Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 4 de enero de 2019

SALMA 50, MISERICORDIA, DIOS MÍO, POR TU BONDAD


HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

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Ant: Un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias, Señor.

Renovaos en la mente y en el espíritu 
y vestíos de la nueva condición humana (Ef 4,23-24)


Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
 
limpia mi pecado.

Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti sólo pequé,
cometí la maldad que aborreces.

En la sentencia tendrás razón,
en el juicio resultarás inocente.
Mira, en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre.

Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve.

Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.

¡Líbrame de la sangre, oh Dios,
Dios, Salvador mío!,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.

Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú no lo desprecias.

Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant: Un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias, Señor.

jueves, 3 de enero de 2019

YO, SEÑOR, SIGO LAS INDICACIONES DE JUAN


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Yo, Señor, sigo el camino que Juan me ha señalado. Yo, arrepentido de todos mis pecados y de tantos rechazos, me postro ante Ti, Dios mío, y me sumerjo en tu Infinita misericordia que por tu inmenso amor me ofreces, sin merecerlo, gratuitamente. Soy también  consciente de mis debilidades y de mis torpezas. Me siento aprisionado en mi nataruleza humana sujeta a tantas apetencias y debilidades que me vencen y me limitan mi libertad. Y me someten haciendo lo que no quiero y dejando de hacer lo que quiero.

Ante Ti, Señor, vengo aleccionado por Juan, en actitud de arrepentimiento y con deseos de encontrarme contigo para, liberado en Ti, hacer la Voluntad del Padre que Tú me anuncias y me revelas. Pero, Señor, han pasado muchos años de mi vida, y te doy gracias por ello, pero, presiento mi debilidad y fragilidad ante las tentaciones de este mundo que te da la espalda. Y tengo miedo que pueda, como le ocurrió a Pedro en los momentos de tu Pasión, abandonarte.

Por todo ello, Señor, quiero pedirte que llenes de tu Fortaleza y de tu Gracia mi pobre naturaleza humana, herida y tocada por el pecado. Pedirte, Señor, que me sienta fuerte y firme ante las tentaciones que el príncipe de este mundo me pone delante. Pedirte, Dios mío, la sabiduría de saber siempre discernir y elegir la Palabra que Tú me ofreces y me revelas ante todo lo que el mundo me pone a mis pies.

Sé, Señor, que seguirte no es nada fácil y que el camino es duro. Esa es mi lucha y la lucha de todos aquellos que queremos seguirte. Danos la alegría de descubrir cada día el valor de tu Palabra y el gozo de dar amor a los que realmente lo necesitan. Porque, esa felicidad que buscamos no está en las cosas que el mundo nos ofrece y con las que quiere engañarnos, sino en vivir el amor de darnos a aquellos que sufren y necesitan alivio y descubrirles que Tú les amas y quieres darles el gozo y la eternidad plena. Amén.

miércoles, 2 de enero de 2019

MUCHOS NO CONOCEN A JESÚS


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Una de las cosas que más se me atraganta y me incómoda son las misas de difuntos. Y me sucede eso porque, sobre todo cuando son muy concurridas, me siento sólo y como perdido en medio de mucha gente ajena a lo que se está celebrando. Es entonces cuando descubres el desconocimiento que muchos tienen del Señor. Apenas recuerdan algo de su preparación para su primera y, quizás, última comunión. No saben nada y su comportamiento es como aquel que se encuentra perdido en una isla.

Es entonces cuando descubres que tienes una responsabilidad de anunciar la Buena Nueva y, como Juan el Bautista, preparar el camino a otros para que puedan acercarse y conocer a Jesús. Quizás, como aquellos contemporáneos de Juan el Bautista dependía de él que conocieran a Jesús, también nosotros en nuestro tiempo tendremos muchas personas que dependerá de nuestro esfuerzo y actitud el que conozcan a Jesús.

Otra cosa es que muchos no quieran, nos prohiban hablarle de Jesús, le rechacen y no les interese. Eso ya son ellos mismos los que se excluyen y nos eximen de nuestra responsabilidad. Pero, no por eso, debemos nosotros desistir de nuestro empeño en proclamar, sobre todo a los que escuchan y muestran deseos, de acercarles al conocimiento del Señor. Es nuestro compromiso de bautismo y nuestra responsabilidad.

Por eso, aprovechamos este hermoso momento de reflexión para, postrados delante del Señor, pedirle la sabiduría y fortaleza necesaria para ser Testimonio con nuestras vidas, y Palabra con nuestras humildes palabras. Y convertirnos en la voz que, como Juan el Bautista, allane y prepare los caminos a todos aquellos que escuchando su Palabra se acerquen al Señor. Amén.

martes, 1 de enero de 2019

LA ORACIÓN, DONDE ENCONTRAMOS AL SEÑOR

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Es posible que no encontremos al Señor en Belén ni en un pesebre como sí lo encontraron aquellos pastores. Es posible que tampoco esté María y José, pero Jesús, Aquel Niño nacido en Belén sí está entre nosotros y nos ha dejado su Palabra, que es todo lo que necesitamos para encontrarle y encontrarnos con los demás para anunciarle el nacimiento del Niño Dios.

Una Palabra que nos revela su nacimiento, su pesebre y su salvación. Una Palabra que nos fortalece, nos anima, nos llena de sabiduría y nos basta para alcanzar nuestro más alto destino. Una Palabra que nos perdona, nos santifica, nos consuela y nos perdona en su Infinita Misericordia. Una Palabra que la encontramos en la oración que el mismo Jesús nos enseñó y en la que se nos revela y señala el camino y estilo de vida a seguir. Una Palabra que nos enseña a orar y en donde encontramos al Señor y establecemos un diálogo profundo, amistoso, misericordioso y amoroso. Una Palabra que nos salva y nos da la Vida Eterna. 

