Y no llevar mucha carga. Tú me envías hoy con la ligereza de una pluma. Sólo me dices que lleve un simple bastón donde apoyarme y unas sandalias. Pero yo barrunto que necesitaré más cosas. Y así me lleno de tanto peso que no camino, me siento fatigado y abandono la misión.
Sí, recuerdo que cuando joven era ligero como el viento. Iba de aquí para allá y mi cabeza se llenaba de muchos ideales que quería realizar. Pero con tantos proyectos y estudios me perdí entre un bosque de necesidades y cosas que solo yo hice necesarias. Al final los árboles no me dejaron verte, Señor.
Solo Tú bastas, y Tú provees. Debo estar ligero y transparente mi corazón nadando en libertad, para verte solo a Ti y proclamarte solo a Ti. Sólo un bastón para sostenerme en los caminos de mis años, y unas sandalias para no llagar mi corazón de tanto consumo. Con eso basta, Señor.
Llena mi corazón de amor y ponlo en Manos del Espíritu. Solo eso es necesario para proclamar al mundo que Tú vives y que nos esperas para amarnos hasta la eternidad.