Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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domingo, 23 de junio de 2013

DAME SEÑOR LA SABIDURÍA PARA SERVIRTE



Antífona 2: Mándame tu sabiduría, Señor, para que me asista en mis trabajos.

CÁNTICO: Dame, Señor, la sabiduría

Dios de los padres y Señor de la misericordia,
que con tu palabra hiciste todas las cosas,
y en tu sabiduría formaste al hombre,
para que dominase sobre tus criaturas,
y para que rigiese el mundo con santidad y justicia
y lo gobernase con rectitud de corazón.

Dame la sabiduría asistente de tu trono
y no me excluyas del número de tus siervos,
porque siervo tuyo soy, hijo de tu sierva,
hombre débil y de pocos años,
demasiado pequeño para conocer el juicio y las leyes.

Pues aunque uno sea perfecto
entre los hijos de los hombres,
sin la sabiduría, que procede de ti,
será estimado en nada.

Contigo está la sabiduría conocedora de sus obras,
que te asistió cuando hacías el mundo,
y que sabe lo que es grato a tus ojos
y lo que es recto según tus preceptos.

Mándala de tus santos cielos
y de tu trono de gloria envíala
para que me asista en mis trabajos
y venga yo a saber lo que te es grato.

Porque ella conoce y entiende todas las cosas,
y me guiará prudentemente en mis obras,
y me guardará en su esplendor.

Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2: Mándame tu sabiduría, Señor, para que me asista en mis trabajos.


de la liturgia de las horas del 22 de junio

jueves, 28 de marzo de 2013

DE QUÉ ME SIRVE MI ORACIÓN SI NO ES PARA SERVIR



Puedo rezar mucho, puedo hacer muchos sacrificios, puedo celebrar muchas Eucaristías, pero si no soy capaz de servir, de nada me vale. Sólo, en el atardecer de mi vida, como diría San Juan de la Cruz, seré interpelado por el amor que habré dado en mi vida.

Y ese amor solo será medido en la misma medida que yo lo habré vivido. Y eso solo tiene una sola forma de medirlo: "servicio". El amor se demuestra sirviendo, pero con una condición. Mientras el servicio puede hacerse en calidad de trabajo, por dinero u otra contraprestación, este servicio que nos salva, solo se puede hacer por amor.

¿Qué significa eso? Significa que "por amor" es hacer el servicio gratuito, sin ningún interés, dado libremente, por propia voluntad, por amor y más amor, y nada más que por amor. Como Jesús lo ha dado y sigue dándolo, a pesar de nuestras ofensas, indiferencias, rechazos y mentiras. Hacerlo por otro motivo sería engañarnos.

Danos Padre esa capacidad de servir por amor sin otra intención. Dar a quienes no puedan pagarnos, a los más pobres y carentes de todo. A los enfermos y ancianos. Danos la humildad de perdonar, que es otra forma de amar, en la misma medida que Tú, Señor nuestro, nos perdona.


domingo, 4 de noviembre de 2012

SÁCAME DE MI IGNORANCIA, SEÑOR...

 Guíame, conduceme, camina a mi lado. Mi vida yo te doy, oh

y dame la sabiduría de tomar conciencia que sin servicio no hay manera de amar. Porque el amor se concreta en el servicio a los demás. ¿Qué si no hiciste Tu, mi Señor, sino servir hasta el punto de dar tu vida por cada uno de nosotros?

Pero mantener esa actitud servicial, sobre todo con los enemigos, se hace ardua y difícil. Por eso, Espíritu Santo, necesito tu concurso, tu asistencia y tu fortaleza, para salir de mí y darme, desprendido de todo aquello que me ata, me esclaviza e impide entregarme en el servicio, por amor, a los demás.

Y experimento que cuanto más te lo pido, más me cuesta y peor actúo. Dame paciencia para tolerarme y aceptarme; dame paciencia y perseverancia para aceptar mis fracasos y torpeza, para no desesperar y mantenerme en tu presencia confiado de que Tú estás a mi lado y me acompañas. Amén.