Pidamos esa sabiduría de acoger y creer en la Palabra encarnada en el Hijo de Dios. Que ha venido a este mundo, enviado por el Padre, para anunciarnos su propuesta de Amor Misericordioso y la entrega de su Vida para rescatarnos de nuestros pecados y alcanzar el perdón misericordioso del Padre por los méritos de su Pasión y Muerte.

No malgastemos el tiempo y corramos como los pastores, confiados y obedientes, inocentes ante el Misterio de la encarnación y el cual no podemos entender, pero sí creer. Porque, Dios nos ha dado muchas razones, entre ellas y la mayor, la Resurrección de su Hijo tras su Muerte, para que creamos y para Gloria de Dios Padre. Amén.

¡FELIZ AÑO NUEVO!

lunes, 31 de diciembre de 2018

SON LOS HIJOS LOS QUE ACOGEN Y CREEN EN LA PALABRA

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Todos somos hijos de Dios, pero lo que muchos ignoran es que se auto excluyen al rechazar la Palabra y no creer en el Hijo de Dios. Porque, en el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron. 

Dios nos ha creado libres para elegir y decidir por nosotros mismos, de modo que, tú puedes decidir tu propia elección: creer o no creer. La Palabra se te dio a conocer, por un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Éste vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por Él. No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz. La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.

Sin embargo, y aquí viene lo importante, la Palabra no fue acogida y el mundo la rechazó, pero, a pesar de eso, Dios nos da la oportunidad de acogerla y de perdonar nuestro rechazo. Para eso ha enviado a su Hijo, para que muriendo por nosotros nos demuestre el interés de nuestro Padre Dios y nos redima de nuestros pecados y rechazos. Nos lo dice claramente: Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios. Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.

Ese deseo de la Palabra no es deseo de sangre ni de hombre, sino deseo de Dios. Por ese deseo de amor la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros para mostrarnos la Gloria del Padre en su Hijo único, llenos de Gracia y de Verdad. Amén.

domingo, 30 de diciembre de 2018

EL MUNDO AMENAZA LA FAMILIA

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Hoy acabo de leer un noticia - ver aquí - que nos puede dar una idea de como está el mundo. Se está perdiendo la capacidad de discernimiento sobre lo que está bien o mal. El relativismo está haciendo estrago y el hedonismo y las apetencias por dar gusto a tus sentimientos se confunden con la verdad y lo que realmente es un bien para la persona humana.

Los valores, no sólo se están perdiendo, sino que se confunden. La verdad queda reducida a mi verdad, independientemente de que sea para mi bien o simplemente para un bien temporal con graves consecuencias. Lo que expresamos con pan para hoy y hambre para mañana. El hombre y la mujer alejados de Dios quedan en manos del demonio, y éste hace de las suya dando satisfacción y bienestar, por un cierto tiempo, a los que piensan y creen que la felicidad está en dar gusto al cuerpo.

Y en estas desviaciones tiene bastante importancia la familia. Es verdad que hay también muchos factores que juegan su papel, pero la educación familiar tiene vital importancia. Al final las sociedades, culpables también en lo que sucede, son reflejos de las familias que la forman. Tratemos de construir familias apoyadas en el amor y la solidaridad. Familias que vivan en la verdad y la justicia, y veremos como el mundo irá cambiando a mejor. En el fondo todos queremos eso, pero, quizás sin darnos cuenta caemos en el extremo opuesto.

Pidamos con fe que la Familia de Nazaret interceda a nuestro Padre Dios para que nos dé paciencia, sabiduría, fortaleza y perseverancia para, guiados y fortalecidos en el Espíritu Santo, demos ejemplo y eduquemos a nuestros hijos según la Voluntad de nuestro Padre Dios. Una Voluntad que busca nuestro bien y nuestra felicidad eterna. Amén.

sábado, 29 de diciembre de 2018

ES NAVIDAD, PERO, ¿NO ESTAMOS DISTRAÍDOS?

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La algarabía, las luces, el ambiente festivos, la música, incluso de los villancicos las felicitaciones y todo el entorno que invita a los regalos, al consumo y a la alegría y diversión van dejando la celebración del nacimiento del Señor en una pura anécdota que se repite cada año. Importa la fiesta, los regalos, los premios de la lotería y todo lo que indique diversión y consumismo. Las compras y los regalos acaparan nuestra principal atención y lo sucedido en Belén se va apagando.

Realmente, así sucedió en nacimiento del Señor. Fue sencillo, silencioso, nada destacado ni publicitado. No hubo luces ni algaravía. Simplemente, fueron los pastores los que presenciaron el momento del nacimiento y los canto de los ángeles. Algo tuvieron que percibir también los reyes venidos de oriente, pero el mundo poco supo y nada notó. Incluso Herodes poco sabía al respecto y, desorientado y temeroso de perder su reino ordenó la matanza de los santos inocentes que celebramos ayer.

Se hace necesario estar siempre activos y en lucha. No asustarnos, pero si preocuparnos. El demonio está al acecho y aprovecha estos momentos en que podemos relajarnos y dejarnos llevar por el ambiente festivo y hedonista para alejarnos de la presencia del Señor. Pidamos, como Simeón, ver al Señor y estar atentos y perseverantes a su venida en nuestras vidas. El Señor nace cada día con renovadas esperanza en nuestros corazones. y nos invita a renovarnos también interiormente en el compromiso de amar a nuestros semejantes.

Pidamos estar en vela y atentos y a la escucha de los impulsos del Espíritu Santo para, dirigidos por Él. encontrar y descubrir la presencia del Señor en los hermanos, sobre todo en los necesitados, pobres y desamparados. Amén.