Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 5 de febrero de 2013

EL ENCUENTRO ENCIENDE LA FE

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No cabe duda que cuando se tiene fe es porque se ve o presiente aquello que se cree. El perro sigue al zorro mientras su vista lo ve y lo presiente. Sigue su rastro y olor, y mientras eso lo tenga a la vista y lo lleve dentro de sí, seguirá caminando a pesar del cansancio y las dificultades.

La fe es eso, caminar porque tu corazón ha quedado encendido de algo que, aunque no veas, lo presiente y experimentas. Incluso llegas a tocarlo en los quehaceres de cada día. Ante algo que intuyes mal porque lesiona el derecho de otro, tu corazón te insta a evitarlo, a cambiarlo, a renunciar de tal inclinación y darte en generosidad y justicia.

¿No anda tu corazón advertido, tocado por un impulso que te ilumina y te fortalece para decir no a ese mal que te tienta? ¿Por qué pasan estas experiencias y se sienten en lo más profundo de nuestro ser? ¿Acaso no es este el Espíritu Santo que te habla y te toca? ¿Y cuando respondes no se fortalece e ilumina más tu fe? No cabe duda que compartiéndola, la fe se fortalece y crece.

Pidámosle al Señor que no dejemos de responder a esos impulsos que nacen desde lo más profundo de nuestro ser transformados en renuncias por amor.

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