Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 19 de marzo de 2012

LA SANTA MÁS GRANDE DE LOS TIEMPOS MODERNOS.


Oremos con Santa Teresita del Niño Jesús


«Que nunca busque yo, que nunca encuentre cosa alguna fuera de ti; que las criaturas no sean nada para mí; que yo no sea nada para ellas, y que tú, Jesús, lo seas todo... que nunca sea una carga para los demás, y que nadie se ocupe de mí; que me vea pisada y olvidada, como un granito de arena tuyo, Jesús... Que se cumpla en mí perfectamente tu voluntad... Mi tarea es no ocuparme de mí misma». 
                             Desde la Soledad del Sagrario



domingo, 18 de marzo de 2012

¡SEÑOR, TÚ TIENES PALABRA DE VIDA ETERNA!

Señor, tienes Palabras de Vida eterna. La Palabra de Dios anunciada...

¡Señor!, en Ti se ha cumplido todo lo profetizado. Tu Palabra tiene verdadero cumplimiento, y todo se ha cumplido en Ti tal y como se ha dicho. Ya no hay nada que temer, pues en Ti no hay inseguridad, desconfianza ni temor, porque lo que has dicho se ha cumplido.

Ansioso estábamos a la hora de tu muerte, y muchos cayeron en el desánimo y abatimiento, pero la esperanza renació con tu Resurrección. Se ha cumplido una vez más tu Palabra. Tú, mi Señor eres la Verdad, el Camino y la Vida. ¿A dónde iremos sin Ti?

El hombre necio, suficiente, prepotente y satisfecho ha creído que sin Ti podía construir su propia vida, su propio proyecto, pero estos son los resultados: vacío, confusión, tristeza, sufrimiento y muerte. No hay verdad si Tú no estás. No hay camino con sentido si Tú faltas. No hay vida si Tú, mi Señor, no vives.

Y tu Palabra, Padre mío, se hace Verdad, Camino y Vida cuando al tercer día Resucitas y te haces presente entre tus apóstoles y discípulos. Pronto celebraremos esos misterios. En ellos están todas nuestras esperanzas. Te esperamos gozosos Señor cada día en la Eucaristía, donde nos fortalecemos con tu Cuerpo y tu Sangre.

Experimentamos cada día, al menos tenemos esa posibilidad, sentir tu presencia dentro de nosotros. Tú no te has ido. ¿Cómo nos hemos atrevido a pensar eso? ¡Estás con nosotros!, ¡dentro de nosotros! ¡Vives y mora dentro de nosotros! Padre nuestro, gracias por el gran y extraordinario regalo de tu Hijo Jesús. Él nos sostiene y nos vivífica. Él tiene Palabra de Vida Eterna, y en se fundamenta nuestra confianza y nuestra fe.

sábado, 17 de marzo de 2012

CONSAGRACION DE ESCLAVITUD DE AMOR A MARIA SANTISIMA



Madre mía amabilísima:  Yo__________________________ ingrato pecador (o pecadora) deseando vivamente ser vuestro ESCLAVO DE AMOR en el tiempo y en la eternidad, me postro a vuestros pies, para renovar y ratificar en vuestra presencia las promesas de mi bautismo. Renuncio, pues, para siempre a Satanás a sus pompas y a sus obras, y me entrego enteramente a Jesucristo Nuestro Señor, para llevar mi cruz tras Él todos los días de mi vida. Y a fin de que le sea más fiel lo que he sido hasta el presente, os elijo hoy a vos, ¡oh, María!, en presencia de oda la corte celestial, por Madre y Señora mía muy amada. 

En calidad, pues, de ESCLAVO VOLUNTARIO, sin reservas ni condiciones de ningún género.  

OS ENTREGO: mi cuerpo con todos sus sentidos; mi alma con todas sus potencias, mis pensamientos, afectos, palabras y obras; por los bienes exteriores que poseo o pueda poseer en adelante; mis oraciones, sacrificios, trabajos, sudores, lágrimas, tristezas, penas y alegrías.  

OS ENTREGO: la gracia santificante que creo poseer, para que Vos me la conservéis y guardéis de todo peligro. 

OS ENTREGO: todos mis méritos impetratorios y satisfactorios presentes y futuros, para que dispongáis de ellos como os plazca y a favor de quien bien os pareciere. 

OS ENTREGO: Madre mía dulcísima, mis pecados, para que Vos los destruyáis, de tal modo que ya no quede rastro ni sombra de ellos en mi alma. 

OS ENTREGO: mis pasiones, para que Vos las convirtáis en generosos impulsos que me ayuden a servir a Dios con inquebrantable valor y santa alegría. 

