Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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sábado, 22 de septiembre de 2018

EL RIEGO DE CADA DÍA

Resultado de imagen de Lc 8,4-15
Es importante que la semilla de tu corazón caiga en tierra buena. Una tierra bien abonada y regada que permita hundir profundamente tus raíces y dar buenos frutos. Una tierra que hay que cuidar y mantener bien protegida de todas las plagas que la amenazan con contaminarla y secarla.

La tierra de nuestro corazón necesita estar bien fijada y firme para protegerse de los vientos y corrientes que tratan de llevarsela y de dejar nuestro corazón lleno de abrojos, cizaña y otras malas hierbas que, ahogándo la semilla plantada le impide dar buenos frutos. Se hace necesario perseverar y sostenerse firme alimentado en y por la Gracia del Señor.

Y eso consiste en permanecer unido al Señor en la oración y, sobre todo, en la Eucaristía. Pero, hay más en dar buenos frutos causados y producidos por causa del verdadero amor. Un amor no sólo de fraternidad, sino un amor en clave de ágape. Porque, si no somos capaces de dar esos frutos, nuestros cuidados y riegos caen en saco roto.

Necesitamos permanecer injertados en el Señor y acompañados y asistidos por el Espíritu Santo. sólo así podemos dar esos verdaderos frutos de amor. Señor, sostén siempre mi semilla en tierra buena, para que dé buenos frutos y manténla preservada de todo peligro que pueda secarla y ahogarla. La pongo en tus Manos par queTú, el Buen Sembrador, la riegue con la Vida de la Gracia y la hagas fructificar con los mejores frutos que has preparado de mi cosecha. En tus Manos, Señor, me pongo. Amén.