Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 17 de julio de 2014

¿A DÓNDE IRÍA SI TÚ NO ESTÁS?



Los problemas me agobian y me abaten. No podría soportarlos si Tú, Señor, no estuvieses ahí, junto a mí, y dispuesto a aliviarme y a levantarme de la fatiga y el cansancio. Se me hace imposible de entenderlo sin tu presencia. ¿Qué sería de mí si Tú, Señor, no estuvieses ahí dispuesto a acogerme, a escucharme, a darme fuerzas, a comprenderme, a perdonarme. ¿A dónde iría?

Sólo brotan de mis labios palabras de agradecimiento y de amor. Muchas veces no consigo descansar y me pregunto donde he fallado, porque Tú, Señor no eres sino descanso y paz. Posiblemente, cuando dejo que mi corazón se llene de cosas de este mundo, ambiciones y bienes; poderes y riquezas, y todo aquello que lo contamina, pierdo la paz y sólo la recupero si, amparado y protegido en Ti, Señor, dejo entrar la humildad y la mansedumbre.

Es entonces cuando experimento el gozo de sentirme en paz, y cuando comprendo que sólo en Ti puedo encontrar el descanso y la paz que tanto buscamos inútilmente en las cosas caducas de este mundo. Sí, Señor, Tú eres mi alivio, mi descanso y mi paz.

Por eso, desde estas humildes líneas, aprovecho para pedirte la sabiduría de sabernos invitados a descansar en Ti. Y junto a todos los blogueros y no blogueros, agradecertela, porque sin Tí no sabríamos a dónde ir ni en dónde descansar.

miércoles, 16 de julio de 2014

SÓLO IMPORTA HACER Y VIVIR EN TU VOLUNTAD


No importa el color del cielo, lo que hace el día bonito eres tú cuando vives en la presencia de Dios.



Es verdad que mucha parte del mundo duerme en la ceguera de la ignorancia. Y no me refiero a la ignorancia del conocimiento o de la intelectualidad, sino a la ignorancia de saber que sólo hay un único camino de salvación, y ese único camino es el Señor, el Hijo de Dios Vivo.

Nada importa sino vivir en la Voluntad de Dios, porque sólo en Ella está nuestra salvación. Sin embargo, el mundo se afana en otras cosas que no tienen salida, sino que dejan un vacío existencial que les conduce a la búsqueda de sucedáneos de felicidad, que terminan por degradarlos y conducirlos al precipicio de la vida. Buscar la felicidad en la diversión, la buena comida, el alcohol, las aficiones o hobbies u otros sucedáneos que nos puedan entretener y darnos satisfacciones es tomar el camino equivocado.

Hay un gran peligro. Eso lo experimentan los que padecen azúcar, pues sin darse cuenta y sintiéndose bien, sufren los desvatadores efectos de la azúcar que, lentamente y en el silencio interior de sus cuerpos, los destruye lentamente. Cuando lo advierten no hay remedio. Igual nos ocurre en la vida de salvación. Primero no creemos en ella; segundo, la desechamos como pérdida de tiempo, y tercero creyéndonos bien dirigidos desperdiciamos el tiempo que, llegada nuestra hora, ya no  podemos despertar.

Sólo importa hacer y vivir en tu Voluntad Señor, porque en Ti encontramos las respuestas que buscamos de forma desesperadas en las caducas ofertas que el mundo nos ofrece. Despierta nuestro corazón endurecido y aletargado  por las falsas apariencias de felicidad que este mundo nos ofrece, y llenanos de la sabiduría que sólo tu Amor nos da y nos llena de gozo y felicidad.

Porque sólo aquellos que cumplen la voluntad de tu Padre del cielo, son tus hermanos, hermanas y tu madre (Mt 12,46-50).


martes, 15 de julio de 2014

CUANDO LA TIERRA SE ENDURECE



Señor, Tú sales todos los días a la siembra, y tu Palabra es sembrada en todos los corazones. ¡Qué buena semilla es tu Palabra! Nos habla de igualdad, de justicia, de fraternidad, de paz y de amor. Nos hermana y nos hace hijos tuyos y hermanos de tu Hijo, por lo que somos coherederos con Él de tu Gloria. No hay dicha mayor, ni regalo, ni más grande ni más hermoso.

Pero, muchos no somos capaces de entenderlo, o de descubrirlo. Nos atrae y nos gusta, pero nos quedamos entre dos aguas. Somos tus discípulos en ciertos momentos, pero no lo somos tanto en otros ciertos momentos. Jugamos a dos cartas, una la de la Iglesia y la piedad, y otra la del mundo, mis intereses y mis satisfacciones. Porque no estamos convencido de tu Palabra. Sí, la entendemos, pero a media...

Quizás estemos, como Corozaín o Betsaida, ciegos y sordos por las luces y ruidos del mundo que nos impide ver y oír tus Testimonios y Palabra. Y nuestra respuesta queda a media, una a Ti y otra al diablo. ¡Y no quiero decir que, relajarse, distraerse y divertirse un poco sea malo! ¡Es más, creo que lo necesitamos!, pero cuando el amor de Dios mora dentro de nosotros, sale y se nota hasta para los ciegos. Pero sobre todo contagia.

Porque se percibe y se huele su paz, su cercanía, su bondad, su aroma de buenas intenciones y de rectitud. El amor huele a amor cuando es verdaderamente amor. Si no desprende ese olor, seguramente es que es un amor disfrazado de apariencias, de mentiras o de cierto tufo de inseguridad y de descompromiso. Es un amor enraizado en tierra dura, seca, donde la raíz no profundiza y muere instalada en la rutina de una vida cómoda, sometida, indiferente y resignada a vivir en la mediocridad hasta la hora de vernos arrojados por el precipicio.

¡Oh Señor, danos la capacidad de abrirnos a tu siembra y dejarnos penetrar hasta la profundidad de nuestro corazón para fecundar, morir a la semilla de tu Palabra y dar frutos según tu Voluntad!