OS ENTREGO: mi vida y mi muerte, y en cuanto es posible hasta mi purgatorio y mi eternidad toda entera, la cual por vuestra poderosa intercesión y por la misericordia infinita de Jesús espero pasar en el seno de Dios. 

De hoy en adelante y durante toda mi vida, quiero, Madre y Señora mía… vivir con Vos en estrechísima intimidad, como hijo y como esclavo voluntario; quiero pensar, amar, hablar y obrar en Vos y con Vos quiero en cierto modo y espiritualmente, formar con Vos un solo ser; quiero cobijarme, esconderme y perderme en vuestro Inmaculado Corazón, como en un molde divino, para ser allí formado a imagen y semejanza de Jesús, y glorificar desde ese esplendoroso trono a la Santísima Trinidad, que así me mirara con complacencia y aceptara mis obsequios con agrado. 

Deseo vivamente, Madre mía, y formo la intención de vivir renovando esta consagración a cada latido de mi corazón, pues nada deseo tanto en este mundo, como vivir en Vos, para que así se realicen con mayor seguridad sobre mí los misericordiosos designios de Dios. 

En presencia del cielo y de la tierra quedo, pues, Madre y Señora mía, constituido vuestro eterno esclavo de amor, en todo conforme a la voluntad de Dios, en el tiempo y en la eternidad Amen. 

En ____________________________________________a ____________ de_______________


______________________________________________________-

                                                  (Firma) 

(Con Censura Eclesiástica)

Desde la Soledad del Sagrario... esta es una oración que me regalo hace muchos años un sacerdote que está en proceso de estudio para elevarlo a los altares... padre Aníbal José María Reyes Belén.

viernes, 16 de marzo de 2012

LA ORACIÓN QUE NOS UNE


Hoy traemos a nuestro rincón una oración de una compañera. Podría ser esta una iniciativa para que cuando alguien quiere compartir una oración, lo haga sin miramientos ni respetos humanos, porque como reza arriba, título que viene puesto por la misma autora, la oración nos une y nos fortalece, sobre todo contra los malos espíritu que nos amenazan y nos tientan.

Hay también, no lo olviden, un lugar dentro del rincón (déjanos tu oración) donde pueden compartir ese impulso que brota de lo más profundo de nuestro corazón y fortalecernos en unidad y amor.

Unámosno todos, no solo rezándola, sino viviéndola.

 Dios Padre,
Autor de la Creación que Tú mismo has santificado
Palabra Viva que has conducido a tu pueblo a través de la Historia,
En tu infinito Amor, nos has dado a tu Hijo Jesús, para renovar tu Alianza con nosotros
y la Iglesia, como fuente de luz que nos guía mediante el Espíritu hacia Ti,
Hoy nos has confiado la misión de comunicar la fascinación del Evangelio
y la belleza de tu obra a través de este proyecto –Blogueros con el Papa-
uniendo nuestras voluntades en torno a Ti, para ser sembradores de la paz y promotores de esperanza.
Que colaboremos eficazmente a la edificación de la Civilización del Amor y al fortalecimiento del Reino de Dios.
Que presentemos las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia con espíritu de discípulos y misioneros,
para que sean fuente de salvación para los fieles cristianos,
y de promoción humana para nuestros hermanos,
haciendo del propio camino de renovación espiritual una permanente escuela de conversión y santidad.
Concédenos una inagotable sed de Ti
para ayudarles a otros a descubrir su propia sed y la fuerza arrolladora del Evangelio,
permaneciendo fieles a tu Santo Espíritu,
para no dejarnos seducir por la dictadura del relativismo y el respeto humano.
Fortalécenos frente a la adversidad y la desesperanza,
concédenos llevar tu voz a los que sufren y a los que no tienen voz,
para que prevalezca una fecunda caridad universal hacia las almas y la cultura de la Vida.
Que la humildad de nuestra Madre María impregne nuestra Evangelización,
Para hacer de nuestras vidas y de esta colaboración dignos instrumentos de tu Amor.

Amén


(Oración compuesta por Yvette Camou)

jueves, 15 de marzo de 2012

MADRECITA A TU LADO QUIERO SIEMPRE ESTAR…



Quiero estar a tu lado… muy cerca de ti 
aquí en la tierra… y en el Cielo
Donde tú vayas… yo quiero ir…
con quien tú estés… yo quiero estar.


A todas partes contigo ir
y nunca alejarme de ti.
Porque estando contigo, Madrecita,
en el Corazón de Dios siempre  viviré…
Y del él jamás saldré… Madrecita. 

Arroyos de lágrimas corren por mis mejillas
al pensar en ti, Madre mía,
el corazón se enternece y corre tras de ti,
porque eres para mi dulce madrecita
y yo soy para ti tu más pequeña hijita…

¿Quién nos podrá separar si Dios mismo
unidas nos ha querido tener?
¿Quién podrá entender que siempre,
siempre tú serás para mí, mi dulce madrecita,
y yo seré para ti tu más pequeña hijita?  

