Dios. Es entonces cuando descubres el valor y la importancia de la oración y la necesidad de orar.

Por eso, conscientes de nuestras debilidades, de nuestras esclavitudes, de nuestras limitaciones, Señor, te pedimos que nos liberes y nos de un corazón despegado, no egoístas, generoso, dispuesto a compartir y a darnos incondicionalmente a los demás. No cabe duda que no podemos esperar la Gracia de Dios instalados, con los brazos cruzados y pasivos, pero siempre sin perder de vista que sólo con su Gracia podemos vencer nuestra esclavitud.