Cuando yo nací, Dios me entrego a ti,
para que llenaras mi corazón de gracias e ilusión,
de amor desbordante y esperanzas plenas
en Aquel que me pensó y me creo,
para amarme y dejarse amar
por tan pobre y pequeño corazón. 

Gracias, mi dulce madrecita, gracias
de todo corazón.


En el cielo y en la tierra siempre
se sentirá latir un corazón
por tan dulce madrecita…
provocando la alegría  de las
Iglesias Triunfante y Purgante,
porque de la Iglesia Militante
hay quien vive en el cielo
sin dejar de vivir en el tiempo…
Y lo que es para mí…
es también para ti…

Desde la Soledad del Sagrario

miércoles, 14 de marzo de 2012

¡SEÑOR!, ¿POR QUÉ ME BUSCAS?

Si me buscas, Señor y Padre mío, ¿ para qué

Si, Dios mío, sé que me buscas, que preguntas por mí, que tratas de ponerte delante de mis enturbiados ojos y despejármelos, que me esperas pacientemente, que no tienes en cuenta mi indiferencia, mis rechazos, mis bofetadas, mis olvidos, mis intereses puestos en otras cosas.

A pesar de todo, Señor, Tú estás ahí, ¡y de qué manera! Te has hecho como yo, has tomado mi misma naturaleza, te has hecho de carne y hueso rebajándote, menos en el pecado, a mi limitada y pecadora humanidad. 

Has nacido de tu Virginal Madre María, y, como yo, has crecido, jugado, sentido y vivido de forma sencilla y natural en tu pueblo de Nazaret. Te has hecho un joven, discreto, sin llamar la atención. Has cumplido todas las normas y leyes de tu pueblo y, al final, te has preparado para cumplir la Voluntad de tu Padre: "Pagar con tu muerte y tu sangre por los pecados que los hombres", para de esa forma saldar nuestra deuda con nuestro Padre Dios.

¿Hay otro Dios que haga tanto por mí? ¿Hay otro Dios que busque y se entregue, por amor, a los hombres? ¿Hay alguien que sufra, aguante burlas, bofetadas, espinas, haga el ridículo y   de su propia vida por salvarme?

La respuesta es, "nadie". Solo Tú, Señor, eres mi salvación, mi verdad y mi consuelo. Y solo en Ti, en el Espíritu Santo, encontraré el camino que me lleve a la salvación eterna. Amén.

martes, 13 de marzo de 2012

¡QUISIERA SER COMO TÚ, SEÑOR!


Ser capaz de aguantar tantas insolencias, tantos rechazos, tantos desplantes, tantos... sería casi imposible de enumerar. Desde nuestros primeros padres, Adán y Eva, te has quedado plantado esperando una suave palabra o una mirada tierna y dulce. Y nadie se ha quedado para consolarte.

Y, todavía hoy, sigues esperando que el hombre, tu criatura, se digne mirarte y pedirte que lo perdones. Y algunos nos atrevemos a pedírtelo, pero no queremos saber nada de nuestros hermanos, tus hijos también, en cuanto a perdonarles a ellos.

Y Tú, Señor, nos dices que no nos puedes perdonar si no perdonamos también nosotros. No primero, porque Tú ya nos has perdonado. Desde el principio. Nos has creado y perdonado al mismo tiempo. Diría que hemos nacidos perdonados, sin embargo, ¡que duro de corazón somos!, cuanto nos cuesta perdonar.

Cuanto debes confiar en nosotros, Señor, cuando te atreves a perdonarnos primero sin  haber perdonado nosotros a los que nos han ofendido. Realmente, Dios mío, confías mucho en nosotros. ¿Y cómo te correspondo? Ni caso te hacemos cuando tenemos que perdonar. Siempre primero mi soberbia, mi vanidad, mi egoísmo... No soy capaz de abajarme, pero a ti si te pido que te abajes. 

Y lo haces, y me lavas los pies. ¡Dios mío, siento vergüenza! ¿Cómo no voy a perdonar yo también a mis hermanos? Pero, Tú lo sabes, Señor, me cuesta, se me hace cuesta arriba, sólo no puedo. Necesito de tu Gracia, de tu poder, de tus fuerzas, de tu paciencia, de tu misericordia... de tu Amor.

Lléname, Señor, de tu generosidad para que, asistido por el Espíritu Santo, sea capaz de hacerme pequeño, humilde, paciente, suave y bondadoso para, tratar a mis hermanos como Tú, Padre querido, me tratas a mí. Amén.